thirty seven

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Louis. .

— Y entonces... ¿Sos el novio de mi hermano? —Me preguntó la hermosa nenita que tenía adelante mio, me pasó un autito de juguete y empezamos a jugar, bueno en realidad ella mandaba y yo la seguía.

Es hermosa loco, que onda, ¿Todos los Styles son lindos?

— Mm... no, creo que no, bah no sé.—Me reí un poco cuando levantó la ceja sin entender y siguió pasando su autito rojo por la pista de cajas que tenía tiradas ahí.

— ¿Pero ustedes entrenan juntos?—Preguntó mirándome con sus ojitos verdes grandes, me reí sin entender y subí la ceja, me senté en el piso y acomode mi pelo.

— ¿Entrenar? ¿Cómo?—Le pregunté, sonrió con inocencia y hundió sus hombros.

— No sé, una vez cuando Hazz estaba acá, estaba entrenando en la cama con una chica pero...—Se rió y me hizo una seña para que acerque mi oído a ella, me acerqué riendo e hizo carpita con sus manos para decirme un secreto.—, estaban desnudos.—Susurró y después de alejarme y mirarla sorprendido tapó su boca con sus manos.

Pobrecita, es tan inocente.

— Él me dijo que era un deporte, y que lo iba a entender cuando sea más grande, pero ahora soy grande y no lo entiendo.—Se río achicando su nariz y yo me reí medio nervioso, acaricie su mejilla y negué con la cabeza.

— No te preocupes, ya lo vas a entender, más adelante... mucho más adelante espero.

Asintió con una sonrisa y siguió jugando, es hermosa, y me daba pena saber que había visto a Harry con una chica "haciendo ejercicio", cuándo pasó mucho tiempo y Luciana se quedó dormida en el piso, la agarré y la puse en el sillón tapándola con mi campera, no había manta y tampoco quería ser tan metido de ir a su pieza y traer una.

La miré un poco más apreciando la ternura que derramaba y caminé a la cocina escuchando voces, me escondí en la entrada de la puerta y trate de escuchar lo que hablaba Harry y la chica que estaba acá hace rato, que al parecer es la niñera de Luciana.

— Sabes que te extraño Hazzy.—Habló en un tono chillón, frunci el ceño y trate de mirar como estaban, y me alivie al ver que estaban alejados.

— Mira Kendall, en serio no quiero hablarte mal pero hace una hora me estas diciendo lo mismo y sabes que no quiero nada con vos.—Habló en un tono de voz neutro, ese que usaba conmigo cuando recién nos conocíamos.

Y agradecí que ahora sea muy cariñoso conmigo porque no soportaría escucharlo hablarme así.

— Dale Hazzy, yo sé que todavía no me superas lindo.—Dijo con grandeza, buena para ¿Quien era? ¿Jennifer Aniston?

La risa de Harry se escuchó por toda la cocina y yo voltee rápido para ver si no había despertado a Luciana, por suerte no, podía seguir escuchando.

— Si capa, pensa lo que quieras, ¿Te podes ir? En cualquier momento va a venir mi novio y si te escucha te va a dar unos saques.—Habló riendo, sonreí al escucharlo decir eso, "novio" que lindo sonaba.

— ¿Es tu novio? Re feo Hazz, que asco.—Dijo haciéndose la linda, mordí mi lengua para no reaccionar mal y contar hasta tres así no le iba a agarrar de los pelos.

— Es mi novio, ¿que te importa a vos como sea? —Soltó medio enojado, sonreí y cuando creí que le había cerrado la boca, el grito de Hazz se escuchó.—¡¿Qué haces?!—Miré lo que había pasado y la sangre me hirvió cuando la vi cerca de sus labios.

Lo había besado, cero respeto la wacha.

Me chupo un huevo y entre a la cocina aclarando mi garganta, consiguiendo las miradas de los dos, Harry me miraba como queriendome decir que ella había empezado y la tal Kendall con una sonrisa burlesca en su cara.

—No te vuelvas a acercar a Hazz de esa forma, ya te dijo, soy su novio, respeta un poco. Superalo ya no te quiere. —Hablé caminando hasta quedar en frente de ella y sonreí mirándola de arriba a abajo. —, no seas desesperada, si el te quiere dar bola te va a dar, no lo jodas.

Me quedó mirando fijo a los ojos, yo también, no tenia pensado achicarme frente a esta tonta, me caía mal y lo único que quería era que me diga algún insulto y así poder pegarle el sopapo de su vida, pero eso no pasó, solo giró los ojos y se fue enojada de la cocina.

Sonreí y me di vuelta para ver a Hazz, miraba la escena algo divertido y cuando lo miré sus ojos ya estaban fijos en mi.

— ¿Qué pasa?—Pregunté riendo cuando no me dijo nada, sonrió y me agarró de la cintura hasta acercarme a su cuerpo.

— Me re pones cuando te enojas.—Soltó dándome un beso en los labios, sonrió y rozo nuestras narices, largue una carcajada por las cosas que decía y llevé mis manos a su cuello para agarrarme de ahí.—Creí que te ibas a enojar conmigo.—Hizo puchero y volvió a dejar un beso en mis labios.

Me mataban esos besitos que me daba, eran hermosos.

— ¿Como me voy a enojar por eso? Sos re tonto.

— Bueno eh.—Se río llevándome hasta la mesada y subiendome para ponerse entre mis piernas.—Mira que ahora sos mi novio.—Mordió su labio mirándome con los ojos brillosos, se escondió en mi cuello y empezó a dejar besos húmedos.

— Vos empezaste con eso.

— Vos la seguiste.—Susurró, me reí cuando pasó su lengua por todo mi cuello y se separó para verme, me enamoraba cada vez más cuando lo veía, que hermoso que es.—Que lindo es estar casado.

— Pollerudo.—Lo jodi mientras agarraba sus mejillas y lo acercaba a mi para unir nuestros labios.

Me lo siguió al instante, sus manos todavía acariciaban mi cintura y se metían por adentro de mi remera, su lengua jugo un poquito con mi labio cuando nos separamos sacandome sonrisas, también amaba que pase su lengua por el contorno de mi labio y después que lo muerda.

— Dios, sos hermoso.—Susurró cerrando sus ojos y volviendo a unir nuestros labios, mientras más conocía las etapas de Harry más me iba enamorando de él.

Porque primero estaba la etapa en la que se comportaba como un forro de mierda que todos conocian, después cuando lo conocías un poco era más carameloso y abierto, y por último terminaba siendo un tierno del culo que te llenaba todo de ternura, de besos y que tenía una hermosa sonrisa cuando estabas con él. Así era Harry, y me encantaba haber pasado todas esas etapas y llegar a esta.

— Te amo.—Pronuncie cuando sus labios se alejaron de los mios, lo tomé por sorpresa porque cuando me miró a los ojos pude ver ese brillo hermoso, me sonrió largando una risita y apoyó su frente con la mía.

— Yo también te amo, te amo mucho.—Sonrió dejando besos en mis labios y yo me reí por su reacción.

Me abrazó por la cintura y me quedó mirando con una sonrisa, sus labios fueron a los mios y volvió a besarme, lento y tierno, sus manos fueron a mis muslos y los apretó.

— Ahora podemos hacer ejercicio.—Solté divertido, fruncio el ceño sin entender y yo largue una carcajada.—Tu hermana me contó que haces ejercicio en la cama.

Abrió la boca indignado y me miró con los ojos abiertos, yo me reí por su cara, por primera vez vi rojo a Hazz y quería aprovechar eso.

— ¿Seguís haciendo ese ejercicio?—Pregunté divertido, me miró como queriendome callar y yo reí fuerte.

— Pendeja de porquería, la voy a matar.—Negó con la cabeza mientras fruncía el ceño medio enojado.

— Ay no te enojeeees.—Me reí y empecé a dejarle besos en toda la cara para que no se enoje, dejé besos en su cuello mientras pasaba mi lengua y mordía con fuerza, sus manos apretaron mi cadera y largó un suspiro.

Metio sus manos dentro de mi remera y apretó fuertemente mi cintura, cuando sonrió me reí, re desesperado.

— Si querés te muestro mi manera de hacer ejercicio.

Desconocido | larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora