Είκοσι ένα: "Excelente Cum Laude"

123 18 45
                                    

∆ ∆ ∆

Camila sentía que todo estaba perdido; no sabía si había demasiada luz, y eso lo cegaba, o si había demasiada oscuridad y por eso no tenía atisbo alguno de imagen que le dijera dónde se encontraba. Había perdido la noción del tiempo. Quizá incluso la conciencia.

No podía decir si había pasado un segundo o una hora cuando sintió una mano cálida que la atrapaba y tiraba de ella hacia el exterior, disparándola fuera del espectro. Camila sintió su cuerpo golpear contra el suelo, estaba tan desorientada que no sabía ni de qué manera había caído, y sentía su brazo arder como los mil demonios. Abrió un poco sus ojos y pudo ver por el rabillo de su ojo verde cómo el Maestro Didasko se alzaba majestuosamente, levantando los brazos y emitiendo una luz cegadora con la que engulló totalmente al espectro negro. Más magos llegaron al lugar y apresaron a Thymos que veía a Camila incrédulo. Sin duda, ver a una humana tuneleando un espectro negro no era algo que se veía todos los días.

Camila dejó caer su cabeza de nuevo y cerró los ojos con una mueca de dolor. Sintió a alguien arrodillarse rápidamente junto a ella y trató de sonreír.

—Mi chica clásica llegó hace menos de una semana y casi la pierdo hoy —Lauren la tomó del brazo y Camila gimió por el escozor. Lo tenía totalmente ensangrentado—. Debería lanzarte desde la cima de esta maldita montaña si lo que querías era matarte —Camila la miró. Lauren la estaba riñendo, pero sus ojos estaban bañados en lágrimas que apartó con el dorso de su mano cuando sacó su varita. Una suave luz verde se extendió por el brazo de Camila cuando lo tocó y la vio curar todas sus heridas. También sintió su cuerpo ligero, revitalizado, sin duda estaba devolviéndole toda la energía que perdió.

—Eres como Tsunade, quitando que no eres rubia —trató de bromear, pero el intento de sonrisa se borró de su cara cuando Lauren sollozó en voz baja y la miró con sus ojitos tan claros que sintió una punzada en el pecho, y no creía que tuviera que ver con su hazaña—. Oye, Lern, no llores —le pidió Camila y se sentó para tomarle el rostro y limpiar sus lágrimas—. Estoy bien.

—No sabes el miedo que tuve cuando te vi correr —Lauren sorbió por la nariz y la abrazó. Sintió que debía asegurarse que Camila realmente había salido viva y que no la había perdido—. Yo... —Camila se separó para verla a los ojos— Yo perdí a mi padre así, Camila. Algo salió mal en su trabajo como mago y fue absorbido por uno de ellos. No hubo nadie que lo ayudara como a ti.

Camila abrió los ojos sorprendida. Ahora se sentía mal por haber hecho que Lauren pasara por algo como eso de nuevo.

—Lo-lo siento, solo no quería que Thymos me atrapara y echar a perder todo.

—Si te quedabas encerrada allí también se hubiese perdido todo —le dijo Lauren seria.

—Y si dejaba que ese elfo loco experimentara choques eléctricos con mi cerebro, también —Lauren la retó con la mirada y al final negó ligeramente para ponerlas de pie.

—Sólo promete que no te lanzarás de nuevo a un ser de esos, por favor —Camila alzó su dedo meñique y Lauren lo atrapó con el suyo—. Aunque debo confesar que... me siento orgullosa de ti. Nadie había logrado atravesarlos, serás como una leyenda por aquí.

Camila le guiñó el ojo y se tomaron de la mano para ir con el Maestro. Lauren recordó, entonces, que fueron tres espectros los que Thymos invocó y se apresuró a llegar con Didasko.

Ambos mundos en tus ojos ||Camren||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora