cap: 17 Desánimo

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Nathalia:

Me despierto con un dolor terrible de cabeza y los ojos casi no los puedo abrir.

Eso te pasa por llorar toda la noche.

Me recrimina mi conciencia.... Y tiene razón.

Esto es lo que pasa cuando lloras mucho, no me quiero imaginar cómo es que tengo los ojos...

Me levanto y me dirijo al baño para hacer mis necesidades y luego ducharme.

Al terminar me miro al espejo y tengo el rostro demasiado horrible y no exagero es cierto... Tengo ojeras, la nariz roja y los ojos hinchados y un poco rojos.... Esto es horrible... Pero me da igual, hoy es fin de semana y no saldré.

Salgo envuelta en una toalla y no tengo deseo de ponerme ropa... Así que opté por un polo de Franco que me queda como bata y sin nada más debajo, hoy mis ánimos están por los suelo y no tengo deseo de nada.

Al bajar está Franco hablando con la nana que por cierto se llama Antonia y al verme los dos hacen silencio.

-Que ¿Acaso están hablando de mí que hacen silencio?

Digo sin darles mucha importancia.

Al llegar le cojo unos sándwiches del plato a Franco al igual que su jugo y me siento a comerlo muy tranquilamente.

-Tengo que atender algunos asuntos, con permiso.

Dice Antonia y se marcha de inmediato.

¿-Estás bien?

Me pregunta Franco mirándome de arriba abajo.

Solo asiento con la cabeza y sigo comiendo.

-Tengo que decirte algo Nathalia.

Me habla seriamente.

Lo miro alzando las cejas.

-Dime, soy todo oídos.

-Debo viajar por una semana a Italia.

Ahora si él tiene toda mi atención... ¿Cómo que va a viajar?

¿-Cuando?

Me limito a preguntar cuando en realidad quisiera hacerle miles de preguntas.

-Mañana.

¿-Mañana? ¿Y ahora me lo dices?

-Me enteré ayer y bueno... Ya sabes, estabas indispuesta.

Asiento, dándole la razón.

¿-Razón por la cuál irás? Claro, si se puede saber.

Digo clavando mis ojos en los suyos y él me mira para luego agregar.

-Debo de firmar algunos negocios que Guillermo no puede.

Entonces me acuerdo de Guillermo.

¿-Y cómo está él?

Le pregunto.

-Él está bien... Como siempre.

-Lo saluda de mi parte.

-Esta bien... Pero necesito que hagas algo por mi.

-Mmm, con que era eso ¿Cierto?

-Asi es, necesito de tu ayuda.

Dice fríamente.

-De acuerdo ¿Para qué soy buena? Digo de mala gana mientras dejo el desayuno de lado.

-Necesito que investigue a Emilio Álvarez, quiero saber todo de él, absolutamente todo.

Dice con una expresión que da ... Miedo y observo pasa la información en un sobre amarillo.

Emilio Alvarez, empresario en las mejores cadenas de hoteles cinco estrellas más reconocidas de Italia y algunos países más.

Edad: 45 años de edad.

Tiene dos hijos y una esposa que viven junto a él.

-¿Esto es todo?

Digo y él asiente.

Pero la curiosidad me mata...

-Amm ¿Por que me das éste trabajo a mi cuando tienes bastantes hombres que pueden hacerlo?

-No confío en ellos.

Dice él.

-Mmm entonces en mi si.

Hablo emocionada.

-Algo así.

¿-Cómo que algo así?

Menciono cruzandome los brazos...

El sólo se encoge de hombros y mira su teléfono.

- Entonces ¿Cómo estás tan seguro que no te voy a traicionar?

El se acerca a mi y dice.

-Por qué lo puedo notar cuando estas debajo de mí gritando y gimiendo mi nombre mientras te retuerces cuando estoy dentro de tí... Y por eso deduje que no lo vas a hacer.

Habla con una sonrisa pícara el muy cínico.

Me pongo como un tomate de roja... Así que me coloco de pie.

-Iré a hacer el trabajo, hablamos luego.

Y me voy como alma que lleva el diablo.

(...)

Tres horas más tarde... Tres horas me llevó encontrar todo lo que buscaba y todo eso que mis bebes son muy rápidas, no puedo imaginarme si no los fuera... Duraría una eternidad...

Me levanto con toda la información en mano ya que lo saque en la impresora... Si eso hice, también lo organice de la mejor manera ¿Por qué hago eso?

Me pregunto seriamente.

Me dirijo al despacho de Franco ya que seguro ahí... Y adivine bingo.

Lo sé, soy toda una experta y no por presumir.

Toco la puerta y escucho un pase.

Al entrar él sube la cabeza y me mira con esos hermosos ojos claros que tiene.... Fuera malos pensamientos.

- Toma, ya tengo toda la información que querías.

Le digo tirando los papeles en su escritorio.

¿-ya acabaste?

Dice sorprendido.

-Sip.

-Eres bastante rápida creí que durarías alrededor de dos o tres días.

¿-Enserio?

Digi sorprendida y ofendida de que crea que tenga tan poca capacidad.

Y le tiendo mi mano.

El me mira extraño.

¿-Qué?

-Pagame ¿Acaso piensas que trabajo de gratis?

El enarca las cejas, me hala del brazo y me sienta en su regazo.

-Te recompensaré de la mejor manera.

Antes de que yo responda sus labios están encima de los míos besándome de una manera apasionadamente y expresandome mediante ellos... Cosas que no entiendo.

-Serás sólo mía el resto del día y la noche, ya que no te veré durante una semana, espero que aguantes.

Y se ríe en mis labios con sorna.

Uuyy, pero que ofensa... Ja, no me conoces... Ya verás Franco de Lucas me saldrás corriendo.

Jajaja, me río en mi mente como una malvada loca...

La hacker del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora