Cassy West• ©

VETE AL DIABLO.

CAPÍTULO 11

NARRADOR|•

Las manos de deckard apretaron con fuerza los bordes de la silla donde aun se encontraba amarrado de pies y manos, siendo obligado a ver la escena, de escuchar como le mentían a cassy, diciendole cosas horribles sobre deckard.

Su corazón se estrujó al ver como los ojos azules de cassy se llevaban de lágrimas, viendo como la persona que más amaba se mordía su labio inferior con la misma intención, no llorar. Ese hombre frente a ella le estaba relatando la noche del incendio, claramente con muchas mentiras de por medio todas con la intención de dejar de la peor forma a shaw.

Deckard grito intentando que ella lo escuche, necesitaba abrazarla y decirle que nada de eso era verdad, que él no era ese tipo de persona.

La pelinegra agarro la mano de Sean que se encontraba sentado a su lado, la apretó con fuerza transmitiendole toda su inseguridad, todo el miedo que sentía en ese preciso momento.

—Cassy, lo siento. Necesitabas saber la verdad, no podría permitir que él pudiera hacerle daño a ese niño.— Solto con su voz quebrada y su rostro se encuentraba empapado en lágrimas, lágrimas falsas.

Ella le había creído cada palabra y eso estaba matándolo por dentro, simplemente se negaba a aceptar eso.

— Sabes, solo quiero a mi hijo y así poder volver con mi familia.. Quiero dejar todo esto en el pasado.—Susurro ella en un hilo de voz.

—Ya mismo traen al pequeño, no te preocupes.— Le aseguro.— Sean, cuidalos muchos. Aunque, no tendrán que preocuparse nunca más por shaw.

—Lo haré, no lo dudes.—Paso su brazo por encima de los hombros de cassy teniéndola cerca de él.

—Espero poder verlos pronto, tienes un hijo hermoso y se que podras seguir adelante dejando eso atrás.

Antes que ellos pudieran contestar entro uno de sus hombres con cassian dormido en sus brazos, se lo dieron a Sean quien lo tomo con mucho cuidado sin despertarlo.

—Gracias por no hacerle daño.—Le agradeció la pelinegra antes de darle un pequeño abrazo.

—Nos vemos pronto.

Ambos abandonaron el cuarto sin saber que Deckard había presenciado y escuchado absolutamente todo de esa conversación. Se sentía completamente destruido.

— Que fácil fue, ¿Qué harás ahora? Deberías agradecerme que use este método y no los asesine. — Le hablo a la pared, sabiendo que shaw lo estaba viendo.

—Vete al diablo!— Grito y escupió con asco la pantalla/pared logrando hacerlo reír sin parar.

—Tú vas a pudrirte en mi infierno, shaw. Estas acabado.— Grito con rabia, odiaba a deckard con toda su alma.

[>>>]

Al salir de ese cuarto con el pequeño en los brazos de Sean, ambos amigos comparten una mirada llena de picardía con esa sonrisa burlesca de superioridad que tenían ambos.

"Todo listo"

Aviso hattie mediante la pulsera con comunicador que tenían todos los que formaban parte del equipo.

— Llevalo lejos de aquí, Sabes donde te espera Owen.. Cuidenlo con su vida entera.— Suplico viendo a su amigo, dejo un beso en el cabello del pequeño que sonrió entredormido al sentirlo.

—Lo haré, te veo luego preciosa.— Él siguió caminando hacía una de las salidas y cassy se metio por otro papasill

Hattie se había encargado de hackear todo el sistema de seguridad, por lo que nadie podría saber que la pelinegra no abandono el lugar.

—Eres una gran actriz, realmente me creí cada una de tus lágrimas y se que mi hermano la debe estar pasando muy mal en este momento.— Aseguro hattie cuando se encontró con cassy a mitad del pasillo.

Le entrego su arma y juntas siguieron caminando esquivando a varios guardias, nadie había notado su presencia.. Todos estaba preocupados por su "jefe" ya que cuando cassy lo abrazo solto un polvillo que lograba dormir a la gente que lo olía y/o consumía de alguna forma.

Ambas apoyaron trapos empapados en cloroformo sobre la cara de los dos guardias que estaban fuera de donde tenían a deckard encerrado.

Al abrir la puerta lograron sobresaltar a shaw que tenía sus ojos cerrados intentando entender todo, y la cara del británico al ver a esas dos chicas en esa puerta fue un verdadero poema.

— Te lo creíste?— Pregunto hattie en forma de burla, él no dijo nada. En parte adoraba que estuvieran ahí y la otra parte odiaba lo que habían hecho.

—¿Me dan mi oscar o qué?