Cap. 18 Nuevo Poder

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Pov. Tarrant

Habían pasado unos 5 meses desde que mi abuelo murió. Los primero dos meses fue un golpe muy fuerte, y el ambiente se sentía muy pesado. Pero, con el paso del tiempo, fuimos avanzando y superándolo. Seguimos con nuestras vidas, pero, aun se sentía ese vacío en nuestros corazones cuando venía el circo para dar el espectáculo de todos los meses en el pueblo. Mi Tío Jonth era el que presentaba cada nuevo ahora, y no es que no lo hacía mal, nada de eso. Solo que no se sentía igual que cuando lo hacia mi abuelo. Nunca voy a olvidar su carisma, sus palabras, y todos los consejos e historias que me había contado desde que era niño. Mi madre se encontraba de luto por su muerte. A pesar de que no solía usar negro, comenzó a usar unos vestidos de tonos oscuros por un tiempo. Solo espero que esto no le haya afectado mucho. No me gusta verla tan decaída.

El mismo mes cuando mi abuelo murió, vinieron los nueves días e que estuvimos haciéndole unos rosarios. Todos los miembros del circo se quedaron esos nueves días que duro el rosario. Era triste pero, sabíamos que el alma de mi abuelo se encontraba en paz.

Con el paso de los meses, me concentre en el embarazo de Alicia. Ya tenía 6 meses y ya casi no podía moverse. Le ayudaba en todo lo que podía. Mi padre me permitió quedarme en mi casa y no asistir al trabajo para que estuviera pendiente de ella y no dejarla sola por medio día. Mis hermanos nos traían la comida del mercado y algunas cosas para que Alicia estuviera cómoda. A pesar de que les decía que no tenían que preocuparse, que yo podía encargarme de comprar las cosas para la casa, ellos no me hacían caso. Me dicen a mi terco pero, todos somos igual de tercos.

-Amor, no es necesario que hagas eso – me dice Alicia mientras se encontraba recostada en la cama. Estaba acomodando sus vestidos que había lavado en el closet. No quería que ella se esforzara mucho.

-sabes que no me molesta – le dije para luego acercarme a ella. – Me gusta ayudarle – le dije mientras la besaba en la frente.

-¿Qué hice para merecerte? – me dice con una sonrisa.

-llegar a Infratierra – le dije con la misma sonrisa. Acaricio su vientre un momento. En todos estos meses, ella no había sentido algún movimiento de parte del bebe - ¿no se ha movido aun? – le pregunte preocupado. Ella se me queda mirando un poco angustiada.

-no sé por qué no se mueve...se supone que a los 5 meses comienza a dar pataditas.

-quizás....solo se está tomando su tiempo – le dije para calmarla.

Paso un rato en silenció. Me quede recostad a su lado mientras no quitaba mi mano de su vientre. Ella casi se queda dormida, y yo siento algo. Abro los ojos y comienzo a mover mi mano sobre el vientre de Alicia. En eso, siento una patada del bebe. Sentí una emoción de golpe. Comienzo a mover a Alicia para que lo sintiera

-mmm... ¿Qué pasa? – dice medio dormida.

-se mueve – le dije emocionado. –se está moviendo. – ella se reincorpora rápidamente y pone su mano donde estaba la mía. En eso, ella siente el pequeño golpe.

-hay bebe – dice emocionada al sentirlo – sí, aquí esta mami. – dice mientras pone sus manos sobre su vientre y siente más movimiento.

-pequeño travieso – le dice mientras rodeaba los hombros de Alicia con un brazo y con el otro tocaba su vientre – ya nos tenías preocupados.

-no le hagas caso a tu papi. Nos alegra que estés bien – dice Alicia con una sonrisa para luego mirarme – habla un poco con él.

Yo me le quede mirando por un rato para luego ponerme cerca de su vientre. Lo toque un poco y justo donde puse mi mano, sentí un pequeño bulto. Parecía que había puesto su manita hay.

Wonderland: Mas de una MentalidadWhere stories live. Discover now