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LEXI

Troy me miraba desafiante, creo que esperaba que lo corriera o algo, pero yo sabia perfectamente que no lo podia hacer. Camine hacia el escritorio y deje mi bolso sobre el mismo, me sente frente a Troy y cruce las piernas, esto me daba mala espina pero no iba a dejar intimidarme por Troy.

—¿Que pasa Troy?— le dije sin titubear.

—¿Por qué estas manejando la empresa tu y no yo?— recargo los brazos en el escritorio y se inclino hacia adelante.

—eso deberías preguntárselo a Dylan.

—lo haría— se burló –pero el infeliz nunca me dijo donde vive, asi que me toca preguntarte a ti.

—estoy ayudándole— me cruce de brazos —tuvo un accidente ¿Sabes? Casi muere.

—pero no lo hizo, el infeliz es duro— Troy hizo un gesto que parecía que estaba molesto porque Dylan no murió.

—¿Que quieres Troy?

—¿Tu que crees?— su sonrisa se hizo mas amplia —esto...— miro alrededor de la oficina de Dylan.

—esta empresa es de Dylan, era de su padre y el se la heredo.

—esta empresa era de los dos— me miro molesto —ese imbécil se adueñó de todo, el padre de Dylan era un idiota igual que su hijo, asi que contrate un abogado y pienso pelar por todo esto.

Un pensamiento llego a mi cabeza, Troy quiere la empresa... entonces, el mando matar a Dylan. Mi cuerpo empezó a temblar y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

—no te vas a salir con la tuya.

—claro que si nena— se burlo —y tu me vas a ayudar, si no quieres que vuelva a intentar matar a Dylan y esta vez te prometo que no voy a fallar.

—¿Que?— susurré.

—lo que escuchaste, vas a largarte ahora mismo de aquí y de la vida de Dylan para siempre, si no lo haces, yo mismo lo matare con mis manos.

—no vas a hacerle daño.

—¿A no? ¿Quieres apostar?

Troy saco un celular del bolsillo de su saco y mando un mensaje, minutos después alguien el contesto, Troy vio el mensaje y sonrió, volteo la pantalla y me enseñó el edificio donde vivía Dylan.

—mira cariño, lo tengo bien vigilado, aaahh y ese guardia que contrataste ¿Héctor se llama? Es pan comido, asi que tu decides, te largas para siempre y dejas la empresa en mis manos o Dylan se muere.

—el va a ponerse bien y regresara a manejar su empresa, no puedes quitársela...

—ay niña— se recargo en la silla y empezo a carcajearse —¿tu crees que cuando Dylan sepa que lo abandonaste volverá a la empresa? Mo tendra cabeza para nada, y yo lo hare firmar una hoja para que yo me haga cargo de todo.

—por dios...

—tu decides, quieres a Dylan vivo o muerto.

—¿Por que haces todo esto?

—dinero, dinero, dinero... ¿Hay alguna otra razón?

—no lastimes a Dylan...

—no lo hare, si haces lo que te pedí— Troy se levanto de la silla, rodeo la mesa y se acerco a mi —no sabes como me pones querida— su aliento rancio golpeaba en mi mejilla —he deseado ese culo desde que te vi la primera vez, quiero todo lo que sea de Dylan, hasta tu querida...— su mano viajo a mi mejilla —si me la chupas prometo portarme bien con Dylan, tal vez lo deje con algo de dinero.

—estas enfermo...

—puede ser— movió su mano de mi mejilla a mi clavícula —pero si te diviertes conmigo, puedo compartir el dinero de Dylan contigo, anda... deja que esos labios prueben mi pene, no te vas a arrepentír.

—hare lo que dices, terminaré con Dylan, pero no lo lastimes.

—excelente niña... ¿y tu y yo nos vamos a divertir?

Me levante de la silla rápidamente, estaba asqueada por las palabras de Troy, tome mi bolso y sali de la oficina, tenia que hacer algo para impedir que Troy se saliera con la suya, por mientras lo haria creer que consiguió lo que quería. En la entrada de la oficina me tope con Evan, me vio sorprendido ya que iba saliendo casi corriendo. Se acerco a mi y vio que estaba muy nerviosa.

—¿Puedes llamar al señor Johnsons? Dile que vamos a cambiar la junta para otro día.

—¿Que paso Lexi?

—llamalo por favor, en un momento te explico.

Evan hizo la llamada, cuando termino le dije que fueramos a su casa, donde nadie nos molestara, al llegar a su casa empece a platicarle todo. Evan me miraba sorprendido, al igual que yo, no entendía porque el propio tío de Dylan queria dañarlo.

—¿Que vas a hacer?

—dejar a Dylan, no quiero que lo lastime.

—pero le quitará todo.

—Evan— comence a llorar desesperada —no se que mas hacer... ese infeliz y capaz de todo y la única persona que puede ayudarme es Antony y esta en coma.

—por dios Lexi...

—se que le romperé el corazón Evan, pero mientras no encuentre una solución, tengo que dejarlo.

—esta bien Lex, yo te apoyo en todo ¿Lo sabes verdad?

—si, lo se... podría quedarme aqui unos dias, no quiere regresar con mis papás.

—si esta bien, los mios andan de viaje asi que no abra problema.

—gracias, tengo que irme...

Me despedí de Evan y salí rumbo al departamento de Dylan, sabia que iba a odiarme pero no tenia otra salida, queria a Dylan bien y a salvo y esta era la única manera y aunque me odie lo ayudare a que Troy no le quite su empresa. No tarde nada en llegar al departamento, abri la puerta y vi a Dora en la cocina, la saludé y camine al segundo piso y me dirigí a la habitación de Dylan abri la puerta y lo vi hablando con Héctor, al verme me sonrió dulcemente, un nudo en mi garganta empezaba a crecer.

—¿Cuando ibas a decirme?— me miro con cariño, palmeó la cama para que me sentara a su lado, ya se veia mucho mejor.

—¿Podemos hablar?— le dije desde ka puerta, Dylan me miro confundido, Héctor se disculpó y salio de la habitación.

—ven angel— me señalo a su lado.

—Dylan...

—¿Que pasa? ¿Por que no vienes aquí conmigo?

—porque... voy a irme... ya no quiero estar contigo...

IncompatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora