Débil

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Camila.

-¡Camila!-Zabdiel apareció en la cocina gritando-

-¿Qué?-Me giré para verlo-

-¿Qué le hiciste a la camisa?-Me lanzó a la cara una de sus camisas-

-La lave como querías-Dije irónica-

-Está despintada-Habló frustrado-¿Con qué la lavaste?-

-Con cloro-Reí-

-¿Aún no aprendes a usar la maldita lavadora o qué?-Dijo de mala gana-

-Si si aprendí pero la carga de tu ropa le añadí cloro-

-Ah si...-Y sin previo aviso me golpeó como era su costumbre-Última vez que haces este tipo de bromas, ¿Quedó claro?-Me tomó de las mejillas y las presionó con fuerza-

Asentí con dificultad y me soltó.

-No he preparado nada de desayunar-Dije sobando mi mandíbula-

-Ya vi-Rodó los ojos-¿Hasta cuándo vas a aprender a cocinar?-

-Porque no mejor contratas a alguien-Sugerí-

-Ya te he dicho que no-Respondió-Es tu obligación tú lo vas a hacer-

-Ya hago demasiado, limpio tu maldito desorden, lavo tu asquerosa ropa y ahora quieres que también que sea tu chef personal-Me crucé de brazos-No soy tu jodida sirvienta-

Zabdiel me tomó del cabello fuerte.

-¡Tú eres lo que a mí se me de la gana que seas!-Exclamó-¡Y si yo quiero que seas mi sirvienta, eso vas a ser!-Me soltó bruscamente-

Salió de la cocina y segundos después escuché que azotó la puerta.

Suspiré aliviada, al fin se había ido, era el momento del día en el que más me relajaba porque a su regreso era lo mismo.

Ahora no sabía qué iba a hacer para la comida, no podía encargar nada a domicilio, Zabdiel no me daba ningún ingreso y mi papá había congelado todas las tarjetas de crédito a mi nombre.

Hice toda la limpieza, las dos habitaciones, la cocina y la sala, Zabdiel era un verdadero desastre y yo muy a penas sabía limpiar.

Cuando terminé, comencé a ver un tutorial de cocina en mi celular, el problema era que la comida nunca me quedaba tal cual.

Llamaron a la puerta y rápidamente fui a buscar las llaves.

Zabdiel era un gran imbécil ya que ni siquiera sabe que sé dónde guarda la llaves de repuesto.

Las tomé y fui a abrir.

-Zabdiel no está-Dije al ver a Richard parado frente a la puerta-

-Lo sé, no vengo a verlo a él si no a ti-Sonrió amigable y lo dejé pasar-Cielos...¿Qué te pasó?-Preguntó refiriéndose al golpe en la mejilla-

-Me golpee con un mueble al agacharme-Dije como si nada aunque claramente era mentira-

-Bueno...-Dijo no muy convencido-Zabdiel me dijo que estás aprendiendo a cocinar pero no consigues acertar-Rió-

-La verdad es que no-Reí también-

-Si no te molesta...me gustaría enseñarte algunos tips-Sonrió-

-¿Sabes cocinar?-Pregunté-

-Si, mi hermana y yo aprendimos desde pequeños y bueno en lo personal diría que es mi pasatiempo-

-Increíble-Dije-

Richard y yo fuimos a la cocina y me dijo que íbamos a preparar una sopa de verduras y carne para acompañar.

Mi Destino Eres Tú |J.P.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora