Οκτώ: "¿Humana simple?"

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Koritsi fue la primera en entrar. Al seguirla, Camila sintió que algo rozaba su pierna. Era el gato, que había aparecido de nuevo y se dirigía discretamente hacia un lateral oscuro de la sala. Ella analizó la sala y sus ocupantes, y notó que nadie más reparaba en la presencia de aquel curioso animal.

La sala era muy parecida a la de un juzgado. El tribunal constaba de una docena de personas, reunidos en una tarima semicircular, y murmuraban entre ellos mientras señalaban a Camila. En el centro del jurado tomaba lugar el director del CIC, que con un moviendo de mano hizo callar al resto.

Un Mhuff muy nervioso les sonrió tristemente a Koritsi y Camila cuando se sentaron a su lado en el banquillo de los acusados.

—Señorías, ahora que todos los implicados están presentes podemos iniciar el juicio —tomó palabra el director del CIC, quien luego se dirigió a Camila—. Tú debes ser la humana, ¿no es así?

—M-me llamo Camila... —balbuceó. Vio de reojo cómo Mhuff bajaba la cabeza y Koritsi se removía ansiosa en el banco— s-su señoría.

—¿Qué edad tienes?

—17, su señoría, estoy por finalizar el segundo año de instituto.

—Analicemos los hechos —prosiguió el director—. Han infringido nuestra ley principal que prohíbe el contacto con los humanos. Y por supuesto, un humano no debe, bajo ningun concepto o circunstancia, entrar en nuestro mundo cuántico. Cabe recordar que esta ley existe desde hace más de 1700 años, y no olvidemos que la finalidad de esta estricta norma es proteger a los humanos... de sí mismos.

—Es verdad que hace 1700 años los humanos no estaban preparados para comprender nuestro mundo, pero eso está cambiando —se defendió Mhuff—. La humanidad debe descubrir que el mundo que la rodea es más mágico de lo que realmente se pueden imaginar. De no ser así, la humanos acabarán destruyéndose.

Uno de los elfos del jurado, quien Camila reconoció del holograma, se levantó de su asiento con indignación.

—¡No seas ingenuo! —gritó Thymos—. Científicos humanos han llegado a manipular parte del mundo cuántico, ¿y qué consiguieron con eso? ¿Creen que les sirvió para darse cuenta de lo maravilloso que es? —no dió espacio para responder y negó— ¡No, señorías! Ellos crearon bombas atómicas. Por eso no deben comprender nada de lo que sucede aquí, lo destruirían todo en un abrir y cerrar de ojos. No podemos permitir que esta niña salga de aquí, es un peligro para todos y me pronuncio en favor de su encarcelamiento inmediato.

—No exageres, Thymos —lo interrumpió otro elfo del tribunal—. Podemos enviarla de nuevo a su mundo después de borrar sus recuerdos, y sería suficiente. Y debo añadir, en defensa del acusado, que tiene razón en parte. A pesar de que la Biblioteca quedó destruida junto con toda la información que había en ella, unos pocos humanos llegaron a comprender y preservar los secretos del mundo cuántico, un conocimiento que ha estado sólo en manos de algunos maestros y ellos no han dado muestras de agresividad sino todo lo contrario, ayudaron a dar pasos en la evolución de los seres humanos.

El director notó que Camila había perdido ya el hilo y se pronunció para explicarle.

—Humana —llamó su atención—. Hace muchos años, siglos en realidad, existían unos cuantos portales que conectaban ambos mundos. Había un lugar, un punto de reunión donde los sabios se encontraban y escribían pergaminos con lo que veían y aprendían de nuestro mundo, se llamaba la Biblioteca de Alejandría. ¡Era un nido de conocimiento! Sin embargo, la codicia de los humanos por poseer aquello desató una guerra descomunal.

Ambos mundos en tus ojos ||Camren||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora