Muchas cosas ocurren cuando mueres. Se cree que el alma tarda algunos días en irse después de que el cuerpo se apaga, por eso es necesario velar el cuerpo y acompañarlo. Así el alma se desprende correctamente. Los familiares usualmente se acercan al cuerpo y le dan palabras de tranquilidad. "Estaremos bien, puedes irte", "Te extrañaremos, pero nos volveremos a ver". El alma sigue escuchando, incluso puede oler el incienso que le ofrecen, pero a medida que pasan los días los sentidos se pierden, el cuerpo se adormece por completo, el alma queda mirándose a sí misma y trata de comprender que ya está en el mundo espiritual.
En esos días se pierden muchos fragmentos, algunas almas incluso olvidan cómo murieron, tal como había ocurrido con Wei Wuxian. También hay quienes olvidan su vida pasada y su primer recuerdo es unirse a las filas de llamas espirituales.
Pero con una muerte violenta o resentida y el alma se niega a irse, se crea un cadáver feroz.
Aunque la ira, el resentimiento y la tristeza generan a estos seres, en parte son feroces e incontrolables porque todos sus recuerdos y sensaciones se han perdido, entonces sólo queda la energía resentida.
Y cuando un alma se trae de regreso a través del cultivo demoníaco, todo es peor, cuanto más tiempo pase muerta una persona, más pensamientos se pierden. Como si los recuerdos y la personalidad también comenzaran a pudrirse.
La razón por la que Wen Ning y Song Zichen eran la excepción se debía en parte al talento de los cultivadores demoníacos que los invocaron y en parte a que acababan de morir.
Llegaron a Guanyin al atardecer. Jiang Cheng estaba molesto por la compañía y porque Lan Xichen estaba sumido en sus pensamientos. Externó su molestia apresurando a Wen Ning a caminar más rápido.
Ambos cadáveres feroces se colocaron sombreros de paja para ocultar sus rostros pálidos y evitar las miradas de la gente, pero las calles estaban vacías. Antes Guanyin tenía mucha actividad por el templo, después del incidente ahora el lugar estaba ocupado por cultivadores y guardias. El bullicio provenía de las casas de té y bares que entretenían a los cultivadores y guardias de las sectas cuando terminaban su turno.
Dos cadáveres feroces estaban sellados ahí, la gente había emigrado y algunos pocos se quedaron para hacer negocio.
Ahora el ambiente era de un pueblo abandonado. Se veía como si el lugar hubiese sido dejado rápidamente. Algunos negocios aún tenían las mesas puestas y platos con comida que parecía seca pero no descompuesta.
Lan Xichen y Jiang Cheng se miraron. En el lugar debían encontrar guardias de diferentes sectas pero no había nadie. Siguieron caminando sintiendo una presencia maligna que conocían bien: ese lugar estaba marcado con la energía del cultivo demoníaco.
Era una sensación que te hacía sentir observado. No te dañaba físicamente, ni te dejaba sin respiración, pero te hacía sentir como una presa. En parte esa sensación era la que alteraba los ánimos de la gente alrededor del Patriarca de Yiling, también había facilitado que la gente le temiera y que no pudieran comprender sus intenciones.
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Los lotos de Gusu
RomanceFIC XICHENG: Jiang Cheng siempre estuvo enamorado de Lan Xichen, pero las cosas eran demasiado complicadas... "La serpiente violeta dio a luz, dicen que el bebé tiene los ojos dorados y es blanco como el jade"