Capítulo 7

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๑ ¿Pero que ha pasado? ๑

Narra Auron:

El día había acabado, fue algo muy, pero muy pesado y cansado, solo quería tirarme en mi cama y dormir por un día entero.

Pero primero tenía que ir a darme un baño, ponerme ropa cómoda y después podría ir a dormir y eso hice, por suerte Perxita se había ofrecido para revisar los registros, noto mi cansancio, obviamente se lo agradecí.

Una vez entre a mi cuarto para dormir, sobre mi cama vi algo que casi me hace llorar – ¡Frederick! – Grite mientras corría para abrazar a mi pequeño pollito.

– ¿Dónde estabas? ¡Te extrañé! –

Mientras lo abrazaba con lágrimas en los ojos, Mónica apareció en la puerta de la habitación – Ayer estuvo toda la noche fuera de tu habitación, estabas tan dormido que no lo notaste –

Eso hizo que quisiera llorar a un más y abrace aún más a mi pollo – ¡Lo siento tanto Frederick! Prometo que no te volveré a dejar –

Aquella noche dormí con Frederick a mi lado.

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Estaba durmiendo, era un sueño tan profundo, que no podría abrir los ojos aún que quisiera.

"Te daremos lo que nos pediste, presta atención a todos los detalles, nota cuál fue el error, está es tu última oportunidad"

Otra vez esa voz que no lograba recordar, esa voz decía cosas extrañas ¿Mi última oportunidad? ¿A qué se estaba refiriendo?

Después de eso, un rayo de luz hizo que abriera los ojos poco a poco, cuando los abrí completamente me talle los ojos y me estiré.

– Debo levantarme, Perxita necesita mi ayuda – dije mientras me levantaba de la cama.

Mis pies descalzos tocaron el frío piso, mientras bostezaba caminaba al baño, tenía la intención de lavarme la cara, abrí la llave del agua, salió un chorro y junte mis manos para que el agua cayera ahí, cuando atrapé un poco de agua, acerque la cara para tirarme un poco de agua.

Me talle la cara un poco, con los ojos cerrados busque una toalla y me seque la cara, cuando lo hice abrí los ojos para verme en el espejo y lo que ví me alteró un poco.

– ¿Cómo? – dije casi gritando.

Aquella persona que veía en el espejo no era yo, ¡Esa persona ya no era yo! El Auron que estaba viendo era el Auron que había dejado atrás, mi cabello era de nuevo obscuro, mis ojos eran otra vez negros y mi mechón de fuego había vuelto ¿Qué pasó?

Con nervios toque mi rostro, como queriendo creer que ese era yo, tragué en seco cuando note que el reflejo se movía.

Una vez reaccioné, mire a mi alrededor y Oh no, tenía otro problema ¿Dónde diablos estaba? Está no era mi casa, salí del baño con la intención de ver en donde estaba, me encontraba en una habitación que no era mía.

Necesitaba saber en donde estaba, así que empecé a buscar algún indicio dentro de esa habitación, busque debajo de la cama, dentro de los buros, incluso busque en el baño y no había nada, estuve buscando la respuesta por un rato.

Y entre más buscaba más me preocupaba, todo estaba apuntando a una persona en especial – Solo queda el ropero – apreté los labios y me empecé a acercar al ropero, cuando estaba al frente lo abrí con lentitud.

Cuando lo abrí por completo mis sospechas se confirmaron, esa ropa era de..... – ¿Auron? –

Cerré los ojos cuando escuché su voz, mi corazón empezó a latir con fuerza ¿Qué había pasado el día anterior? ¿Dónde estaba Perxita?

El chico volvió a llamarme, así que tuve que voltear y entonces me encontré con su mirada azul y su cabello castaño.

– L-Luzu ... ¡Puedo explicarlo! –

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Narrador Omnisciente:

El castaño le dio una mirada que demostraba confusión – Si, me debes una explicación –

Auron se quedó inmóvil ¿Cómo explicarle que no tenía ni idea de cómo es que llegó ahí?

– Luzu... Yo... –

El castaño se acercó a él con una sonrisa, una vez enfrente de él empezó a reír – Tranquilo, era broma, toma – Luzu le estaba entregando un cambio de ropa.

Solo así Auron se dio cuenta de que solo tenía puesto unos bóxers y una playera ligera, por inercia jalo la playera para ocultar su parte baja, tomo rápidamente la ropa.

Luzu nuevamente empezó a reír – Corre ve a cambiarte antes de que cambie de opinión – El castaño procedió a guiñarle un ojo.

¿Luzu estaba coqueteando con Auron? Eso solo lograba confundir un poco más al ahora moreno, no estaba entendiendo nada ¿Luzu no estaba enojado y dolido con él?

Auron no perdió el tiempo y se encerró en el baño, una vez dentro empezó a pensar ¿Por qué Luzu tenía ropa suya? Además ¿Esa ropa no era la ropa que llegaba usualmente cuando vivía en Karmaland?

Auron debía salir de ahí cuanto antes, necesitaba hablar con Perxita para que el le contara todo lo que había pasado la noche anterior.

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Narra Auron:

Me cambié con rapidez, necesitaba respuestas cuanto antes, una vez terminé de ponerme la ropa me mire en el espejo antes de salir del baño – Parece que volví a mis orígenes – medio peine mi cabello y una vez hecho eso salí con cuidado del baño.

Para mí mala suerte Luzu seguía en el cuarto, estaba tendiendo la cama, suspiré, tendría que volver a cruzar palabras con Luzu.

Salí con miedo, el castaño me miro con una sonrisa y señaló la puerta – Baja a desayunar, hoy hice el desayuno yo –

Caminé hacia la puerta, en verdad no quería pasar más tiempo en esa casa, así que rechazaría la invitación, pero Luzu se acercó hasta mi, acaricio mi cabello y note que tenía intensiones de darme un beso, obviamente me alejé, no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando, me acerque a la puerta y la abrí rápidamente.

– Te veo abajo – Dije por inercia y procedí a salir del cuarto.

Bajaba las escaleras con cierta cautela ¿Qué pasó ayer? ¿Dónde estaba Perxita? ¿Por qué estoy en su casa? Fruncí el seño – ¡No estoy entendiendo nada! –

Termine de bajar las escaleras, nada más bajarlas una vosecita llamo mi atención – ¡Papi! – Voltee rápidamente.

La voz le pertenecía a una pequeña niña, era castaña y de ojos azules, era clavadisima a Luzu ¿Sería su hija? Así que Lana y él habían tenido una hija, era... Linda.

– H-Hola – Saludé con mi mano.

La niña me miro mientras ladeaba la cabeza – Hambre – ¿Cuánto años tenía? Unos... ¿Cinco? ¿Seis?

Cuando ella vio que no reaccione, se bajó de la silla en la que estaba como pudo y fue a tomar mi mano – Tengo hambre – Empezó a tirar de mi mano llevándome a la cocina.

Yo solo la seguí, al parecer la niña era muy confiansuda, cuando llegamos a la cocina ella alzó los brazos para que la ayudará a sentarse de nuevo en su silla.

Yo la ayudé, la cargué y la senté en su silla – Bien ¿Ahora qué? – Le pregunté, ella señalo hacia un mueble en el había un plato con varios hotcake.

Suspire ¿Cuántos debería de darle? Yo comía unos tres y con eso estaba satisfecho, pero ella era una niña ¿Estaría bien con solo dos?

Tomé un plato que encontré por ahí, tome dos hotcake y los puse en aquel plato, después se los di a la niña.

Una vez se los dí iba a irme, después de todo quería buscar a Perxita cuánto antes, sin embargo Luzu bajo, me vio y después a su niña.

Ah.. irme de está casa iba a ser imposible, tenía que escaparme.

El Hubiera No Existe [Luzuplay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora