CAPÍTULO 2: ¿TE GUSTA?

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Después de alrededor de unos treinta minutos de viaje, llegue a la dirección que me había dado mi abuela antes que me fuera

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Después de alrededor de unos treinta minutos de viaje, llegue a la dirección que me había dado mi abuela antes que me fuera. Era una especie de bar con varios autos fuera del lugar, había algunas chicas, musica y esas cosas.

Al bajar del taxi me adentre al lugar con dudas de lo que fuera a pasar en ese momento.

- ¿En que puedo ayudarte? muñeca.- se me acerco con chico de tez clara intentando hacerse el lindo conmigo. Idiota.

- Estoy buscando a dominic.- Le conteste con seriedad, no tenía ganas de aguantar a nadie.

Mientras hablaba con el chico, sentí la mirada insistente dr dos chicas que sr encontraban apoyadas en la barra, pero evite mirarlas.

- Espera por aquí - me guió hasta una mesa, tome asiento.- Dom! Te busca una jovencita- le aviso mientras entraba a un estilo despacho que estaba separado del bar.

Un hombre alto, grandote y pelado salio de adentro de ese despacho ¿Él sería Dom? Me generaba muchas dudas y nervios.

- Eres la nieta de lucia ¿no? - Él se acerco tomando asiento adelante mio, sonaba como alguien amable.

- La misma, mi abuela me dijo que te buscara.- explique brevemente.

- Creí que ibas a venir por aquí cuando tuvieras, no se.. Unos dieciocho.

- Pasaron cosas y realmente necesito el auto- él asintió levemente antes de hacer una seña pidiendo dos cervezas.

- ¿Bebes? - pregunto y asentí - ¿Qué cosas pasaron?

Suspire.

¿Deberia decirle?

Digo, ni siquiera lo conozco. Dude unos segundos hasta que termine decidiendo contarle resumidamente lo que había pasado hace algunas horas.

- Resumiendo todo un poco. Me echaron de casa. - él me miro con sorpresa y noto el bolso apoyado sobre la otra silla.

-¿Que vas a hacer?- Consulto cuando las cervezas fueron apoyadas sobre la mesa, la joven de la barra no me regalo una mirada amistosa en verdad.

- No se, no lo pense aun. - bebi un trago de la cerveza, lo necesitaba y mucho.

- Tienes diesiceis, eres una niña no puedes hacer mucho realmente.- Eso no me ayudaba en nada.

- Eres pésimo con el apoyo moral, dominic.- Murmure entre risas ante su actitud, él también río dándome la razón.

>>>

Y quién directo que unos meses después de a ver visitado el bar en busca de mi auto, iba a estar bajo el ala de toretto. Y si, al final había terminado viviendo y trabajando con él. Se había convertido en el hermano mayor que nunca tuve.

Con mis manos apoyadas en mi cintura me acerque hasta donde se encontraba dominic revisando mi auto. Él me dijo que podía encargarse de eso.

-¿Encontraste el problema?- Consulte. Me agache apoyando mis manos en el auto, para poder ver más de cerca el motor. No entendía que estaba mal en el.

Cassy West• ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora