La hacker del Mafioso

cap:39 Mujeres

Franco:

Estamos en unas de las casas de Francio, una de las que tiene mayor seguridad y de seguro algo no muy bueno hay ahí.

¿ -Listos chicos?
Pregunto.

-Listo señor.

Dicen los muchachos, traje conmigo algunos de mis hombre por si necesitaba ayuda.

-Amor.

Le hablo por él micrófono a mi prometida.

-¿Si bebé?
Me responde con voz dulce y sonrío.

¿ -Vez algo inusual aquí?
Le pregunto.

-Creo que dentro de la casa hay algo importante... Tienen demasiada seguridad... Franco es mejor que no entres podría ser peligroso...

-Tranquila Amor, todo está bajo control.

La escuchó suspirar y puedo imaginar que ha rodado los ojos.

-Bien... Hay como alrededor de Diez hombres afuera y adentro como unos cinco, he entrado en sus sistemas, pero mas allá no hay cámaras así que no veo mas adentro.
Dice con preocupación en su voz.

-Descuida, lo has hecho bien.
El resto me toca a mí.

¿-Listo Quenan.?
Le pregunto mirándolo.

-Como siempre.
Responde con media sonrisa.

-Bién esto es lo que haremos, Quenan y yo protegeremos sus espaldas y cuando de la señal van a entrar y aniquilar todo el que esté allá adentro, buscar que es lo que ocultan y me lo comunican ¿De acuerdo?

-Si señor.

-Perfecto.

Quenan y yo nos subimos a un edificio abandonado y preparamos todo.

¿-Listo?

Él asiente y saco mi Mcmillan tac-50.

-Wou veo que no te quedas atrás, eres envidioso.

Miro su arma y frunzo el ceño al ver que son indenticas.

Sonrío

-A la antigua.

-A la antigua hermano.

Nos recostamos en él suelo buscamos nuestros objetivos.

¿-Velocidad del viento?
Pregunto ajustando el mirador.

-20 grados.

-Perfecto.

Ajusto mi arma y observo los objetivos.

-Lado derecho son míos.
Digo

-Como quieras.
Dice Quenan empezando a disparar.

Apunto al blanco en la cabeza y disparo.

Acertado.

-Primer hombre caído.
Hablo.

-Esto es genial, creo que debemos de hacerlo mas seguido, ¿Que dices?

-No es mala la idea.
Y disparo a otro, luego a otro y otro... Hasta acabar con todos.

-Zona limpia.
Dice Quenan por un pequeño radio.

-Muchachos ya es hora.
Digo por el micrófono.

Observo como entran...

-Muchachos cambio de planes... Quiero uno vivo.
Digo con el rostro serio.

-Si señor.

No se escuchan los disparos por que las armas todas tienen silenciador.

Al cabo de unos minutos escucho unos de mis hombres.

-Señor es mejor que usted venga y vea por usted mismo.

-De acuerdo.

Quenan y yo nos encaminamos al lugar muy discretamente, hasta entrar dentro.

Él que me comunicó me espera en la puerta y me guía hacía una especie de laberinto, maloliente y todo descuidado... Que asco.

Abre una gran puerta y lo que miro dentro me sorprende...

Alrededor como de diez mujeres, abrazándose entre ellas con miedo, pero la que más me llama la atención es una joven muy mal herida, llena de marcas.

Ese maldito de Francio al parecer hacía trata de blanca.

-Hola, muchachas.
Digo entrando dentro mirandolas a cada una.

Algunas me saludan con el miedo reflejado en su rostro

- No les haré daño, las sacaré de este lugar y volverán con sus respectivas familias.
Hablo mirándolas de manera suave para que entren en confianza.

Están algo dudosas y no las culpo de seguro piensan que es un engaño.

¿-Es Francio él que las retiene aquí?
Pregunto

Ellas asienten temerosas.

Maldito.
Pienso apretando los puños.

Llamo a dos de mis hombres y las mando a sacar de ese horrendo lugar.

-Las lleva a unas de mis casas de seguridad y por favor les da los que necesitan... Y a élla digo señalando la que esta mal herida y llena de marcas de esos malditos.

– Llevala a mi casa y dile a mi mujer que busque un doctor y cuide de ella.

Salgo de ahí pensando en lo maldito que es ese hombre... No es que yo sea una buena persona, pero estoy en contra de el abuso y el maltrato contra las mujeres eso es imperdonable, cada vez que veo un asesinato de una mujer en las noticias me hierve la sangre y quiero asesinar también a esos malditos.

En él momento en que no hay mujeres dentro de la casa, mis hombres y yo le regamos gasolina por todo el lugar y lo prendemos... Ppff, tenia mucho que no hacia estas cosas.

Incendiamos todas las casas de Francio y encontramos alrededor de treinta mujeres, contando con algunas diez que encontraron mi hermano y lleral.

El abuso de mujeres igual que la trata de blanca es algo que no se acaba, cada día más hay más violaciones y maltrato, mujeres que desaparecen, yo personalmente voy en contra de eso, pero hay algunas personas que no piensan igual y creen que las mujeres solo son un juguetes para su uso o para sacar dinero.

Dile NO al maltrato de la mujer ... Bueno quiero contarles que en mi país es muy común la muerte y abusos de mujeres y es algo horrible... Quiero contarles, para desahogarme un poco con ustedes, que fui abusada cuando era niña... Y es algo horrible que no le deseo a ninguna mujer, por eso cuando hablan del abuso y maltrato contra la mujer soy una de las que alzan la mano.