Capítulo doce.

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"Sometimes I just want you to stay, did you have to go there"

En la vida es muy necesario cambiar constantemente de rutina. Todo se vuelve monótono con el tiempo. Desde comidas hasta lugares, tarde o temprano vas a dejar de llenarte emocionalmente, y sentirás un vacío. Depende de ti si buscas un cambio para llenarte o quedarte en tu rutina, donde desperdiciarás tu capacidad de asombro rápidamente. Para nosotros, los seres humanos, es muy fácil crear relaciones afectivas, obviamente depende de la persona claro está, pero siempre pasaremos por un proceso para comenzar esos lazos. En el ámbito amoroso se le llama "cortejo", pero por ahora no se me ocurre ningún nombre para las "amistades" ―mejor llamadas "relaciones afectivas" ―. Dependiendo con el tipo de persona con la que quieras tratar, más fácil o difícil será este "cortejo". Para una persona cálida resulta bastante sencillo y rápido formar una relación con una persona de su tipo, si es alguien frío será más complicado pero no imposible. Si mezclas una persona cálida y una fría ¿qué nivel de dificultad tendrá?

Tomando las riendas de la historia. Viéndolo desde un punto de vista psicológico Alemania es una persona muy monótona, que no arriesga ―cosa que los Mirreyes odian―, que siempre se queda estancado en su rutina, y eso no es para nada malo, a él le gusta vivir así. Cada que suceden situaciones al último momento siente una sensación de enojo o frustración porque está afuera de su zona de confort, sin embargo, en sus adentros, se emociona por la sensación de experimentar algo nuevo. México, por su parte, es una persona que normalmente le gusta vivir nuevas experiencias, que no puede estar quieto. Es la clase de persona que cuando va de viaje a Acapulco se apunta a todas las actividades: se hace trenzas, se tatúa, prueba cosas exóticas, platica con las doñas en la piscina e intenta hacer la mayor cantidad de cosas posibles para que esa sensación de necesitar asombrarse y disfrutar se quede allí, dentro de él. Si bien es cierto que últimamente ha pasado una mala racha de suerte, donde su estilo de vida se hizo monótono por unos largos cinco años, sigue teniendo ganas de descubrir todo lo que el mundo le puede dar desde que "nació" ¿Qué pasa cuando juntas hielo con fuego?

Realmente no se sabe. El fuego no tiene masa, y el hielo sí. El fuego no puede atravesar el hielo, y el hielo puede atravesar el fuego. Bueno, eso refiriéndonos a los elementos, pero si hablamos de personas la cosa cambia. Definitivamente este dúo de personalidades es bastante interesante, más cuando comienzas a pensar los dispares que tienen y como arreglarían sus problemas. De algo que estamos seguros es que México y Alemania se conocerán más. Y es que bueno, verse de lejos y saludarse no es una "amistad" de este lado del charco.

El alemán suele pensar muy a fondo sus problemas y planear bien qué es lo que va a hacer para resolver cada cosa. Su vida social está fuera de su mente durante mucho tiempo, pero si algo es cierto es que es muy resentido. Rusia queda descartado de personas en las cuales confiar o tan siquiera dirigir la palabra. En sus años más jóvenes, creía que él no tenía derecho de con quién hablar o no, se sentía uy mal y arrepentido de su pasado. Al día de hoy, esas heridas aún están, pero ya no duelen, están cicatrizadas y solo queda la marca que dejaron, y que, ya ignora por completo. Últimamente ha estado pensando en planes para acercarse al mexicano, no mentiría, es muy malo con ello, cosa rara, ya que suele ser el mejor en organizar reuniones con políticos o figuras públicas. Pensó en llevarlo a comer a algún lugar "lindo", no muy extravagante pero tampoco mediocre. También pensó en algún museo, pero ¿realmente quería que su futuro amigo viera las masacres que él mismo vivió?, no, mala idea. Estaba consiente que el mexicano era mayor que él, y por mucho ―igual no tanto― y que había vivido miles de horrores. Pero cuál forense en taquería, no le importaba mucho y quizás hasta ya se acostumbró.

Por otra parte, ahora debía esperar a que lo dieran de alta, ya que no se había recuperado de los balazos y torturas de su expareja, ¡oh! Y también el otro latino debía salir. Su cabeza estaba hecha añicos, ya no sabía qué hacer. Necesitaba una amistad, y sabía que México sería justo lo que buscaba. Le caía bien, y a pesar de que el americano tenía aspectos que no le gustaban a él en cuanto a personalidad, sabía que podía contar con él tal y como hizo ciegamente el otro. Llamó a su secretaría ―que estaba en su oficina― y le preguntó:

― ¿Me recomiendas un lugar lindo?

La susodicha lo miró con curiosidad.

― ¿Aquí?

―Sí.

― ¿Para qué?

―Para salir. Oye, haces muchas preguntas.

―Si me pides saber sobre algún lugar, creo que es obvio que te pregunte para qué

―Cierto, tienes razón.

―Depende qué quieras hacer―acomodó sus pendientes y prosiguió― ¿vas a ir solo o acompañado?

― ¿Importa? Bueno, iré acompañado.

― ¿Ahora con quién?... Déjame adivinar ¿Steinmeier?

― ¡No! No es con algún político.

― ¿Alguien de relaciones exteriores?

―No.

― ¿Algún famoso?

―No.

― ¡Ah, ya sé! ¡Un país!

―Sí.

― ¿Estados Unidos? ¿Canadá? ¿Austria? ¿Francia? ¿España?

―No, no, no, no, no.

― ¿Por qué tan monosilábico Deutsch?

―Latino.

― ¿Colombia?

―No, es México.

Y así fue como a la recatada secretaria Adalia se le iluminaron los ojos al ser sacada de duda. Estuvo máximo media hora recomendando lugares para ir y pasear.

―Esto no es una cita romántica, solo quiero ser su amigo.

―Entonces solo habla. Llámalo por teléfono y habla con él. Durante horas y horas, gánate su confianza y luego ya, son amigos.

―Hablar... ¿Qué?

―No sé tú, yo hice eso con Gretel de relaciones exteriores y ahora somos superamigas.

―Perfecto, me parece excelente, pero ¿tienes su número?

I Keep on Falling  [AleMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora