Cassy West• ©

EPÍLOGO

Epilogo.

Ser parte de esta historia, ser la protagonista de mi vida, de esta gran historia me hace pensar muchas cosas, y estar agradecida por todo lo que me ha tocado vivir junto a todas estas personas.

Los últimos años, wow. Han sido una locura total. Hay tanto por decir, que ni siquiera se por donde empezar.

Tal vez, ¿Por la boda?

Si, nos casamos. Y fue una puta locura, de la cual no me arrepiento en lo absoluto.Fue hermoso y tengo recuerdos únicos de ese momento. Entrar al altar vestida de blanco y de la mano de toretto, ver a deckard parado ahí vestido de traje, que cassian llevase los anillos, todo era hermoso e inolvidable.

Luego, la luna de miel. Que ni siquiera tengo palabras para describirla, fue en una isla desierta en alguna parte del mundo. Solo nosotros dos y fue magnifica.

Al año siguiente, llegaron a nuestras vidas las mellizas. Athenea y Venecia, dos pequeñas que llegaron a hacernos más felices de lo que ya eramos. Cassian era un hermano mayor muy orgulloso, y feliz.

Cassian, ya contaba con ocho años. Y era el niño más lindo, educado y amoroso del mundo entero. Su cabello era rubio, y le llegaba casi por los hombros, sus ojos azules te deslumbraban. Era una mini copia de su padre, dejando de lado que cassian era sumamente calmo, y shaw era más explosivo.

Las mellizas tenían, cinco añitos. Y eran dos niñas explosivas, con un carácter que daba miedo. Y no tenían a quién salir, ellas si que eran shaw al 100%. Era sumamente celosas y apegadas a su padre, tenían una relación hermosa.

Tenía una familia que me hacía sentir orgullosa. Teníamos confianza, amor y todo lo necesario para ser una familia sumamente feliz.

No me hacía falta nada.

Lo tenía todo, todo lo que nunca me imagine tener. Le agradecía a la vida por hacerme la persona más feliz del universo.