El Alma Gemela De Los Vengadores

Conociéndose

-Thor, baja a nuestra compañera, creo que la estás mareando.- Se burló Clint, observando la cara sorprendida de la adolescente.

-Mis disculpas.- Exclamó el dios bajándola rápidamente. Samantha se tambaleó pero aún así sonrió al rubio.

-No importa, estoy bien.- Murmuró la peliazul sonriendo con timidez, se encontraba terriblemente incómoda. Intentando evitar esas emociones negativas extendió la mano avergonzada.- Me llamo Samantha González, es un placer conoceros

-Mi señora, mi nombre es Thor Odison dios del trueno e hijo de Odín, es un honor tenerla frente a mi.- Exclamó el rubio inclinándose ante su alma gemela y besando el dorso de su mano.

El arquero se acercó a la chica y estrechó sus manos con una ligera sonrisa.- Soy Clint Barton.

-Yo soy Bruce Banner.- Dijo tímidamente el científico desde su lugar, no hizo ningún movimiento para acercarse por temor a que ella se asustara, era bien conocido que Hulk no era el héroe favorito de muchos. Sam lo saludó con una cálida sonrisa.

-Bueno querida, no te he secuestrado de tus clases para nada, ¿Qué te apetece hacer?- Preguntó animado el multimillonario pasando un brazo por su cintura, amando en secreto el calor que transmitía su cuerpo.

-No sé, ¿tal vez podríamos conocernos un poco más?- Preguntó Samantha no muy convencida.

-Me parece bien.- Concordó Steve contento por aprender más cosas de su compañera.

-También podemos encargar comida.- Se animó Clint, llamando enseguida la atención de Thor que asintió de acuerdo ya que amaba las comidas de la Tierra.

-Puedes quedarte a dormir, sería como una fiesta de pijamas y hoy es viernes, mañana no necesitarías madrugar.- Propuso la pelirroja, atrayendo la atención de todos los presentes.

Los Vengadores miraron a Samantha con ilusión, les encantaba la idea de poder estar con su compañera el máximo tiempo posible, todos ellos habían estado esperando bastantes años para poder conocer a su alma gemela y ahora que la tenían en su vida harían todo lo posible para hacerla la mujer más feliz del mundo, incluso si eso significara desaparecer de su vida.

La chica los miró no muy convencida.- No sé...

-Vamos, podemos tener una noche de cine y dedicarnos a ver películas hasta dormirnos.- Intentó persuadirla el multimillonario.

-No pasa nada si no te sientes cómoda, lo entendemos.- Dijo Bruce acercándose a la chica.

Samantha lo pensó durante un par de segundos antes de aceptar, sería una buena manera de conocerse.

-Vale, supongo que no hay problema.- Murmuró haciendo que el rostro de los presentes se ilumine.

-¡Eso es genial!- Se animó Tony.- Ahora te tengo que hacer una pregunta muy importante ¿Cuál es tu pizza favorita?