El Hubiera No Existe [Luzuplay]

Capítulo 40

๑ Los Dioses Me Hablaron ๑

Narra Auron:

– ¿Qué fue lo que pasó? – Pregunto Rubius mientras me miraba con preocupación.

Luzu quien aún estaba a mi lado les dio un resumen de lo sucedido, pues teníamos que perseguir a esas personas tal vez teníamos oportunidad de atraparlos.

No perdimos más tiempo y corrimos por dónde se habían ido, salimos por el mismo túnel que ellos, aún que el camino ya estaba algo destruido por la explosión.

Cuando al fin salimos de ese lugar, salimos en una montaña, miramos por todos lados, sin embargo no encontramos nada, ni un rastro ¿Cómo se fueron tan rápido?

– Chicos .. tienen que ver esto – Dijo Fargan quien estaba mirando hacia la montaña de enfrente.

Todos dirigimos la mirada hasta ese lugar y nos encontramos que la montaña tenía la forma de una calavera gigante, Luzu, Fargan, Willy y Rubius rápidamente reconocieron ese lugar.

– Es el viejo escondite de la hermandad – Dijo Willy con una voz baja.

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– ¿El viejo escondite de la hermandad? ¿Que hacían ellos ahí? – Pregunto Lolito quien estaba cruzado de brazos.

Alex soltó un gran suspiro – Probablemente lo encontraron abandonado y solo lo usaron como escondite –

Cuando salimos de ese lugar, fuimos directo al pueblo, teníamos que hablarlo con los demás, teníamos que hacer algo entre todos.

– Vamos a entrar de nuevo, seguramente hay cosas que nos ayuden ahí dentro – Dijo Perxita.

Yo negué con la cabeza – No, antes de que se fueran explotaron todo el lugar para borrar pruebas, hay solo ruinas ahí –

– Podemos usar magia – Propuso Vegetta.

Yo me crucé de brazos, todos estaban dando ideas de como recuperar si quiera una pista, sin embargo yo estaba pensando en otra cosa, las palabras del enmascarado "Soy el mismísimo diablo" estaba seguro que eso lo había escuchado en otro lado.

Cuando al fin habían llegado a una solución, Perxita y yo regresamos a casa, en todo el camino estuve ausente, dándole vueltas a todo lo sucedido.

– Auron... ¿Ya me vas a contar? – Pregunto el payaso.

Yo lo voltee a ver – ¿De que hablas? Todo ya lo dijeron en la reunión –

Perxita negó con la cabeza – no hablo de eso, me refiero a sobre lo que estás pensando ¿Que te paso? ¿Qué te tiene así de pensativo? –

Yo suspire y le di una media sonrisa – Nunca se te escapa nada – mire hacia el cielo y después procedí a contarle todo lo que me había pasado en aquella cueva, desde la flecha con veneno hasta el calavera.

Perxita se quedó callado, cuando termine de hablar este me miro con seriedad – Como ... ¿Cómo sabe de nuestros apodos? ¿Cómo sabe de Gustabo y Horacio? –

Mire hacia abajo – No tengo ni idea, seguramente nos investigo por completo a menos de que  –

– Conozca a Gustabo y a Horacio –

Cuando Perxita dijo eso, yo pase una mano por toda mi cara, después que hice eso solté un pequeño grito  – No lo sé, puede que sea eso, puede que no, mi cerebro está a punto de explotar de pensar tanto, tantas piezas y ninguna encaja –