CAPÍTULO 5: LO SIENTO, PAPÁ.

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Su mano derecha golpeaba de forma suave la madera de su escritorio a la vez que escuchaba a su mejor hablar sin parar, al pasar los diez minutos suspiro

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Su mano derecha golpeaba de forma suave la madera de su escritorio a la vez que escuchaba a su mejor hablar sin parar, al pasar los diez minutos suspiro.

— Basta, ella quería esto.— Intervino sin dejarla terminar lo que estaba diciendo. Ya se había cansado de escucharla.

— Cariño, es una niña.— Insistió. En el fondo ella se sentía muy preocupada y culpable por su hija, porque al final era eso, su única hija.

Una risa sutil los descorsento, y por la gran puerta de madera entro lucia, la abuela de cassy.

—Creeme, hija. Ella va a estar mucho mejor en manos de dominic que dentro de esta jodida casa.— Aseguro con suma tranquilidad.


— ¿La mandaste con dominic?— Pregunto sin poder creer lo que había hecho su madre.— Mandaste a mi niña con un delincuente..— Susurro la última palabra.

—¿Quién es dominic?

— Un viejo amigo.— Contesto lucia mirando a su yerno con una sonrisa en el rostro, y luego de eso decidió retirarse de ahí.

— ¿Un viejo amigo?— Repitió esta vez mirando a su mujer, la cual lo miro con nervios sin saber como explicarle que llego a tener un amorío con dicho hombre.

— Mamá conocía a su familia, nada más. Un viejo amigo.— Reafirmo intentando sonar lo más segura posible y así poder hacer que su marido confíe en su palabra.

— Un viejo amigo...

CASSY -

Mientras limpiaba el local, una camioneta se freno en la entrada del lugar. Frunci el ceño observando con atención quién podría bajar de ahí.


— Oye! Necesito que me acompañes a comprar algunas cosas, ¿puedes?— Me hablo mía, captando mi atención por completo.

—Si, si claro.— me volví a dar la vuelta encontrándome con mi padre frente a la entrada del local, mierda.

— Mierda, mierda— me di la vuelta para que no pudiera verme, dom salia del despacho y me quedo viendo extrañado.

— Disculpe, señorita.. Sabe donde puedo encontrar a Dominic toretto?— pregunto. Mis manos temblaban y fue ahí cuando dom entendió la situación.

— ¿Quién eres? Y, ¿Por qué lo buscas? — paso por mi lado derecho dejándome parada tras él, mía me hizo una seña para que entre al despacho.

— Soy Alessandro west.— se presento con seriedad.— Mi hija se esta quedando con él y quisiera hablar con ella. — aclaro.

Se escucho una risa, vince. — Eres el padre de cassy? Por dios, esa niña es genial.— palmeo el hombro de mi padre de forma amistosa.

El mayor limpio la zona que vince toco, tenía un traje y detestaba que lo toquen. Sobretodo si no tenían las manos limpias.

— ¿Para qué quieres hablar con ella? ¿Para tratarla mal cómo has hecho desde que nació?— solto dom con enojo.

— Vete de aquí. — pidió mía.

— Vete. — insistió vince.

— ¿O qué?— les hizo frente.

— Oh nada.— entre nuevamente. A pesar de todo lo vivido no podía permitir que le hicieran daño, era mi padre — ¿Qué quieres?— pregunte.

— Hablar contigo cassy, vas a arruinar tu vida hija. Tienes un futuro prospero, pero estando aquí lo vas a arruinar.

Cruze mis brazos sobre mi pecho, mantuve mi mirada seria, escuchando cada una de sus palabras.

— Papá, lo siento.— solte en un murmuro — aquí estoy bien, y capaz no es lo mismo que estar en casa, ni tengo lo mismo lujos. Pero aquí me quieren, me quieren de verdad y me lo demuestran siempre, creo que eso es lo más importante.

— ¿Eso crees? Crees que el amor te resolvera la vida, que con el amor vas a poder vivir. Estas muy equivocada cassy, así no es la vida. Eres una niña para entenderlo, pero espero un día puedas hacerlo.

— Tal vez, pero mientras tanto voy a disfrutar con gente que me quiere, voy a vivir el ahora, no pienso preocuparme por lo que podría pasar, no ahora.

Él me miro unos minutos esperando que me arrepienta de lo dicho, pero eso no paso y él termino abandonando el lugar dejándome atrás. Y sin saberlo, dejándome atrás para siempre ya que esta seria la ultima vez que nos veríamos y ninguno lo sabía.

— Bien dicho.— sentí a dom abrazarme por los hombros, asentí con tristeza viendo como la camioneta de papá se alejaba del local.

— Así se habla — apoyo vince intentando que me sintiera un poco mejor, pero solo quería irme a casa y llorar abrazada a mi almohada. Solo quería eso.

— Creo que mejor nosotras nos vamos a casa a descansar — escuche a mía y asentí — Los vemos en la noche ¿okey? Adiós.

Juntas salimos de local y volvimos a casa en mi auto aunque la encargada de manejar fue mía.

— Vas a tener que aprender a vivir con esto pequeña, la vida no siempre es buena con nosotros.

— Solo dejame llorar tantito y a la noche voy a estar al cien por ciento.— asegure con una leve sonrisa.

Ella asintió y me dejo descansar, o mejor dicho me dejo llorar en silencio intentando sacarme esa angustia que sentía mi pecho. Dejar a mi familia atrás aun dolía.









Cassy West• ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora