❣La verdad❣

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—o-oye ¿Estás bien? — de inmediato me senté de rodillas a su lado y lo levanté para dejar su cabeza sobre mi pecho, moviendolo rápidamente — vamos, !¿Que Tienes?!

— Yo... — susurró débilmente, a lo que tuve que arrimar mi oreja a sus labios— ... Yo... tengo hambre.

Inmediatamente lo solté y cayó al piso sin delicadeza. Soltó un chillido antes y después de golpearse contra el duro suelo, y luego se levantó después de mi sobando su nuca.

— Creí que estabas preocupada.

— Creí que te estabas muriéndo.

— oh, perdón por bajar así tus expectativas.

— No estoy de humor, Sun-hee.

— Tu nunca estás de humor — bufó, en una amplia sonrisa, antes de jalar mi brazo y detenerme frente a el — ya, perdón por burlarme así de ti. Pero no estoy bromeando del todo, en serio tengo hambre, no eh comido desde ayer en la tarde, tampoco eh dormido mucho, y me duele la cabeza por la reunión de ayer.

— oh, la reunión, es cierto... Perdón, debió ser cansado — bajé la cabeza, arrepentida por la forma tan brusca de tratarlo.

— Está bien, más que cansado del cuerpo, es cansancio mental. El tema de reunión no me lo esperába, era sobre lo que Dae-hyun estuvo haciendo estos días que se fue, y ya que no poseo suficiente información estaba muriendo de nervios por qué se dieran cuenta de que en realidad Dae-hyun no me envió.

— Valla, ahora tengo curiosidad, ¿Que hacía Dae-hyun?

— Chismosa.

— Por si no lo sabes ¡yo lo hice dormír anoche! Y no fue nada fácil. Merezco algo de Información. — refunfuñe, colocando mis manos en la cintura y acercando mi cara a la suya.

— y yo fui a esa aburrida reunión para que el pudiera dormír y estuviera de mejor humor, algo que también te beneficia a ti, merezco algo de comida casera. — dijo, imitando mi tono mientras ponía su mano sobre su cadera y bajaba su cara a la mía.

— Eres un desgraciado.

— Me amas, lo sabes. —sonrío de forma pícara.

— De acuerdo, — bajé mis manos, derrotada y aflojé mi mirada — si prometes que me lo contarás haré algo de comida para ti.

— Lo prometo por los ojos ojerosos de Dae-hyun.

Me reí y caminé a la cocina. Fue algo difícil, y tardé bastante pero logré crear "tacos" en corea. El chef me miraba raro, y su cara amenazaba con decir algo a los superiores, pero cuando le di uno, me hizo el gesto de cerrar su boca con cierre y se fue.
Cuando se lo di a Sun-hee, el sonrío relucientemente y comió con obvia alegría.
Cuando terminó, me le quedé viendo, exigiendo su parte del trato.

— no me mires como si quisieras matarme, un trato es un trato. Aunque realmente no hay mucho que contar. El gobierno encontró un grupo de personas viviendo fuera de las leyes del gobierno mismo. Osea, plantando y cazando su propia comida, haciendo su ropa, trabajando solo para ellos. Los quisieron obligar a dejar eso, pero se negaron, y estaban a punto de ser ejecutados como traidores a la nación bajo un montón de cargos. Dae-hyun trató de desacer eso desde aquí pero fue imposible por lo que tuvo que viajar hasta allí.

— ¿Aún con esa tormenta?

— Si. Pero el asunto aún no se a detenido; obviamente regresó por qué la ejecución de canceló pero aún no llegan a un acuerdo sobre lo que le van a hacer a las personas que vivan allí.

Esclava en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora