La pelea contra Killian

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-Te he reservado un hotel en la ciudad. Es bueno y discreto, lo suficiente como para que pases desapercibida durante los próximos días- explicaba Pepper mientras guiaba a Sam hasta su coche. Maya las seguía deprisa, evitando ser fotografiada por la prensa.- Natasha y Clint vienen a buscarte, tendrían que estar en el país mañana por la noche. Te quedarás con ellos una temporada, hasta que se relajen las cosas.

-Gracias por todo Pepper- en estos momentos Sam adoraba la facilidad de la pelirroja para mantener el control en los momentos mas críticos.

Pepper sonrió y le quitó importancia- te dejo prestado mi coche, la dirección del hotel ya está marcada como ruta y la llave de la habitación está en la guantera. Intenta evitar los arañazos.- Ambas mujeres se abrazaron con cariño- vamos, apresúrate. Voy a distraer a la prensa.

Sam se sentó en el asiento del conductor, agradeciendo mentalmente a su padre por obligarla a sacarse el carnet de conducir nada más cumplir los dieciocho. Maya tomó el asiento del copiloto.

Ninguna de las dos dijo nada mientras Sam arrancaba el coche. Una vez se encontraban en la autopista, en medio de su camino hacia el hotel, Sam trató de iniciar una conversación.

-¿Por qué has venido esta noche a casa? ¿Qué era eso tan importante que querías decirle a Tony?

Maya inspiró hondo- creo que mi jefe trabaja para el Mandarín. Así que, si quieres hablar de eso es mejor que vayamos a un lugar seguro.

-¿Tu jefe trabaja para el Mandarín? Pero, Tony dijo que eres botánica- Sam no entendía nada.

-Lo que soy es una codificadora de ADN biológico que dirige a 40 científicos financiados de forma privada. Pero sí, puedes llamarme botánica.

-Ese jefe tuyo...¿sabes cómo se llama?

-Si, Aldrich Killian- en ese instante la sangre de Sam se heló. Tenía que avisar a Pepper que bajo ninguna circunstancia se acercara a ese tipo.

 Tenía que avisar a Pepper que bajo ninguna circunstancia se acercara a ese tipo

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Se instalaron en el hotel con rapidez. No necesitaron pasar por recepción, simplemente bastó con pasar la tarjeta por el sensor y entrar a la habitación.

-¿Qué ha pasado?- Maya parecía no saber cómo empezar su explicación.- Dato curioso, antes de fabricar misiles para los nazis, el idealista Wernher von Braun soñaba con los viajes espaciales. Miraba las estrellas. ¿Sabes qué dijo cuando el primer v-2 alcanzó Londres? "El cohete ha funcionado perfectamente, aunque ha aterrizado en otro planeta".

Sam guardó silencio mientras escuchaba la explicación de Maya. En su rostro había una angustia que le impedía interrumpir a la botánica.

-Todos empezamos inocentemente. Ciencia pura. Y entonces aparece el ego, la obsesión y, cuando te das cuenta, estás muy lejos de la costa.

-No puedes ser tan dura contigo misma, entregaste tu información a una fábrica de ideas.

-Si, pero Killian creó esa fábrica de ideas con contratos militares.

El Alma Gemela De Los VengadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora