Parte I: Capítulo 4. Compromiso

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Jiang Cheng se recuperaba lentamente. Wen Qing, a petición de Wei Wuxian, tuvo que dormirlo porque estaba fuera de control.

El mayor daño era la pérdida de su núcleo, pero no contentos con eso, lo habían azotado en todos los lugares posibles. Su piel iba sanando poco a poco pero internamente estaba devastado.

Sin núcleo, Jiang Cheng no podría ser el líder de la secta. Tampoco podría vengar a sus padres. Siguiendo el juramento que hizo, Wei Wuxian ofreció su núcleo.

El intercambio no fue sencillo. Jiang Cheng logró recobrar su fuerza pero Wei Wuxian se perdió.

En los tres meses de incertidumbre, Jiang Cheng logró reunirse con su hermana y juntos valoraron sus opciones. La decisión fue ir con los Jin, que una vez habían sido amigos de sus padres, sin mencionar que Jiang Yanli había estado comprometida con Jin Zixuan.

Ahí fueron recibidos cálidamente y con la sorpresa de que las sectas se estaban organizando para evitar que los Wen continuaran con sus injusticias. La Campaña para Derribar al sol estaba iniciando, pero seguían en la búsqueda de Wei Wuxian.

Jiang Cheng fue a cada punto en el que probablemente tendrían capturado a su hermano. Al inicio le daban palabras de aliento y aseguraban que un joven talentoso como Wei Wuxian seguramente se habría escapado. Pero cuanto más tiempo pasaba se escuchaban más murmullos y menos buenos deseos. Aunque al inicio se unieron a la búsqueda algunos jóvenes de otras sectas que buscaban un poco de aventuras y gloria, poco a poco se quedaron las pocas personas de la secta Jiang que quedaban.

—Esta vez lo encontraré.

Jiang Cheng se preparaba para hacer un recorrido donde había escuchado que se encontraba Wen Chao. Algunos testigos decían que él y sus hombres se llevaron a Wei Ying. Hasta ahora se comportaba de forma escurridiza y le iba siguiendo los pasos de cerca, pero ahora estaba seguro de que lo encontraría.

Jiang Yanli no decía nada, pero la escuchaba sollozar por las noches pensando en que su hermano podría haber muerto. Sin embargo, Jian Cheng se negaba a creerlo. Wei Wuxian era demasiado listo y demasiado necio como para morir.

Su hermana se acercó y lo abrazó unos minutos como si deseara prestarle su fuerza para continuar. Cada que salía no sólo era para buscar a Wei Wuxian. Peleaba, con los pocos discípulos que quedaban de su secta, para ganar algún territorio tomado por los Wen. Luego investigaba. Esta vez prefirió dejar a los discípulos e ir él mismo para enfrentarse personalmente a Wen Chao. En la puerta del campamento vio dos figuras blancas. Indudablemente eran dos Lan, aunque no esperaba que fueran los jades gemelos. Después de su desafortunada declaración, las circunstancias no hicieron posible que pensara en otra cosa que no fueran sus responsabilidades. Ahora era líder de una secta. Sus sentimientos no eran prioridad.

Se repetía aquello mientras avanzaba. Estaba cayendo la tarde.

Cuando entró en el campo visual de ambos, hizo una reverencia, los llamó por sus nombres y se dispuso a avanzar.

Tampoco había hablado mucho con Lan Xichen. Ambos estaban en circunstancias similares, ahora era líder de su secta tras la muerte de su padre. Presentaron sus respetos de forma breve cuando se encontraron en el campamento por primera vez y luego continuaron.

Lan Xichen era honesto y realmente había dejado atrás el incidente en el Receso entre las nubes. La seriedad de Jiang Cheng le mostró que también lo había olvidado.

Pero incluso después de repetirse muchas veces que sus obligaciones estaban primero, Jiang Cheng sintió su corazón alterado al ver a Lan Xichen nuevamente. Se maldijo a sí mismo y se obligó a verlo a la cara con serenidad.

Los lotos de GusuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora