DYLAN
Hace 40 minutos que Lexi entro al consultorio de Tyler, sabia que se molestaría por traerla aqui, pero se que lo necesita, un intento de suicidio no es algo que se tome a la ligera. Cuando empecé a ver a Tyler me sentía igual que Lexi, por eso la entiendo. Aun recuerdo cuando Antony me trajo aqui, queria arrancarle la cabeza, pero odio admitir que me servido un poco y que gracias a Tyler puedo ver algunas cosas de buena manera.
La resepcionista me dió una taza de cafe, la chica me sonrió descaradamente y me guiño un ojo. Si quisiera podria tomarla y cogerla en los sanitarios, pero ese hombre, el que le arrancaría la blusa y le rompería la tanga con los dientes desapareció o al menos lo intento. No voy a negar que me cuesta mucho resistirme y a veces no me lo ponen facil, como la resepcionista que al cruzar las piernas al sentarse, subio su falda y pude ver una linea rosada, creo que era su tanga.
Me puse de pie para dejar de ver los encantos de la chica, mire el reloj y ya había pasado una hora, mis sesiones con Tyler no duran tanto. Camine hacia el extenso pasillo pero no veia movimiento alguno, a regañadientes tuve que acercarme con la resepcionista.
—disculpa— le regale mi mejor sonrisa —¿Puedes decirme a que hora termina su sesión Lexi O'Donnell?
—claro– paso su lengua por sus labios mientras tecleaba en su computadora.
—gracias...
—la sesión acabo hace 15 minutos.
—¡¿Que?!
La chica abrio los ojos sorprendida por mi grito. Frote mi rostro con mis manos y sin previo aviso me dirigí al consultorio de Tyler, abri la puerta y lo mire en su escritorio, levanto la vista sorprendido y sin entender que pasaba.
—¿Te puedo ayudar en algo Dylan?
—¿Donde esta?
—¿Perdon?
—Lexi ¿Donde esta?
—no lo se, terminamos la sesión y salio de aquí, pense que se había encontrado contigo.
Suspire cansado, Lexi habia escapado, pero ese no era lo que me molestaba, si no a donde se dirigió, porque estoy seguro que fue a ver a sus padres. Me despedí de Tyler y me regrese al departamento. No estaba dispuesto a jugar sus juegos, no tengo necesidad de batallar con una mujer que no sabe lo que quiere y lo mas importante, no esta dispuesta a cambiar.
Mas tarde, ya en casa, prepare algo de comida, no llame a Lexi ni intente buscarla. Habia tomado una decisión respecto a ella y nada me haria cambiar de parecer.
LEXI
Salirme por las escalera de incendio fue la mejor idea, Dylan ni se dio cuenta y pude venir a casa de mis padres. Se que le prometí a Dylan no acudir a mis padres por ningún problema, pero necesito un consejo, ver a esa mujer en el departamento de Dylan me puso muy mal. Al llegar a mi casa mi madre me recibió con un enorme abrazo, Max hizo lo mismo y Gaby no fue la excepción.
Extrañaba tanto esto, en el departamento me siento muy sola y aqui tengo todo, Gaby me preparo mi comida favorita y mi madre me lleno de mimos.
—mi amor, estoy tan contenta de que estés aquí— dijo mi madre mientras comíamos los tres en el comedor.
—gracias mamá
—apenas un dia con ese hombre y ya nos extrañas— se burló Max.
—me llevo genial con Dylan— mentí —el dijo que podia venir a verlos cuando quisiera.
—ay nena— río mi madre —dejate ya de tonterías, sabemos que lo tuyo con ese hombre no va a funcionar amor, regresaste a casa de una vez.
—¿Que? ¿Como puedes saber eso?
—porque el no es un hombre para ti, digo tendra todo el dinero que quieras pero no tiene clase... ademas tu necesitas que te controlen y si estás aqui quiere decir que el no puede.
Las palabras de mi madre me abrieron una vez mas los ojos, que estúpida fui, se perfectamente que ella me quiere controlar y conseguirme un marido que me controle segun ella. Mis ojos se llenaron de lagrimas, que tonta fui al pensar que mi madre me podria dar un consejo sobre Dylan. Me levante de la mesa y mire a mi madre molesta.
—no soy una esclava, ni un mucho menos un animal salvaje para que me busques domador. Dylan tenia razón, no debí haber venido, gracias por todo mamá.
—amor ¿A donde vas?
—a mi casa, donde pertenezco.
Sin decir mas salí de la casa de mis padres, queria caminar, despejar la mente asi que sali hacia la calle y me dirigí al departamento de Dylan. Caida la noche, por fin llegue a mi departamento, abri la puerta y me quede helada al ver a Dylan sentado en la sala tomando Whisky y mis maletas en la puerta. Entre despacito y me acerque a el.
—¿Por que estan mis maletas hechas?
—porque en este mismo instante te regresas a la casa de tus padre— dijo sin verme.
—Dylan...
—¿Crees que soy estúpido? Esto no es un juego Lexi y no voy a permitir que quieras verme la cara de idiota.
—Dylan, por favor...
—¡Basta! Toma tus cosas, te llevare ahora mismo a tu casa, no tengo porque estar lidiando con una niña caprichosa como tu.
—no lo hagas Dylan, se que cometí un error— me arrodille frente a el —te juro que jamas volveré hacerlo. Es solo que...
—¿Que?— Dylan por fin me vio a la cara, coloco brazos sobre sus piernas y se inclino un poco hacia adelante.
—ella... la mujer que vino ¿La amas?
—no
—¿Quien es?
—alguien si importancia— parecia molesto —¿Por eso te fuiste? ¿Por Pamela?
—si...— baje la cabeza apenada —creo que estaba celosa, aun lo estoy y lo mas triste es que no se que es lo que nosotros tenemos ¿Que significo para ti?
—pudiste averiguarlo, pero en vez de eso, te lárgaste con tus papás a lloriquear con ellos. Te dije que recurieras a mi si necesitabas algo, si tenias algun problema, pero al primer conflicto te vas a su casa.
—lo siento...
—demasiado tarde— se puso de pie y camino hacia la puerta— muévete, te llevaré a tu casa.
—no Dylan, por favor...— comence a llorar —te necesito... mas de lo que llegue a imaginar, si me apartas de tu lado, no se que pasara conmigo. Si quieres no vuelvas a dirigirme la palabra, trabajaré y pagare mis gastos, pero por favor, dejame quedarme aqui.
Me acerque a Dylan y lo abrace por la cintura el no se negó, pero no me regreso el abrazo, escondí mi cara en su pecho mientras derramaba mas lagrimas.
—por favor...
Levante el rostro para verlo y sin poder evitarlo lo bese, pegue mis labios a los suyo y empece a masajear su boca a un ritmo lento. Habia deseado besarlo desde hace días, pero hasta ahora que lo sentí perdido me atreví, Dylan me tomo de la cintura y me pego mas a el, no pude evitar soltar un pequeño gemido al sentir su cuerpo junto al mio. Mis manos estaban en su cuello, mientras las de el subían y bajaban por mi espalda.
Queria perderme en ese beso, en sus labios y en sus brazos, pero no pude, las palabras de Howard volvian a mi cabeza "eres tan insípida, nadie querrá cogerte, eres insignificante" Me separe bruscamente de Dylan y comence a temblar, me cubrí el rostro con las manos y me deje caer al piso en un inmenso llanto.
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Incompatibles
RomanceLexi y Dylan ambos diferentes ambos sin nada en común ambos heridos ambos tristes ambos... Incompatibles... 17/01/2021 ©Queda expresamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las...