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Ha Yi no sabía cómo contarle a Young Ji sobre lo que acababa de enterarse, lo pensó en más de una ocasión, pero terminó por decirlo lo más natural y tranquila posible para que no aumentara el nerviosismo.

—Tenemos un problema.

Young Ji al notar las facciones angustiadas de su hermana se preocupó de igual forma. Era difícil hacer flaquear a la pelinegra por lo que debía de tratarse de algo sumamente importante.

—¿Qué paso? — preguntó tomándola por los hombros para que eliminara la tensión de su postura. Ha Yi aunque trató de controlarlo, sus pies se movían de arriba abajo y respiraba con rapidez.

—Hoseok sabe de Hope world.

Young Ji gritó asustada y comenzó a reaccionar igual o peor que su hermana. Ahora fue el turno de Ha Yi de tratar de tranquilizarla.

Habían pasado dos meses desde que habían comenzado con la cuenta y ahora era una de los Instagram locales más visitados de Gwangju. Habían corrido con bastante suerte, ya que hasta esa fecha no hubo señales de que Hoseok se hubiera enterado de la cuenta, pero tal parecía que ahora todo estaba poco a poco saliendo a la luz.

—¿Cómo sabes que él ya sabe?

En alguna otra ocasión el juego de palabras le habría parecido gracioso, pero en esa situación, lo único que quería hacer era acurrucarse en su cama y no saber nada del mundo. Tenía muchísimo miedo.

— Jimin me contó algo.

La mayor vio a Ha Yi y agachó la mirada tratando de hilar los cabos. Jimin también pertenecía al club de baile, solo que en el área contemporánea, sin embargo, se frecuentaban bastante y era muy entendible que el castaño le hubiera hablado de la cuenta a su amigo.

—Pero ¿cómo? — bramó Young Ji siendo un manojo de nervios.

Sentía que sus tiernas temblaban. Era muy consciente de que su respiración era agitada y que su corazón bombeaba a mayor frecuencia.

—Estábamos en la clase de gimnasia y me mostró una foto en su celular, cuando noté que era uno de tus dibujos fingí que era la primera vez que lo veía. Después me dijo que también se la había mostrado a Hoseok. Y ...

Young Ji tiró de la mano de su hermana antes de que ésta terminara de hablar. La hizo correr con dirección a los sanitarios. Necesitaba un lugar vacío en el cual desahogarse. Ha Yi observó como su hermana se agachaba quedando en cuclillas y cubría su rostro a punto de llorar.

Sintió su corazón apretarse al verla tan alterada y tampoco pudo evitar sentirse culpable, ya que ella había sugerido la idea de la cuenta.

—No tienes porqué sentirte así, a Hoseok le encantaron los dibujos. Jimin me contó que él dijo que quiere conocer a la persona que lo ha estado retratando.

Al escuchar aquella información Young Ji retiró sus manos de su rostro y la miró con intriga.

—¿Segura que él dijo eso?

—Completamente

—No puedo creer que le gustaran, siempre creía que los aborrecería. Ya sabes...es extraño que alguien te dibuje y los publique en una red social.

—Si, pero él siempre ha sido diferente, lo has dicho todo el tiempo.

Las mejillas de Young Ji se tornaron de un rosado que no pasó desapercibido por la pelinegra.

—No puedo creer que te sonrojes aún y cuando él ni si quiera está por aquí.

La castaña mostro una pequeña sonrisa y se levantó de su posición anterior. Se dirigió a los lavabos y salpico un poco de agua por su rostro. Se sentía feliz al saber que sus dibujos habían provocado emociones positivas en el pelinegro.

Por alguna extraña y loca razón creía que estaba un poco más cerca de Jung.

—¿Y ahora porqué estas sonriendo como demente? —bromeó Ha Yi viéndola por el reflejo del espejo.

—No lo sé, no puedo borrarla de mi rostro.

—Agh...de verdad no quiero verte cuando tengas pareja, serás tan empalagosa...

Young Ji formó un puchero y se giró para quedar cara a cara con Ha Yi.

—Yo tampoco quiero verte cuando Jimin te confiese su amor.

La menor abrió los ojos y boqueo sin encontrar las palabras para contradecirla.

—No le gusto. Él simplemente es amable con todos.

Young Ji se cruzó de brazos y recargándose en los lavabos vio con comprensión a Ha Yi. A pesar de que su hermana era arisca y bastante distante no había conseguido ocultarle su gusto por aquel chico de sonrisa angelical.

—Sinceramente no sé cómo es que siendo como eres no le has dicho que te gusta, estoy convencida de que él también siente lo mismo por ti, todo el tiempo está por casa y ni hablar de las ocasiones que han salido juntos en los fines de semana.

—Solo soy su amiga.

Young Ji iba protestar de nuevo, pero vio la mirada decaída de su hermana y entendió que era hora para guardar silencio.

—Tengo una idea para el siguiente dibujo. Podrías hacer a Hoseok con el vestuario de la presentación que tendrá en la plaza de Gwangju este fin de semana.

El cambio repentino de tema hizo que Young Ji entendiera una vez más que lo que sucedida entre Jimin y Ha Yi era aún más complicado de lo que ella creía, aún así prefirió darle su espacio y hacerle saber que en cualquier momento estaría con ella.

—Tendré que verlo desde una distancia que me permita observar los detalles para poder dibujarlo. Además, si él sabe que ya hay alguien retratándolo, ¿No crees que este un poco más alerta a las miradas?

Sería aún más complicado para ella guardar en su mente cada diminuto detalle para recrear un boceto lo más realista posible, pero aún así quería intentarlo.

—Yo seré una distracción para él mientras tú lo guardas todo en tu memoria. ¿te parece?

Young Ji vio las posibilidades y asintió con inquietud. Si Ha Yi miraba fijamente a Hoseok él se distraería con ella y la castaña tendría mayor oportunidad de verlo sin sentir que podría ser descubierta.

—Espera, Jimin no te ha presentado en ningún momento a Hoseok ¿verdad? — cuestionó alarmada.

—A Jimin le gusta mantener a sus amigos de diversas actividades separados, Hoseok es su Hyung en el club de baile mientras que yo soy su compañera de clases, así que no, nunca me he acercado con Hoseok.

—Gracias Ha Yinnie— canturreo rodeando entre sus brazos a su hermana.

Ha Yi soltó algunos quejidos de molestia ante las expresiones de afecto de Young Ji, pero en ningún momento se separó del abrazo, pues la pelinegra podía parecer la persona más gélida del mundo, pero en realidad era la chica que necesitaba más amor y cariño de las dos.

Young Ji temía solo de algo, y ese algo era que Hoseok la reconociera de la ultima vez en los jardines. Desde hacia semanas se había encargado de no frecuentar los mismos lugares y girar en dirección contraria si es que coincidían por los pasillos. Lo había logrado por dos meses, pero ahora que iría a una presentación, esperaba que él se mantuviera lo suficientemente concentrado como para olvidarse de ver a la audiencia.

Si tenia suerte, podría continuar con su pasatiempo favorito, dibujarlo a él. 




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