ÚLTIMOS CAPÍTULOS LXIV

480 28 5
                                    

DYLAN

Rebeca era divertida, pero no podia  concentrarme en ella, yo seguia enamorado como loco de Lexi aunque ella no queria verme. No sabia porque habia aceptado cenar con Rebeca, no era la mejor compañía y ella merecía toda la atención del mundo, era una chica agradable. Como caído del cielo, un sujeto no dejaba de ver a Rebeca, ella también lo veia pero disimulaba un poco porque estaba conmigo.

—Rebeca, por mi no te detengas– señale al sujeto —se que no soy la mejor compañía y...

—no te gusto...

—eres muy hermosa, pero mi corazón pertenece a alguien mas— me encogí de hombros —no quiero engañarte.

—gracias por ser sincero Dylan— Rebeca mi sonrió ampliamente —ya casi no encuentras sinceridad en las personas.

—alguien muy importante para mi me enseñó a ser sincero, a decir lo que siento y a pelear por lo que quiero— tome un trago de vino.

—pues ella deber ser especial.

—muy especial...

Rebeca sonrió, terminamos de cenar y después ella se acerco a aquel desconocido, parecía que los dos se atrajeron de inmediato. Sali del restaurante y me fui a casa.

A la mañana siguente en la oficina Antony me miraba desde la sala de mi oficina. Hace dos meses salio del hospital y esta mejor que nunca, se fue un mes de vacaciones y cuando regreso, volvio con todas las energías recargadas.

—no me gusta verte asi— dijo mi amigo —¿Por que no la buscas? Evan sabe donde esta ¿No?

—tengo que respetar su decisión, ella quiso alejarse de mi.

—estaba traumatizada por lo que habia pasado, tenia miedo de que la rechazaras después de que supieras lo que Troy le hizo.

—jamas lo hubiera hecho y si ella pensó eso, es porque no me conocía tambien como pensaba.

—¿Como te fue con Rebeca?— pregunto mi amigo curioso.

—el negocio esta cerrado, ella nos hara la publicidad ahora...

—¿Y tu cita?

—no fue una cita, solo cenamos, sabes que no soy muy buena compañía desde hace un tiempo, por cierto tengo que ir a dejale un cheque para que empiece a trabajar.

—¿Quieres que vaya yo?

—no, ve a comer con Kate, yo solo voy a dejarle el cheque y después me voy a comer.

Antony se fue y yo me dirigí a la oficina de Rebeca, cuando llegue el guardia me dijo que no había nadie en el edificio, solo su asistente, decidí subir y dejarle el dinero a ella para que se lo entregara a Rebeca. Tome el ascensor y subí al tercer piso, todo estaba tan pacifico y silencio. La puerta del ascensor se abrio y salí de el, camine unos pasos y vi a la asistente de Rebeca consentrada en uno papeles, me acerque a ella y mi corazón se detuvo, frente a mi estaba mi angel... Me detuve frente a su escritorio y le hable.

—¿Ángel?

Ella levanto la cabeza y se sorprendió tanto como yo, ambos nos mirábamos sin saber que decirnos. Su mirada azúl era tan intensa como los recordaba, y sus labios ¡Oh dios! Extrañaba esos labios.

—Dylan— susurró —¿Que haces aqui?

—venia a ver a Rebeca— sonreí —no sabia que trabajas aqui, ayer no te vi.

—si... yo no...— se puso de pie —Rebeca aun no llega...

—¿Como has estado?— levante la mano para tocarla pero ella retrocedió.

—no se donde esta Rebeca, no se ha reportado— bajo la cabeza apenada —¿Quieres dejarle un mensaje?

—¿No puedes contestar mi pregunta?

—Dylan— habia dolor en sus palabras —vete por favor...

—te he extrañado mucho...

Lagrimas empezaron a rodar por las mejillas de Lexi, me acerque a ella y la tome de la cintura, ella intentaba alejarse pero yo se lo impedía. Queria sentirla cerca, pero su cuerpo empezo a temblar, la solté cuando vi dolor en sus ojos. Lexi parecia aterrada y eso me lastimaba, me aleje unos pasos de ella, parecia que mi presencia la estaba lastimado.

—lo siento mucho, no quise...

—es por eso que te deje ir— Lexi lloraba —tengo miedo de que me odies, tengo miedo de que te de asco, un pequeño rose en mi piel me pone mal... tu no te mereces esto...

—solo respondeme algo angel— tenia miedo de hacerle esta pregunta, pero necesitaba saberlo —¿Aun me amas?

—mas que nada en el mundo...

—entonces, hay que pelear por esto— me acerque despacio a ella —luchemos por lo que sentimos... hay que darnos una oportunidad.

—Dylan, no quiero que me odies... cuando Troy me...

—hey— susurre —eres la misma persona para mi, no... eres mas importante, porque vales mas, después de todo lo que pasaste, eres mas valiente, mas fuerte...

—Dylan...

—dejame ayudarte a superar esto, dejame estar a tu lado en cada paso que des, en cada pesadilla, en casa llanto, en casa mal dia que tengas, dejame consolarte y dormir a tu lado para cuidar tus sueños...

—no queria arrastrarte a mi traumas, queria que fueras feliz.

—tu eres mi felicidad angel, eso ya debes saberlo.

—Dylan— se acerco a mi —quedate conmigo, ayudame a olvídame de todo, ámame como solo tu sabes hacerlo.

—claro que si mi hermoso ángel— acaricie despacio su mejilla —te prometo que vamos a salir adelante.

—¿Podrías abrazarme?— dijo asustada.

—me muero por hacerlo desde que te vi.

La tome muy despacio por la cintura y la pegue a mi cuerpo, ella comenzó a temblar pero empece a susurrarle cosas lindas al oído, queria que supiera que era yo quien la abrazaba y no alguien mas. Note que se relajaba al escuchar mi voz asi que continúe hablándole al oído, la abrace y aspire su aroma delicioso, la extrañaba tanto y ahora que la tenía a mi lado, no iba a dejar que se me escapara, iba a hacer todo lo posible para que ella volvería a confiar en las personas, pero mas importante, que confiara en en ella misma.

IncompatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora