LOS DAGGER

5. Lado obscuro.

No dormí en toda la noche, no podía dejar de pensar en Eider. Sus palabras resonaban en mi cabeza, su mirada y sobre todo sus advertencias.
Sin muchas ganas me puse de pie y me alisté para ir a la escuela.

-¿Qué te pasó?- me pregunto mi madre al verme. - Te ves muy mal.

-Que linda madre tengo.- dije dejándome caer en la silla.

-El viaje está programado para dentro de dos semanas ¿Estás segura de quedarte sola tanto tiempo?

Mi padre cada año tenía que ir a las oficinas de su trabajo que se encontraban en Kansas y tenía que trabajar allí por un mes. Siempre íbamos con él mi madre y yo, eran como nuestras vacaciones de verano. Pero ahora que tenía que viajar justo cuando comenzó mi ciclo escolar, no podré ir.

-Muy segura.-dije.

Las idea de tener casa sola me resultaba fascinante.

-Puedo quedarme contigo.- me dijo, pero yo sabía que no lo decía con muchas ganas.

-Mamá, casi tengo 18, puedo cuidarme sola. Usen este viaje como si luna de miel.

-¿Estás segura? Porque nunca has estado sola.

-Nada malo me puede pasar aquí, estoy bastante segura de que voy a estar bien. - dije y me puse de pie.- me voy.

-Que te vaya bien cariño.- me grito cuando estaba saliendo.

....

-Jamás te perdonaré la vergüenza que me hiciste pasar ayer.- me dijo Rachel.

-Ya olvídalo, no fue para tanto.- le dije.

-¿No fue para tanto? Quedé como una mentirosa frente a mi futura suegra y abuela de mis hijos. - me dijo como si fuera verdad.

-Que ridícula.

-Me lo dice la que se obsesiona con las cortinas cerradas.

-JA JA cuando dejes de actuar como una adolescente hormonal me hablas.- le dije y me di la vuelta.

-Y tú cuando dejes de actuar como una loca obsesiva por los chicos sexys. - me grito.

La ignoré y fui hacia mi salón de clases, afortunadamente está clase no me tocaba con Eider.

Así que entre y con toda la paz del mundo me senté en mi lugar, hasta que él entró al salón. ¿Ahora también toma está clase? Se sentó justo un asiento delante de mí, trate de hacerme la que no lo había visto, así que volví a aplicar la de mi celular, solo que ahora no era una llamada, solo fingía escribir un mensaje a mi mamá el cual decía:

Chvkjygkutut de bb kyugyg j jgjhbjf.

Mi mensaje falso para evitar levantar la mirada iba bien, hasta que alguien dijo mi nombre.

-Beth.- me dijo Oliver acercándose a mí.

-Oliver.- dice ocultando rápidamente mi celular.

-¿Cena hoy?- me pregunto sentándome en mi escritorio.

-¿Hoy? Es muy repentino.

-Si pues, mi padre cumple años y daremos una cena muy íntima, quiero que seas mi invitada.

-Wow, cumpleaños de tu padre... El alcalde. - dije nerviosa.

Mi mente pensó en mil excusas en un segundo, pero una sonaba más estúpida que la otra.

-¿Tienes algo que hacer cierto? - me pregunto.