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Primera Cita

Ambos chicos se encontraban alejados uno del otro, sus manos se rozaban ligeramente, pero ninguno tenía el valor como para tomar la iniciativa. 

Hoseok mantenía oculto en su mochila un pequeño ramo de margaritas que había comprado antes de llegar a su encuentro, pero aún no estaba seguro de cuándo sería el momento indicado para dárselo. Habían confesado sus sentimientos, pero aun así sentían que debían de mantenerse al margen pues no sabían a ciencia cierta cuál era el siguiente paso para una relación.

Ambos eran inexpertos en el amor, pero deseaban descubrirlo al lado del otro.

El pelinegro había pedido opinión de sus amigos, Namjoon y Taehyung, pero ambos chicos le habían comentado situaciones que él no se imaginaba hacer. Por un lado, el moreno de hoyuelos le había dicho que era tiempo de pedirle ser su novia, pero Taehyung objetó diciendo que sería muy apresurado, que debían tener al menos tres citas para poder ser novios, así que Hoseok terminó aún más confundido de lo que debía hacer. A pesar de ello, concluyó que las cosas se darían con el paso del tiempo y que por más que intentara hacer planes podrían fallarle, así que se propuso disfrutar al máximo de su encuentro con la castaña.

Young Ji se había demorado mucho más en su maquillaje y vestimenta, quería dar una buena impresión y deseaba que Hoseok viera el esfuerzo que había hecho para poder llamar aún más su atención. Se habían confesado, pero eso solo era el primer paso, pues aún no eran oficialmente una pareja.

No había pedido opinión de nadie y mucho menos de su hermana menor, ya que la pelinegra solo conseguiría ponerla nerviosa y lo que menos necesitaba era que sus comentarios la mantuvieran con la mente en otro lugar que no fuera la cita con Hoseok, ella deseaba tanto pasarla de maravilla con el chico que optó por dejar descansar por aquel día esa parte tímida de ella y mostrarle la versión más relajada y divertida que poseía.

Suspiró en un intento por liberar el nerviosismo que sentía en su sistema y tomó la mano del pelinegro. El contacto de piel con piel la hizo ser aún más consciente del agarre que ella misma había creado. Aún así se vio sorprendía cuando Hoseok entrelazo sus dedos con los de ella. Ambos evitaron mirarse a los ojos por varios segundos, pero después de notar que tenían que ver el entrecruce de semáforos optaron por reír cómplices de sus sentimientos.

—¿Cuál película quieres ver?

Preguntó Young Ji tratando de olvidar el hecho de que estaba sujetando la mano de Hoseok.

De ella había sido la idea de ir al cine, pero ahora que pensaba con más claridad no resultaba tan buen plan estar encerrados a cuatro paredes con luz prácticamente nula.

—No importa cuál sea mientras no tenga escenas de terror, no podría dormir.

La chica sonrió, ella tampoco era muy fanática del suspenso o terror y no porque le causara temor, sino más bien no le gustaban esas películas porque había mucho dramatismo y los que la veían no hacían más que gritar y eso le daba jaqueca.

—A mí tampoco me gustan, pero es porque hay mucho ruido al verlas.

Hoseok asintió aliviado. No quería que tuvieran los mismos gustos, en realidad lo que le atraía de Young Ji era que tenían pasatiempos similares, pero no iguales y eso hacía que conociera otros temas que le resultaban interesantes. Young Ji podía ser era algo así como su maestra, ya que ella tenía formas bastante particulares de comprender las cosas y le ofrecía una perspectiva totalmente ajena a él.

—Nunca hubiera imaginado esa razón para no ver las películas de terror.

Young Ji se encogió de hombros sin saber qué más decir.