Lo miró de manera cariñosa, con sus pulgares húmedos por sus lágrimas, su mano viajó a su cuello, tomándolo firmemente. Sintió como fue empujado hacia los labios del europeo. Fue atrapado en la jaula de brazos del polaco, que, aunque pareciera que no tenía mucha fuerza, acababa de comprobar que, de hecho, tenía bastante. No despegó del europeo, y no era precisamente porque le gustara, sino, porque estaba siendo forzado y atrapado. El contrario quería dejar ir sus labios, introdujo su lengua al beso, cosa que le causó una arcada al mexicano, que fue callado al sentir la mano de Polonia debajo de sus ropas. Fuera de sí, se dejó ir. Había entendido todo y nada. El de pelo cobrizo comenzó a desabrochar los botones de la playera del moreno de manera tan cuidadosa y delicada, mientras veía al otro entrar en un trance frenético. Dirigió su nariz a su cuello y aspiró. El aroma de un naranjo en flor invadió sus pulmones y lo hipnotizó.
―Te protegeré―susurró directo en las clavículas y le plantó otro beso―, no dejaré que nos vuelvan a dañar a ambos.
[...]
En esa celda donde se tenía que meter para fingir que estaba pagando sus errores, estaba quizás una de las personas más altas de este mundo llamado planeta tierra. Escuchaba tranquilamente desde su teléfono la repetición de uno de los mejores programas de Europa. Quizás parecido al Superbowl, pero con la diferencia de que, en este evento no se basa en algún deporte, sino, en cantar e interpretar canciones, siendo cada participante de un distinto país de la Unión Europea. Este evento es nada más y nada menos que Eurovisión.
Para cualquier persona de otro continente pensaría que sus interpretaciones eran ridículas e incluso absurdas, los europeos tienen un humor muy extraño. Pero para ellos, ahí está su gracia, y se emocionaban tanto cuando su país ganaba.
Volviendo a escena, estaba riendo absurdamente alto, sin importarle quién lo estuviera viendo, y este era el caso. Allí estaba Ucrania viéndolo con desaprobación.
―¿Qué mierda haces?
―¿Tú que crees? Viendo la repetición de Eurovisión―señaló la pantalla de su móvil.
―A veces eres como un niño ¿qué diría papá?
―Que quién ganó.
Recibió una cachetada del rubio, pero él ni se inmutó. Inclusive subió más el volumen.
―Uno, dos, tres, cuatro―tarareó en español.
―¿No que odiabas ese idioma?
―La canción es pegadiza.
―Imbécil. Ya regrésate a tu casa, nadie va a venir, es seguro irte.
―Dijo el ciego, mira quién viene ahí.
Bielorrusia entró por la puerta, anunciando su llegada con el sonido de sus tacones.
―Reunión familiar ¡yay!
―Cállate―gritaron unísonos Bielorrusia y Rusia.
―Eres tú.
―Soy yo.
―Entonces ya me voy, adiós.
Ambos hermanos vieron como se llevaba una mochila y se iba por la puerta "escondida".
―¿Ahora que hacemos?
―Yo vine a golpearlo, me debe dinero.
―¿Ahora que hizo?
―Le ayudé a pagar su fianza.
―¿Qué? Igual me pidió a mí para eso.
[...]
―Entonces así está la cosa ché.
El contrario estaba besando y tocando la pierna de una chica, mientras ignoraba al argentino.
―¡No estés garchando en mi sofá pelotudo!―tomó un cojín y se lo lanzó a la pareja de tortolitos.
―¿Weon que te pasai'?
―No puedo creer que ya andes cogiendo como toro si apenas te acaban de dar de alta... ―miró a la chica―espera ¿¡Esa no es la enfermera!?
―No―la chica lo miró negativamente―, bueno, sí.
―Ay santo dios.
―Ahora somos pareja.
Abrazó a la chica y esta le dio un beso mientras se veían.
―Me llamo Margarita, un gusto señor Argentina―tendió su mano al frente.
―Un gusto Margarita, y, dime Arge―se dieron un apretón de manos.
―Si algún día necesitan mis servicios ahí estaré―ambos asintieron―. Mi amor, ya me tengo que ir, me toca guardia esta noche.
―Claro amor, nos vemos al rato.
La chica se fue y dejó a los dos hombres solos.
―Ah si ¿qué me decías hace un rato?
―¿De dónde salió?
―¿Salió quién?
―¡Margarita!
―Ah ya, venía conmigo cuando entramos ¿no la viste?―Ni puta idea.
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I Keep on Falling [AleMex]
Fiksi PenggemarMéxico y Rusia llevaban tiempo siendo pareja, sin embargo, por azares del destino, su relación fue empeorando cada vez más. Al punto donde lo único que mantenía su relación estable era tener sexo. Incluso, tras descubrir la infidelidad de Rusia, Méx...