Dead Walkers [Calum Hood]

Dead Walkers.Segunda parte. Fourteen

-¡NOOO!.-Grite.

 -Kate…-Susurro una voz.-Kate vamos.

-Grite con todo mi aliento.-Y abrí los ojos.

Calum estaba al frente mío.

-Lo mire y lo abrace muy fuerte.-Calum.-Dije llorando.-Calum por favor no te vayas nunca.-Susurre.

-No me iré, no lo are.-Dijo besándome la cabeza.

-Ahora. ¿Me cuentas que paso?-Pregunto agarrando mi rostro con sus dos manos.

-Tuve una pesadilla.-Dije secándome las lágrimas.

-Bueno de eso ya me di cuenta.-Sonrió de lado.-¿Qué soñaste?

-Soñé que te comían y a Elizabeth.-Dije apenada.- Al igual que a Adam. Todo era horrible. El bosque se estaba quemando, habían por todos lados zombis.-Dije apoyando mi cabeza en su hombro.

-Todo está bien ahora, yo te protegeré.-Susurro.-Ahora tu eres todo para mí Kate.-Tomo mi mentón para que lo mirara y me dio un delicado beso en la comisura de mis labios.

-Ya bajemos.-Dije sollozando.

Calum tomo mi mano y bajamos con cuidado la escalera para no despertar a los otros dos. Entramos a la cocina, me acerque al refrigerador y Calum me abrazo por la cintura haciéndome cosquillas en el cuello.

-Ya basta.-Reí leve para no despertar a Adam o a Elizabeth.

Gire para mirar sus ojos, tome con mis dos manos su rostro y le di un delicado beso.

-¿Qué hacen?.-Se escuchó una voz ronca.

Me separe rápidamente de Calum.

-Eh. Nada.-Dije apretando mis labios.

-¿Se estaban besando?.-Rio Adam.

-Cállate.-Reí con Calum.-Arréglate ya que nos tenemos que ir , y despierta a Elizabeth-Le dije a Adam.

-Tonto.-Le susurre a Calum riendo.

Antes de irnos comimos algo, arreglamos nuestras cosas y nos marchamos.  Caminamos en cualquier dirección. La idea era llegar a otro lugar seguro y encontrar comida.

-Adam.-Dije  con una voz fría.

-Si.-Dijo deteniéndose para mirarme.

-Saque una pistola de mi pantalón.-Ten.-Dije entregándosela.

-Pero apenas se apretar el gatillo.-Dijo abriendo sus ojos.

-No importa, tendremos tiempo para enseñarte. Por mientras tenla y trata de hacer lo mejor posible con ella.-Le sonreí de lado.

La idea de que mi hermano tuviera una pistola no me agradaba demasiado, pero tenía que entender que no siempre estaré hay para protegerlo y tendrá que hacerlo por su cuenta el mismo. Mañana si o si le enseñare a defenderse, cueste lo que cueste. Adam ya estaba bastante grande para tener una arma, claro que si todo esto del apocalipsis no hubiera pasado, el no estaría tan grande para usar armas, pero ahora lo tiene que estar. Caminábamos por unas hojas secas de otoño que sonaban con un crujido muy agradable al pisarlas.

-¡No se muevan!.-Oí una voz detrás de nosotros.

Voltee para mirar, eran seis  personas más Elizabeth que la tenían entre los brazos de un chico que sostenía un cuchillo en su cuello y  tapaba su boca con su manos . Habían dos chicos más, uno llevaba una chaqueta de cuero con una calavera, el otro estaba repleto de tatuajes, y tenía a tres más con la boca tapada y las manos amarradas, era una chica alta, Trigueña, no era tan blanca ni tan morena, el otro era un chico Pálido, muy pálido, con el pelo castaño oscuro y sus ojos verdes, la otra era un niña, tan sólo una niña, muy bella algo ojos color miel y su pelo castaño muy claro, sus pestañas eran larguísimas y podía notar cómo había llorado demasiado, tenía los ojos hinchados y rojos, al igual que cicatrices y cortadas que lo había provocado un cuchillo, por la forma de los cortes se notaba. Estire mi mano rápidamente sacando la Katana con un movimiento ágil.