Parte II: Capítulo 9. Días nublados

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Tras dejar la reliquia en casa de Xiao Can, se desató una llovizna

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Tras dejar la reliquia en casa de Xiao Can, se desató una llovizna. Llegaron al muelle y planearon recuperar la barca que habían arrendado en Caiyi.

Volverían hasta el Muelle del Loto y ahí Jiang Cheng le ofrecería a Lan Xichen alguna compañía que le ayudaría a llegar hasta el Receso entre las nubes. El plan iba bien, lograron recuperar la barca, subieron.

Ahora viajaban río arriba, Jiang Cheng tomó el primer turno remando porque podía ver unas ojeras ligeras bajo los ojos de Lan Xichen.

Por la noche Ze Wu-Jun pensó en su código moral y la importancia de disculparse por lo ocurrido.

—Me siento un poco inútil aquí sentado —dijo levantándose y acercándose a Jiang Cheng —es mi turno, por favor.

Tan sólo había pasado media hora pero Lan Xichen tenía una vista completa de Jiang Cheng sin que el otro lo viera. De momento se debatía entre ser sincero y contarle al otro que lo había visto durante su baño (para limpiar su consciencia) o tratar de resarcir el daño con acciones.

Luego pensaba en que debía hacer ambos o ninguno. Pero seguramente, si Jiang Cheng lo supiera, ya lo habría enfrentado. De ningún modo fingiría que no lo sabía.

—Tal vez deberíamos hacerlo ambos, viene el "dragón de lluvia" —dijo con cierta naturalidad, aunque sonaba a una superstición.

Miró el cielo y evaluó las nubes que oscurecían el cielo antes del atardecer. Finalmente explicó mientras movía la barca hacia la orilla, donde había un bosque de bambúes.

—¿El Dragón de lluvia? —Lan Xichen nunca había escuchado o leído sobre el tema.

—En Yunmeng, cada año llueve sin parar durante varios días seguidos, siempre ocurre un par de semanas después del florecimiento de los lotos. A los niños les cuentan historias; los viejos dicen que llueve mucho porque el Dragón de lluvia vuela sobre nosotros. Los días se nublan porque su cuerpo tapa el sol y no deja de llover hasta que su cola pasa. Si sales, podría caerte un trueno accidentalmente.

—Creo que es una leyenda peculiar.

—Es un cuento para niños, lo usan como excusa para que no salgan y se resfríen. Por alguna razón llamamos "dragón de lluvia" a esos días y todos lo entendemos.

—No tenemos nada así en Gusu.

Lan Xichen se vio cerca de la orilla y dio un salto. Entendió el mensaje, así que señaló un bambú y cuando Jiang Cheng asintió, lo cortó con Shuoyue y le quitó las hojas y ramas con cuidado.

Jiang Cheng sintió pena por el arma espiritual. Luego entendió que para Lan Xichen lo complicado era usarla en batalla.

En cambio, el Lan se disculpó mentalmente con su espada. No era su intención relegarla al estatus de cuchillo, pero de momento era más útil así en sus manos.

Los lotos de GusuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora