XL

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DYLAN

—¿Quieres darte una ducha?

No obtuve respuesta de Lexi, salí del baño y no vi a mi ángel por ningún lado, con la toalla envuelta en la cintura sali al pasillo pero no había señas de ella, regresé a la habitación para marcarle al celular, pero ella había dejado su bolso sobre la cama. Me cambié de ropa rápidamente y baje a la primera planta buscando a Lexi, Samanta, la organizadora de bodas se acerco a mi.

—¿Necesita algo señor Spencer?

—mi novia ¿La vio por algún lado?

—¿La señorita que lo acompañaba? No señor, no la he visto.

Maldije muy bajo, sabia que estaba molesta, pero tenia la esperanza de que no se regresará a Chicago. Antony se acerco a mi junto a sus padres y la novia.

—amigo una vez mas gracias por todo esto, jamas sabré como pagarte todo esto.

—ni lo menciones— salude a Kate y a los padres de mi amigo —siéntense como en su casa.

—¿Y Lexi?— pregunto Kate —quiero saludarla.

—ella... fue a dar una vuelta por la casa, no debe tardar.

—ok, mas tarde la saludaré.

—en dos horas mas o menos sera la cena de ensayo— me recordó Antony —sera algo íntimo, son muy poco invitados.

—esta bien, voy a buscar algo a la cocina, los veo mas tarde.

Camine a la cocinar y saque una botella de cerveza del refrigerador, la abri y me la tome de un solo trago, deje la botella sobre la barra y sali hacia el patio trasero para ver si veia a Lexi, pero solo estaban los trabajadores de la boda, regrese adentro de la casa y subí a la habitación. Cuarenta minutos después Lexi atravesó la puerta, llevaba sus tenis en la mano y su pantalón estaba mojado, era obvió que estuvo en la playa.

—gracias por avisarme que te ibas a la playa.

—¿Perdon?— frunció la cejas.

—lo que escuchaste ¿Por que no me avisaste? Estuve buscándote como loco.

—¿Ahora debo pedirte permiso para salir?

—no dije eso, solo avisarme.

—si claro, asi como tu me dices todo verdad, porque se que no estas nervioso por la boda, hay otra cosa que me escondes.

—claro que no— dije sin poder evitar los nervios de nuevo.

—si, lo que tu digas— arrojo sus tenis al piso y se acerco a una de sus maletas, saco su ropa y después volteó a verme —voy a ducharme.

Antes de que entrara al baño le tome el brazo y la pegue a mi cuerpo. Tome su rostro en mis manos y la hice mirarme a los ojos.

—confía en mi, por favor, te juro que todo esta bien— empece a besarla —te amo, eso nunca lo pongas en duda.

—confío en ti.

Sin mas volví a besarla, pero esta vez el beso era mas intenso, la levante y ella enredo sus piernas en mi cintura, dejo caer la ropa al piso para sujetarse de mi cuello. Mi pene despertó deseoso de entrar en mi angel, camine hacia la cama y con delicadeza la recosté, ella empezo a quitarme la camisa mientras seguíamos perdidos en el beso, cuando me di cuenta de lo que hacia me detuve, no queria obligarla a nada.

—angel... no tienes que...

—Dylan te deseo, por favor, hazme tuya...

—¿Estas segura?

—si amor, hoy mas que nunca.

Deje que me quitara la camisa, empezo a darme suaves besos en el pecho, suspire bajo y después comence a quitarle la ropa, cuando le desabroche el sostén me meti un pezón a la boca y lo chupe suavemente, mi angel gemía de placer, mientras yo me pasaba de un pezón al otro. Me levante de la cama bajo la mirada confundida de Lexi, tome mis pantalones del piso y saque un condón, ella ladeó la cabeza y sonrió.

—siempre preparado.

—siempre cargo condones— baje la cabeza apenado por mi pasado.

—hey— susurro y se puso de pie a mi lado —ahora solo los usaras conmigo.

—eso ni lo dudes mi angel.

Lexi me tomo de la cintura y me guío a la cama, se sentó y yo permanecí de pie, me bajo los boxer y acerco su rostro a mi pene erecto, abri los ojos asustado y la detuve.

—no tienes que hacerlo angel.

—pero quiero, Dylan, contigo quiero todo.

Sin esperar una respuesta de mi parte, Lexi se metio mi miembro a su boca, lance un gemido ahogado mientras ella me chupaba muy despacio, me sentía en la gloria. Empece a jugar con su pelo, mientras ella seguia dándome sexo oral, incline la cabeza hacia atras dejándome llevar por el deseo y la excitación. Lexi me tomo de las caderas y me pego mas a su boca, empece a gemir mas fuerte, cuándo sentí que iba a correrme me aleje de ella, la recosté en la cama, me coloque en condón y me coloque encima de ella, empece a besar y chupar su cuello, Lexi acariciaba mi espalda, abrio las piernas y tomo mi miembro en sus manos, lo acomodo en su entrada y empezo a frotarlo dándose placer ella misma. Ambos estabamos muy excitados, tome una de sus piernas y la levante un poco, la mire a los ojos y ella movió la cabeza en forma afirmativa, muy despacio empece a penetrarla.

—Dylan— susurró.

Cuando ya estaba dentro de ella empece a moverme despacio, me adueñe de sus labios y ella se aferro a mi espalda. Mi angel me volvia loco, tenerla así fue lo que siempre deseé y ahora que se hace realidad es mejor de lo que había pensado. Ella cerro los ojos mientras gemía y decia mi nombre en susurros. Empece a moverme mas rapido, nuestros cuerpos estaban cubiertos de sudor, Lexi abrio los ojos y vi una mirada que jamas olvidare, una mirada de  idolatría, de pasión, de deseo, de amor. Lexi se corrió y después lo hice yo, cuando terminamos no queríamos movernos, al menos yo queria permanecer todo el tiempo posible unido a ella, pegue su frente a la mia y bese su nariz.

—mi hermoso angel, te amo.

—te amo Dylan.

—esto fue hermoso, jamas había experimentado algo asi— le dije acariciando su pelo —es la primera vez para mi también.

—Dylan, ya has tenido sexo antes.

—no sexo angel, hacer el amor.

Ella me sonrió, una lagrima rodo por su mejilla, la borre con un beso y después la mire a los ojos.

—eres fascinante, pero tenemos que levantarnos, la cena de ensayo empieza en una hora.

—cuando termine podemos repetirlo.

—eso ni lo dudes, ahora que te probe, sera difícil que te deje tranquila un solo dia.

—tienes que trabajar— se burló.

—soy capaz de quedarme en la ruina con tal de tenerte asi todos los dias.

—tonto— beso mi hombro y sali despacio de ella pero hizo un gento de incomodidad.

—¿Te lastime?

—no, estoy bien— se sentó en la cama ¿Nos duchamos juntos?

—iba a pedirte lo mismo.

Me puse de pie y la tome entre mis brazos, la lleve al baño la deje caer muy despacio, me quite el condón y lo tire en el bote de la basura, Lexi abrio la regadera y entro en ella. Antes de entrar a la regadera regrese a la habitación para tomar mis articulos personales, no se porque me dio curiosidad y mire a la cama esperando ver la clásica mancha que anunciaba la perdida de la virginidad, pero la sabana estaba limpia, sin rastro alguno, fue algo curioso no verla, regrese al baño con mi pequeña maleta, Lexi seguia en el agua, entre con ella y la abrace por atras, queria sacarme de la duda sobre su virginidad, empece acariciar si vientre y llegue a su vagina, pase mis manos por ella esperando rastro de sangre pero no había nada. Una estúpida idea me paso por la cabeza, ella me habia mentido.

IncompatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora