cap:15 Mis amigos

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Nathalia:

Me quedo un rato pensando.

¿-Estás bien?

Me pregunta Franco.

-No, estoy jodida... Mis amigos saben que no vivo en mi departamento...¿Qué hago ahora?. Tapo mi cara con mis manos nerviosa y muerdo mis labios.

Siento como Franco quita mis manos y me mira.

-Diles la verdad.

-Pero si les digo tendré que decirle lo que soy y lo que tú eres y el por qué... No, no creo que sea buena idea.

Digo negando varias veces.

¿-Confías en ellos?

Me pregunta con el rostro serio.

-Si.

Susurro asintiendo.

-Entonces dile la verdad.

Me quedo mirándolo y me gustan sus ojos... ¡Que lindos son!

¿-Por qué me miras así?

Dice acercándose de manera peligrosa a mi persona.

-Me gustan tus ojos.

Digo casi en un hilo de voz.

Estampa sus labios con los míos y sus manos viajan a todos los lugares de mi cuerpo.

Nos separamos por falta de aire y él junta nuestras frente.

-Me estoy volviendo adicto a tus labios, son tan deliciosos.

Dice con voz ronca y le sonrio croqueta, Franco se aleja de mí con un suspiro para conducir a casa.

Agarro el teléfono y mando la ubicación de la casa de Franco a los chicos.

Vivo aquí, nos reunimos en una hora y prometo contarles todo.

Inmediatamente recibo un.

OK.

Dejo el teléfono y miro los edificios.

-Nat.

Me llama Franco.

¿-Mmm?

-Tenemos que viajar.

¿-Que, como que viajar?

Digo mirándolo de repente.

-Tengo que cerrar algunos negocios en Alemania... Y tu como mi asistente es obvio que no te puedes quedar.

Me quedo un rato pensando... Mis padres se mudaron a Alemania por trabajo y tengo tiempo que no los veo... Sería bueno darle una visita sorpresa...

¿-Por cuantos días?

-Tres.

¿-Tu crees que me de tiempo de visitar a mis padres...?

El me mira de reojo.

-Si quieres alargamos más el plazo para que veas a tu familia.

Habla mientras conduce.

¿-Harías eso por mi?

- Por supuesto, no es nada.

Dice fingiendo indiferencia.

No se por que siento como algo dolió dentro de mí...

Llegamos a la casa, bajo del auto y me dirijo a mi habitación a cambiarme.

Si, la habitación es mía... Aunque Franco le quitó el hermoso color que le puse... Jeje.

Me coloco una pijama de Mickey Mouse ( Siempre digo miquemao) después de darme una corta ducha... Si, lo sé es que me encantan los muñecos animados.

Bajo para hacer galletas para mis amigos.

Le ruego a Dios de que no se enojen conmigo por ocultarles esto...

Me siento en el sofá a esperar con los nervios a flor de piel.

¿-Nerviosa?

Me pregunta Franco con burla.

-No te burles.

Le digo haciendo un puchero infantil.

El se acerca y se sienta donde estoy.

-Puedo ayudarte con los nervios, se te quitarán de una vez... Por cierto, ya he hablado con mis hombres para que dejen pasar a tus amigos sin problemas.

Dice acercándose a mí y me guiña un ojo muy sexi.

¿-Cómo harás eso?

Digo siguiéndole el juego.

-Fácil.

Me levanta, me sienta en su regazo y empieza a besarme.

Empiezo a sentir su dureza en mi parte y empiezo a hacer movimientos circulares.

Escucho como jadea, entra una mano dentro de mi pijama y acaricia mi cuerpo lentamente deleitándose en él.

En eso suena el timbre de la casa y me separo de él de un sólo salto.

-Tengo que abrir.

Digo con la respiración agitada.

Me acomodo todo incluso el cabello y voy a abrirle a mis queridos amigos.

-Hola.

Le digo al abrirle la puerta y verlos a los dos parados mirándome con cara seria.

Mierda esta será una gran nochee... ¿Quién me ayuda?


La hacker del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora