XXIX

449 32 6
                                    

DYLAN

Lexi y yo ibamos rumbo a mi departamento, ella estaba muy seria o triste, no lo sabia realmente. Lexi tenia que entender muchas cosas si quería una vida plena, aunque no soy experto en eso, voy a ayudarla para que se sienta mas libre y menos manipulada. Todo lo que quería era que no se repitiera lo que hizo y darle motivos para seguir adelante, ella no tiene idea de lo que se viene, solo tenía la esperanza de que no me odiara y logramos estar juntos.

Varios minutos después llegamos a mi edificio, subimos al ascensor sin decir ni media palabra, tenia que mantenerme frio y hacerle creer que seguia molesto con ella, cuando era todo lo contrario. Al llegar al ultimo piso saque las llaves y abri el apartamento, entramos en el y deje las cosas de Lexi a un lado de la puerta, ella miro a todos lados, la vista desde arriba era hermosa y el lugar era espacioso.

—¿Este es tu apartamento?– dijo con voz suave.

—no, es el tuyo...— le di las llaves —yo vivo enfrente, este es mas pequeño que el mio.

—¿Que?— parecia confundida —pense que tu y yo...

—¿Viviríamos juntos?— ladee la cabeza hacia un lado y la mire fijamente —no estas lista para eso.

—¿Sigues molesto?

—si... te lo dije, tienes que trabajar mucho para que no esté molesto contigo.

—no tengo ropa...

—ven— la tome de la mano y la guie hasta la habitación principal, abri la puerta y entramos y después nos dirigimos al clóset, lo abri y ella se quedo con la boca abierta, estaba lleno de todo tipo de prendas, todo para ella —tuve mucho que hacer estos dos días, por eso no pude ir al hospital.

—pero... yo no tengo dinero...

—vaya, no recuerdo haberte pedido dinero— me cruce de brazos —no creas que todo esto no te costara...

—Dylan ¿Voy a ser tu ramera?

Las palabras de Lexi me molestaron mucho, si, se que mi fama no es la mejor, pero jamas he pedido sexo a cambio de favores, todas las mujeres que quieren estar conmigo es por gusto, no por obligación. Si mi expresión era de molestia, se transformó en desagrado. Suspire frustrado y me acerque a ella lo mas posible que pude.

—que se al ultima vez que hablas de ese modo, no seras mi ramera ni de la de nadie ¿Entendiste?

—es que yo...

—es que no sabes una mierda... eve a bañarte y vístete, pedí algo de comer, no tarda en llegar, comeremos en mi departamento.

—¿Por que?

—¿Disculpa?...

Lexi estaba abrumada, era obvio que no iba a dejar todo esto por una objeción de su parte, todo mi plan era en beneficio tanto para ella como para mi. Yo también queria una vida nueva, diferente a lo que siempre estaba acostumbrado, no solo bastaba el amor, teníamos que conocernos, aprender cosas el uno del otro y lo mas importante, teníamos que aprender a tener una relación, ella siempre fue guiada por sus padres y yo... yo me olvide como debía amar.

—lo siento... esta bien, dame unos minutos.

—ire a mi departamento, cuando estés lista toca mi puerta, camine hacia la salida de la habitación, no olvides que mi departamento esta enfrente del tuyo.

Salí de la habitación y después del departamento y entre al mio, camine hacia la sala y me deje caer en el sillon, estaba algo casando, había pasado dos dias amueblando el departamento que seria de Lexi, comprando la ropa y lo mas importante, convenciendo al dueño para que me lo rentara ya que el lugar ya estaba rentado por otras personas, asi que tuve que soltar mucho mas dinero del que pretendía. Todo esto tiene que salir bien, jamas nada me había dado esperanza, hasta hoy, Lexi... Mi angel hermoso me da esperanza y quiero que ella sienta lo mismo conmigo.

Varios minutos después llego la comida, la coloqué en la mesa y me serví una copa de vino. Estaba muy cansado, el trabajo, el departamento, las compras a último hora, todo me habia agotado. Un delicado golpe toco mi puerta, sabia que era ella, camine hacia la entrada y abri, mi angel estaba limpia y hermosa, llevaba un hermoso vestido de tirantes, muy sensilla pero que la hacia lucir perfecta.

—pasa...

—gracias...— entro a mi departamento y miro a todos lados, estaba sorprendida por el tamaño de la que era mi nueva casa.

—toma asiento, tenemos mucho de que hablar.

Ella obedeció sin protestar, camino hacia el enorme comedor y se sentó en una de las sillas, camine hacia ella e hice lo mismo. La bolsa de papel que contenía nuestra comida estaba sobre la mesa, la tome y empece a sacar las cosas, le pase un plato, cubiertos, servilletas y todo lo demas. Lexi avergonzado tomo las cosas y las acomodo frente a ella.

—tenemos que hablar— dije mientras abría el recipiente con comida —te dije que tenias que hacer todo lo que yo te dijera— la mire —pero no exactamente todo, digo, tampoco es que voy a manejar tu vida.

—lo se... entiendo a que te refieres.

—ok... la próxima semana comienzas a trabajar en Industrias Automotriz Spencer— empece a comer —no es un puesto de altura, pero por algo se empieza.

—¿De que voy a trabajar?— ella también empezo a comer.

—seras recepcionista, las oficinas son enormes, había 3 recepcionistas pero una tuvo que renunciar, asi que tu la cubrirás.

—ok...

—yo pagare la renta de tu departamento, es muy caro para lo que vas a ganar, tu pagaras tus gatos, comida, ropa, servicios etc... Este mes ya esta todo pagado, asi que concéntrate en el siguente ¿Ok?

—ok...

—¿Hasta ahora esta todo claro?

—si... solo... ¿Podre visitar a mis padres?

—no eres una presa Lexi, claro que puedes visitar a tus padres, te prestare un auto donde puedas moverte hasta que puedas comprarte uno tu sola, solo te voy a pedir un favor.

—dime...

—si necesitas algo acudes a mi ¿Ok? Cualquier cosa, no quiero que acudas a tus padres, por favor.

—Dylan— bajo la cabeza apenada —¿Por que ya no me llamas ángel?

—vuelvetelo a ganar y lo hare.

—¿Como te pagare la ropa?

—despues te dire como, necesitas descansar aun unos dias, el lunes empezaras a trabajar y despues te dire que mas haremos ¿Ok?

—esta bien, gracias Dylan.

—dijiste que confiabas en mi, es dia en el hospital...

—si...

—no quiero que acudas por ningún problema con tus padres y no quiero que les cuentes lo que esta pasando acá ¿Entendiste? Puedes ir a verlos y si quieres quedar un o dos dias con ellos, pero de lo que pase aqui ninguna palabra y si necesitas algo acudes a mi.

—¿Por que?

—porque voy a enseñarte a vivir sin depender de ellos, porque tus problemas los resuelves tu, al menos que sea algo muy grave, en ese caso estoy yo. Necesitas entender que la vida es dura, que abra tropezones, pero tambien abra momentos de gloria. Se que amas a tu padres y eso nadie lo puede cambiar, pero a tu edad, ya deberías vivie sola, ser independiente y créeme, yo aprendí eso a muy corta edad y ahora tu lo aprenderás.

—ya no quiero que estés molesto conmigo.

—demuestramelo– tome su mano y la voltee de modo que su muñeca quedo boca arriba —jamas lo vuelvas a hacer, la vida es dura pero hay que aprender a vivirla, todos tenemos una cruz que cargar. No dejes que nada te vuelva a derribar, necesitas ser fuerte y yo hare que encuentres esa fuerza ¿Te parece?

—si...

—come y después te vas a descansar, mañana tienes mucho que hacer y necesitas fuerzas.

—pero pense que iria a trabajar hasta la otra semana.

—y lo harás, pero mañana te tengo otra trabajo...


IncompatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora