Incompatibles

XV

DYLAN

Todo estaba quedando perfecto, la gente que contraté para decorar el lugar se había lucido. Coloque mi más reciente adquisición de exhibición, quiero apoyar al medio ambiente, así que estoy ayudando a encontrar nueva tecnología para que los autos no contaminen. He gastado millones de dólares y el auto de exhibición, es uno de los resultados de lo que estamos logrando. La gente empezó a llegar y rápidamente el lugar se llenó, pero yo solo esperaba a mí ángel, le ordene a unos de los de seguridad que me avisara cuando llegara porque sabía que no escucharía mi teléfono si ella me marcaba, pero aun no he tenido noticias.

Troy parecía el más feliz de todos, empezó a beber y ligarse a las chicas, mí tío (aunque es mayor) tiene buen cuerpo y jamás se le resisten las mujeres. A veces siento que lo odio, pero no puedo odiarlo, es la única familia que tengo. Varios empresarios se acercaron a mí, todos llegaban y me felicitaban por mis logros. Algunos de mis socios minoritarios se reunieron a discutir algunas cosas de los nuevo modelos de auto, pero yo no estaba concentrado, solo miraba hacía la puerta buscando a Lexi.

Casi una hora después el lugar ya estaba a reventar, nervioso y preocupado al mismo tiempo me puse a recorrer el lugar ya iba a empezar la presentación y queria a mi angel a mi lado. De pronto, de la nada, una chica de pechos grandes y caderas anchas se acercó a mí.

—hola guapo...– su voz era chillona.

—hola— contesté cortante.

—esto es espectacular guapo— se pegó a mí y paso y lengua por mí oreja —busquemos un lugar más tranquilo bebé… ¿No quieres divertirte un rato? Me han hablado maravillas de ti.

Por primera vez estaba dudando, jamas me negaba al sexo gratis con una desconocida, pero hoy algo dentro de mí, me decia que no lo hiciera. Ella bajó su mano despacio a mi entrepierna y me sujetó las bolas, empezó a acariciarlas sin que nadie nos viera y pego sus labios a mí cuello.

—Vamos bebé, quiero probar el enorme pene del gran Dylan Spencer.

La tomé de la nuca y la pegue a mi cuerpo excitado. Mi amigo ya estaba duro como una roca y la chica era tan tentadora, pero una dulce voz volvió a mí cabeza, mí ángel. Quería tomar a esta chica y cogerla hasta que gritara mi nombre, pero no podía, solo el pensar en Lexi, la chica frente a mí me parecía insignificante. Una voz conocida nos distrajo, era Troy.

—vaya, vaya… no pierdes el tiempo Dylan— me miró alzando una ceja y escaneo a la chica de arriba abajo —¿No me vas a presentar?

—ni siquiera la conozco— dije serio y me aleje de la chica—tengo que irme.

Me aleje de los dos y empecé a caminar, Troy como es su costumbre la abordó rápidamente y se la llevó a una de salas privadas. Estaba decidido a buscar a mí ángel, saque el teléfono de mi bolsillo y vi que tenía una llamada perdida de ella, todo el ruido no me dejo escuchar su llamada como  ya habia presentido. Suspire y empecé a caminar, por el pasillo enorme, pensé que a lo mejor la podría encontrar en los sanitarios o en la terraza, vague por varios minutos esquivando gente que quería mí atención, de pronto en una de las puertas de las salas la vi de espaldas, ella miraba hacía adentro de la habitación, parecía nerviosa y agitada, camino hacía atrás con las manos en el rostro  y chocó conmigo, volteo sorprendida y me vio, mire hacía la puerta y vi a Troy cogiendo con la chica que me había acosado anteriormente.

Lexi me escaneo de arriba abajo y después de algunos minutos se lanzó a mis brazos, no entendía qué pasaba, pero me fascino que me abrazara, sentir su calor y su piel suave era lo maximo. La pegue con delicadeza a mí cuerpo, escondió su cabeza en mi pecho mientras susurraba algo muy despacio.

—pensé… yo pensé…

De pronto entendí, ella pensaba que Troy era yo, como sabía que no me miraba, sonreí. No se porque me sentía satisfecho, sus celos me hacen sentir bien.

—¿Te perdiste?— le dije con voz un poco suave, no quería asustarla más de lo que ya estaba.

—Si...— se separó de mí avergonzada.

—tranquila— la mire a los ojos —siento que hayas tenido que ver eso, él nunca tiene cuidado.

—podemos no hablar de eso— sus mejillas se tornaron coloradas.

—¿Nunca habías visto a dos personas coger?— me crucé de brazos y ella bajó la mirada avergonzada.

—por favor Dylan— dijo sin mirarme —vamos de aquí.

Ladie un poco la cabeza pensando ¿Por qué le avergonzaba algo tan normal? Es obvio que no es una zorra pero a su edad ya debería saber ciertas cosas, a menos que… de pronto entendí y todo concordó, mi ángel era virgen. Tragué saliva nervioso, jamás había conocido a una mujer de su edad virgen, mí angel vale mas de lo que imagine, y no por su virginidad, sino porque ahora se que se da a respetar y no a cometido el error de entregar su virginidad a un imbécil en un antro como la mayoría de las chicas de su edad, pero… ahora mi ángel se hacía más inalcanzable.

—ven…

La tome de la mano y la guíe hasta mi mesa, quería que olvidara el mal momento que acaba de pasar. Al llegar vi a Antony pararse de la mesa, los presente rápidamente antes de que se fuera y después la senté a mí lado y le ofrecí una copa de vino, ella aceptó y tomó un sorbo, seguía sin verme y odiaba eso, quería que me viera como yo lo hacía con ella.

—mirame angel— mi voz sonó demasiado firme, ella me miró y pude ver algo de angustia en sus ojos —¿Qué pasa?— realmente me interesaba saber qué pensaba.

—nada, es solo que…— bajo la mirada de nuevo —no se por que me sentí tan feliz cuando te vi detrás de mí y no ahí… con ella...— miro rumbo a donde estaba la sala —no puedo explicarte…

—¿Y si hubiera sido yo? ¿Qué habría pasado Angel?

—creo que— me miro a los ojos —me hubiera sentido… mal…

—¿Mal o triste?— pregunté.

—triste— contestó en voz muy baja.

—nunca te pongas triste por nada que tenga que ver conmigo ángel, no lo merezco— trate de animarla cambiando de tema —¿Crees que me vería bien en ese auto?— mire hacía el auto de exposición.

—por supuesto, a mi me encanto— sonrío y mi vida se iluminó de nuevo —desde que llegué me dejó fascinada y lo que más me gusta es que no contamina… es perfecto.