Desconocido | larry stylinson

thirteen

Louis

No me quedaba de otra, dejar de mirarlo para mi era imposible y es que ¿quién no lo miraría? Si sus ojitos color verde te atrapaban en un segundo.

No es que me gustará, solamente me llamaba la atención.

Todo él me llamaba la atención, su forma de mirar, cuando se enojaba y hasta me estaba bancando que no me salude cuando estaba de mal humor.

—Lou, te estoy hablando. —dijo Niall, haciendo que saque mis ojos de Harry, quién estaba mirando tele.

—¿Qué? —sacudi mi cabeza para entender de que me hablaba, Niall giró los ojos.

—¿Cómo se resuelve esto? —preguntó otra vez, señalando unos ejercicios de matemática que nos habían dado ese mismo día.

—La equis se cambia por el resultado que te dio en la otra ecuación que resolviste, cuando te de el resultado recién ahí gráficas. —respondí después de procesar todo lo que había escrito en su hoja.

—Ay ya me canse, seguimos mañana. —dijo tirando medio cuerpo arriba de la mesa.

—Sos un vago de mierda Niall. —imite su acción, se río y me pegó una patada por debajo de la mesa. —La concha de tu mamita, gil.

Volvió a reír.

—¡Lou! —gritó después de un rato.

—¿Sabes que estoy al lado tuyo, no? —pregunté ya que me había dejado prácticamente sordo. —¿Qué?

—En las vacaciones de invierno, nos vamos a Holmes Chapel. —habló emocionado, me acomode en la silla y sonreí.

—Que lindo Niall.

—Osea, vos también vas con nosotros ¿Entendes? —dijo emocionado y aplaudiendo, frunci el ceño sin entender lo que me acababa de decir.

—Yo no me pienso meter en la maleta otra vez. —avisé levantando las manos para después acomodarme el pelo.

—Eso fue cuando teníamos ocho años Louis y no funcionó. —giró los ojos causando que yo ría.

Si, una vez cuando Niall se iba a ir de vacaciones por dos meses, me quiso llevar de contrabando en su maleta.

—Ya se gil. —me volví a reír. —¿Y quien te dijo que yo iba a ir a Holmes Chapel? —pregunté, todavía sin entender.

—¿Te acordas de mi primo? ¿Justin? —preguntó, hice un poco de memoria y cuando me acordé terminé asintiendo. —Bueno, él cumple años y va a festejarlos, nos invitó a nosotros tres y dijo que podíamos llevar a alguien más. —sonrió emocionado.

—¿Él dijo que me podías invitar? —pregunté fruncido el ceño. —Cualquiera Niall, ni siquiera me conoce bien.

—Él se acuerda bien de vos, dijo que te re da. —habló llevando un poco de su pelo para atrás. —Y si dijo que podiamos llevar a quien sea, Harry va a llevar a Zayn, ¿No Hazz? —esta vez su vista fue a el hermanastro, quién miró frunciendo el ceño.

—¿Eh?

—Que vos vas a llevar a Zayn a Holmes Chapel ¿Viste? —volvió a decir girando los ojos.

Ahora entendía mucho menos, ¿Harry también iba?

—Ah eso, si. —esta vez me miró a mi, esos ojos lindos, la concha de la lora.

—¿Viste? Vos también podes ir, además ya te dije Justin te tiene altas ganas. —subió y bajó las cejas. —Dice que tenes alto culo y que... —lo callé con un sopapo en la nuca.

—¡Ay Niall! —grité avergonzado, mis mejillas se empezaron a poner rojas, no se si sea el hecho de enterarme de que él primo de Niall me tiene ganas y me anduvo fichando el culo.

O porque Harry me seguía mirando, y por ende seguía escuchando la conversación.

—Y si es verdad gil. —se río llevándose las manos a la panza, seguramente quería que lo matara.

—Es mentira, no tengo alto culo bobo. —me defendí, todavía con las mejillas rojas.

—Es cierto, ¿O no Harry? —dijo Niall, mi corazón latio rápido al escuchar su última palabra.

—¿Qué? —habló Harry haciendose el tonto, lo miré más rojo todavía.

—Que Louis tiene alto culo. —soltó mi mejor amigo riendo todavía más, estaba que le daba con la carpeta de matemáticas por la cabeza si seguía así.

—Ah. —respondió sin expresión. —Si... —mis ojos se abrieron al escuchar su respuesta, y más todavía cuando pasó su lengua por sus labios, divertido.

Niall se seguía riendo y ahora mucho más, golpeaba la mesa con su mano y apoyaba la cabeza en su carpeta.

No sabía que decir, Harry me miraba el culo y además admitía que lo tenía grande, me quería morir de la vergüenza.

Lo miré enojado, pero su sonrisa me hacía querer sonreír a mi también.

—Bue, calmate pelotudo. —hablé por primera vez, cuando me di cuenta que Niall se seguía riendo y además de eso se había ahogado con su propia saliva.

—N-no puedo. —decía llorando de la risa.

Me quedé toda la tarde enojado y viendo como Niall me molestaba.

🏳‍🌈🏳‍🌈🏳‍🌈

¿Por qué siempre que vengo a buscar un vaso estan tan arriba?

Siempre me pasa lo mismo, no puedo alcanzarlo aunque salte con todas mis fuerzas, y este era el caso, intentaba pero no podía.

Nunca más me vuelvo a quedar a dormir en esta casa.

—¿Se te fue el enojo? —escuché que me preguntaban de atrás y sin darme vuelta sabía que era Harry el que hablaba, dejé de saltar y me quedé quieto.

—Qué te importa. —solté molesto, no tenía ni idea de porque me había enojado si después de todo me gustaba mi culo.

Y saber que Harry me lo miraba no me desagradaba en nada.

—No te enojes, era joda. —habló después de un rato, reprimi una sonrisa y me di vuelta para verlo.

Llevaba otra remera, una negra con un logo en la parte derecha del pecho y a decir verdad le quedaba muy bien.

—Ni ti inijis iri jidi. —le hice burla. —No es lindo enterarse de que te fichan el orto. —dije cruzandome de brazos, él sonrió y caminó a mi.

—No te ficho el orto, solo miró cuando vas pasando y como tu culo se gana en mi campo visual no me queda de otra. —soltó, abrí los ojos y senti mis mejillas arder.

Encima lo admitía.

—Basta. —susurre tímido, esta situación me ponía incómodo.

Aunque no iba a negar que me gustaba saber que él se fijaba en mi.

Se acercó a mi hasta quedar a muy pocos centímetros, mi espalda choco contra la mesada provocando que mi corazón lata rápido, él quedó adelante mio, sus ojos recorrían mi cara y aunque yo tenga que levantar un poco mi cabeza para mirarlo aun así, en ese ángulo, era lindo.

Sonrió y levantó su brazo para sacar un vaso de la estantería, mis ojos no podían salir de los de él, o mejor dicho; no querían.

Tragué saliva cuando lo puso adelante mio así yo lo agarraba, mojó sus labios antes de volver a sonreír.

—Que descanses. —susurró, dandose vuelta y saliendo de la cocina.

Recien ahí pude respirar bien y darme cuenta de lo que acababa de pasar.

Esos ojos Harry, son hermosos.