ʜᴀsᴛᴀ ϙᴜᴇ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ɴᴏs sᴇᴘᴀʀᴇ | ᴊᴀᴄᴋ ᴄᴏɴᴡᴀʏ |

| Capítulo 6 |

-¡Señor galleta!- Entró un hombre desconocido a la habitación.

Me levante rápidamente sintiendo un leve mareo, saque la pistola que siempre tenía.

-¿Quien eres? ¿Que haces aqui?- Interrogué señalando al chico con el arma en alto.
-____ baja el arma- Indicó Conway.
-¿Lo conoces?- Pregunté aún mirando al chico.
-Es correcto, es un colega que me ayuda fuera del trabajo- Habló tranquilo suavisando el momento.

Miraba al chico detalladamente, miraba su frente comenzando a sudar mientras su mirada era dirigida hacía Conway.
-¿Ella es?- Preguntó con miedo.
-No te interesa- Respondía indiferente.
-____- Habló Conway sentandose en la camilla.

Emitía un sonido examinando al chico de pies a cabeza dando a entender que lo escuchaba con atención.
-¿Puedes dejarme a solas con el? Es trabajo- Preguntó amablemente.
-Estare afuera- Deje de mirarlo, volvía hacia Conway dejando un beso en su frente.
-¿Señor galleta?- Pregunté en susurró.
-Te contaré despues, te amo- Sonrío sin mostrar la dentadura.

Me separé comenzando a caminar hacía la salida.

Salía de la habitación empujando al chico de hombro a hombro.

Cerre la puerta atrás mia mirando alrededor analizando la salida que tomaría, dicho ello comence a caminar hacía ella.
Levánte levemente la mano con una cartera sobre ella; la tomaría prestada durante unos minutos y despues se la devolvería "amablemente".

Saqué el móvil tecleando algunos numeros.

-Parker, tengo trabajo para ti, nos vemos en el taller- Terminé la llamada.

Salía completamente del hospital, subi al coche y arranqué directamente al taller de Tej.

Miraba las calles diferentes, menos mal y más paz.
La brisa fresca y natural entraba por las ventanillas, inhalada con gusto el olor a naturaleza en medio de una ciudad.

Taradeaba canciones con los dedos de mis manos manejando el volante a una velocidad altamente rápida.

Un zeta comenzo a seguirme pidiendo que parara.

Mi pasado sobrevivió en mi mente recordando el como jugaba con la policía, me liberaba fácilmente de ellos.

Me despedia de esos bellos momentos aparcando cerca de un edificio abandonado; mire por el retrovisor, el zeta había aparcado atrás mía, salía un hombre del vehículo.

-Se te olvido el vodka- Pensé.

Salía del vehículo levantando las manos en razón de paz.
-¡Volkov! Que alegría verte compañero- Sonreía amablemente abrazando al ruso.
-Madre mia, te extrañaba- Reía aceptando el abrazo.
-¿Donde estuviste durante estos días? Apenas y Horacio te ve- Reclamé golpeando suavemente su hombro.
-Ahora entiendo a Conway y su trabajo de Superintendente, no es facil- Reprochó suspirando.
-Lo estas haciendo bien y mejor que el abuelo- Solté.
-Jamas llegaré a los talones de Conway- Miraba el suelo sonriente recordando los viejos tiempos.
-Tranquilo ¿Me vas a detener? Evitemos mis derechos y razones- Hablaba con indiferencia.
-No, pero ya me debes muchos favores- Reía.
-Te pagare con unos tragos ¿Cuando puedes?- Lo miré.
-Tenemos bastante sin tomar entré nosotros solamente, como nuestra primera cita ¿Lo recuerdas?- Me crucé de brazos alzando una ceja.
-Fue hace años y lo recuerdo como si fuera ayer- Me miraba melancólico.

Asentía mirando de la misma manera.

El sonido de su radio comenzo a sonar emitiendo varios codigos policiales.

-El deber te llama, nos ponemos de acuerdo después- Me despedía de el con un abrazo.

Cada quien subió a su coche y tomo una ruta diferente.