30 DÍAS OTP: Adictos al Sexo [Spartor]

Día 15: En la cocina.

Narradora~•

Una noche fría se hizo presente por las calles de la ciudad de Madrid, España. Una señorita preciosa de tan solo 25 años llevaba en brazos a una bebé de tan solo 2 añitos de edad, era castaña y de ojos color verdes, una niña igual de hermosa que la madre.

Pero, la acción que aquella joven mujer iba hacer le quitaba toda su belleza del interior.

Llegó a una calle donde habían muchas casas, veía una por una para ver cuál le daba mejor pinta, hasta que llegó en una en específico que le llamo mucho la atención, era color rojo con toques blancos y un hermoso jardín bien cuidado, dió un vistazo por la ventana a la casa, en la sala para ser específico, pudo mirar un foto de dos chicos besándose, supo ahí que vivían una pareja joven y que se querían mucho, perfecto.

Se acercó por la ventana de la cocina y entre las plantas dejo a la niña.

XxX: Yo me tendré que ir mi niña... P-pero te aseguro que en esta casa te darán mucho amor -Besa su pequeña frente- Adiós mi amor, cuídate cariño.

Y con lágrimas corriendo por sus mejillas maquilladas, se alejo lo más rápido que podía de aquel lugar, dejando sola aquella indefensa niña a las altas horas de la madrugada, con la esperanza que aquella pareja hicieran un buen trabajo como padres, cosa que a ella no le había funcionado.

(...)

8:00 de la mañana apuntaba el reloj y el despertador recién sonaba, era fin de semana así que Sparta y Raptor no tenían esa preocupación de levantarse temprano para ir a la preparatoria, por suerte.

El menor de la pareja de mala gana tomo aquel molesto despertador y lo tiró en alguna parte de la habitación, el silencio nuevamente reino y el castaño claro se acurrucó una vez más en el pecho del mayor.

Raptor: Andrés... -Adormilado-

Sparta: ¿Hmm? -Tambien adormilado-

Raptor: Me debes un despertador -Se mueve un poco-

Sparta: Joder, déjame dormir, pesa'o -Se da la vuelta dándole la espalda-

Raptor: Idiota... -Se sienta y se estira- Mi idiota~ -Se inclina un poco y le da un suave beso- Ya me levantó, haré el desayuno.

Acarició los suaves cabellos de Sparta y se levantó de la cama, fue al baño e hizo sus necesidades para después lavarse las manos y la cara. Luego salió y bajo hasta la cocina para prepararle lo que era el desayuno favorito de su niño, huevo revuelto con tocino y un jugo de piña.

Se puso un delantal de color rosa pastel con rojo claro y se puso manos a la obra.

Pasaron unos 12 minutos y un Sparta con los pelos despeinados bajo para ver lo que su chico hacía, llegó hasta donde estaba el ojos color esmeralda y lo abrazo por la cintura, quedando su cabeza en la espalda y aspirando su delicioso aroma a macho.

Sparta: Huele bien~

Raptor: Lo se, esto se ve delicioso -Preparando el huevo-

Sparta: No imbécil, tu hueles bien~ -Lo abraza más- Aún estando recién despertado hueles a tu perfume que siempre utilizas.