cap:3 Franco de Lucas

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Franco

He pasado un pesado dia desde que regresé de Italia.

La empresa, los cargamentos, que me están fallando... Todo es una REAL MIERDA.

Regresé a los estados unidos, por que Guillermo me notificó que hay un traidor en la asociación y se estaban robando la mayoria de los cargamentos haciendome quedar mal con los rusos y los demas compradores.

Eso puede hacer que mi reputación quede abajo, caiga mi asociación y eso sólo lo permitiré si estoy muerto... Sólo así.

Ya son las seis de la tarde y me tengo que ir... Pero las puertas se abren sin tocar, y sólo puede ser una persona: Quenan.

-¿Se puede saber por que no tocas antes de entrar?

El no me presta atención, y se para frente a mi, con el rostro serio.

- Tenemos problemas, Franco.

¿-Que problemas?, espero que tu lo puedas resolver, por que, estoy cansado y necesito una ciesta. Digo restandole importancia al problema.

-Hackearon tu cuenta.

- ¿ Qué? Digo parándome en seco.

- como estas escuchando fran, han hackeado tu cuenta de seguridad y ahora nadie puede entrar, he buscado los mejores hackeadores en la zona y se le esta haciendo difícil.

Me agarro el puente de la nariz y respiro profundo.

- Llévame con ellos Quenan y juro que si encuentro al que se atrevió a meterse en mis asuntos, recibira la peor tortura que se haya visto.

Y no miento, por que en realidad no me pesa la mano para apretar el gatillo, y matar a quien se me oponga.

No permitiré que nadie intente jugar conmigo, por que jugará con fuego, y aseguro que se quemará.

Llego al lugar, es un almacén viejo por fuera y abandonado, pero por dentro es otra cosa.

Entro donde se encuentran trabajando y todos al verme se ponen de pies.

- No esperaba tu llegada aquí muchacho. Dice francio mi tío por parte de padre.

- Aquí tengo que estar, para que los incompetentes hagan su trabajo.

- Lo siento señor, pero nunca habíamos visto esa clases de códigos en toda mi larga vida. Dice unos de los mayores que están trabajando.

Esto de verdad es estresante, tendré que hacerlo a mi manera.

¿- cuál es tu nombre? Le digo al hombre mayor que habló.

-Olivio.

- Bien, Olivio. Digo sacando mi arma. Te doy tres dias para que haga una lista de todos los hacker de esta ciudad , todos; y aprieto mas el arma contra la cien. Y luego de que lo hagas quiero que los investigues a todos y descubras cuál fue el idiota que se atrevió a hacerme esto ¿De acuerdo?.

- S...si... S...si ... Señor.

- Bien, eso es todo, me voy. le despego el arma de su cabeza y veo como tiembla.

- Y quiero a todos trabajando, quiero esa información para el jueves, y si no la tengo acesinaré a cada uno de ustedes y beberé cada gota de su sangre ¿Entendido?.

Y todos dicen.

- Si señor, a coro.

Salgo de ese lugar con Quenan y Francio, pisandome los talones.

- Ustedes encárguense de esto aquí, iré a descansar, los veo mañana.

- Nosotros nos encargaremos franco, ve y descansa. Dice mi tío.

Me monto en mi audi negro y me dirijo a mi casa.

Me tomo una ducha y mi nana, me sube algo de comida.

- ¿Estas bien mi niño? Me pregunta mi nana, preocupada como siempre.

- Sólo algunos, problemas pero descuida, que estoy bien.

Ella me da una sonrisa de no te creo, pero se va, dejándome sólo en mi habitación.

Luego de terminar algunos documentos de la empresa, me pongo de pies y abro mi closet.

Sonrío al ver las bragas y tacones, de dicha persona.

Nathalia....Que comprometedor es el destino ¿no? Como nos encontramos nuevamente.... Esa chiquilla es muy deseable, sera un buen antídoto, para toda esta frustración...

Y vienen a mi mente sus labios... Su cuerpo...

Rayos, creo que tendré hoy que hacer de las mías, por que ya mi amiguito está despierto.

Entro al baño, con sólo una imagen en la mente, Nathalia....Seras mía, Nat y te aseguro que caeras rendida a mis pies.

Nathalia

Estoy que me como las uñas, son las siete de la mañana y no he pegado ojo, por dos razones:

La primera, no recibí dinero, por el trabajo, por que no se completó... Y mis planes de ir donde mis padres y darles una sorpresa se fue por la borda.

Y la segunda.... Franco de Lucas, es un maldito, traficante, mafioso, y debe de tener medio mundo buscandome, para acesinarme y sólo es cuestión de horas para hallarme.....

¿Qué hago? Alguién por favor, que me diga, que debo hacer...

Aaaah ya se, cogeré un vuelo y me iré a Francia donde se encuentran mis padres y hermana vieviendo y renunciaré al trabajo...

No, no, no, si me voy ahora, seré sospechosa y quizás hasta le hagan daño a mi familia. Me remuevo en la cama y pataleo como una niña.

Pensé en llamar a mis dos locos amigos, pero esto es confidencial y no se puede decir a nadie, mucho saben ellos con saber que soy hacker...

Mi teléfono suena, veo el número y no lo conozco... Lo cojo.

¿-Diga?

- ¿Es la señorita Smit? Habla una sexi voz

-Sí así es ¿con quién hablo? Digo lo mas profesional que puedo.

- Con Franco. Se me paraliza el corazón y sudo frío.

- y... Que... Desea... Señor de Lucas. Hablo lo mas claro que puedo...

- Necesito que canceles, todas mis citas de la mañana, estaré ausente.

- Es... Esta... Bien...

- Bien. Y cuelga la llamada.

Dios mío ¿Que hago....? Y esa voz tan grave, me puso mas los pelos de punta, así mismo como me exita....Hayyyy, estoy loca.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, hago mis necesidades, y me tomo una ducha fría, bién fría.

Hoy decidí por una falda negra ajustada de tubito y una camisa rosada con unos tacos bajitos negro y mi pelo suelto.

Me delineo mis ojos grises pintalabio rosa y ya está.

Tomo mi bolso y me dirijo hacía mi destino.

Cuando llego a la empresa saludo a todos los que se me cruzan excepto a milania Álvarez, esa perra se cree mucho y no la soporto mejor dicho no nos soportamos.

Aún Tyler y Amelia, no han llegado, así que me voy a mi lugar de trabajo y empiezo a hacer mis deberes.

Me concentré tanto que no me di cuenta de la hora y ni quién estaba parado mirándome.

Subo la cabeza y me llevo un real susto...

-¿Cuatro? ¿Que haces aquí?

- Vengo a hablar contigo... En privado.

La hacker del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora