La Serenata De Erick

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Joel.

Estos días estaba muy preocupado por qué aún no encontraban a Zabdiel y yo no sabía con que excusa llevarme a Camila de aquí.

No la podía sacar del país porque ella se opondría y lo máximo que puedo lograr es llevarla a Mérida, sólo había que hacerlo sin levantar sospechas.

Y ahora que Camila me había dicho que quería que la boda fuera en Mérida, era la excusa perfecta para irnos de México.

-¿No te gustaría ir a Mérida ya?-Le dije a Camila, seguíamos platicando en el jardín de su casa-

-Si, ¿cuándo?-Preguntó-

-Ya mismo-Dije-

Camila rió y negó.

-Al menos espera al fin de semana-Dijo-Tenemos mucho tiempo para organizar la boda, creo que ni siquiera hemos puesto una fecha oficial-Pensó unos segundos-Bueno la fecha se dará depende de como llevamos las cosas-

-Si pero...es que...-Pensé una excusa rápido-Quiero que me acompañes a hablar con mi mamá-Dije y si era verdad pero no lo pensaba hacer ahora-

-¿Le vas a decir que nos vamos a casar?-Preguntó con ilusión-

-Si-Respondí-Tenías razón el decirme que era muy importante que mamá estuviera presente-

-Si... tú que la tienes, es importante su presencia en nuestra boda, sino, ¿Quién te va a entregar?-

-Iba hablar con ella de todos modos-Reí-Pero quise que me acompañaras, cuando le contentos todo lo que ha pasado estoy seguro de que te va a aceptar como su nuera-Le di un abrazo-

-Yo también así lo espero-Me dijo riendo-Estoy segura de que lo va a aceptar así como lo hizo papá-Nos separamos-

-Y eso que lo veíamos imposible-Reímos-

-Si, entonces el viernes cuando salga de la universidad nos vamos para Mérida-Me dijo sonriente-

-¿Segura que no quieres ir ahora mismo?-Pregunté porque la verdad era que yo ya quería llevármela-

-Si segura de que no quiero ir ahora-Rió-El viernes mounstro, ¿Cuál es la prisa?-

Que Zabdiel está libre, pensé.

-No, ninguna-Me límite a sonreír-Nos vamos el viernes-

-Muy bien-Dijo-

-Ya vengan a comer-Apareció el señor Eduardo-

-Si, ahora vamos-Dijo Camila-

Nos levantamos de la banca y fuimos dentro de la casa nuevamente, nos sentamos en el comedor y Flor comenzó a servir.

-Oye mounstro, ¿De dónde sacaste este anillo?-Me preguntó Camila-

-Me lo dió tu papá-Sonreí-

Camila miró a su papá sorprendida.

-¿Es el de mi mamá?-Preguntó con nostalgia y el señor Eduardo asintió con una sonrisa-

-Si, cuando me lo dió yo aún no tenía uno y tu papá me dió este-Le dije-

-Me encanta en serio-Sonrió-

Una vez que todos en la mesa teníamos un plato de calabazas guisadas, nos dispusimos a degustarlo.

Camila y yo les dijimos al señor Eduardo y a Christopher que queríamos que nuestra boda fuera en Mérida, se sorprendieron un poco pero al final terminaron aceptando.

Cuando llegó la hora de regresar al trabajo me despedí de Camila, de Christopher y de el señor Eduardo ya que ellos se iban a quedar un rato más.

Mi Destino Eres Tú |J.P.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora