Presentacion

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Nunca me quejé de mi otra vida.

Nunca envidie lo de otros.

Nunca mire el plato de otros.

Nunca me imagine estar secuestrada.

(...)

Mi padre siempre trabajo muy duro para poder darnos, a mi madre, hermano menor y a mi; un plato caliente de comida encima de la mesa.

Mi madre nos educó lo mejor posible, que donde llegáramos siempre nos comportábamos con modales sin ser muy extravagantes.

La gente siempre hablaba de nosotros, de lo bien que vestíamos, de nuestros comportamientos fuera de casa, de nuestro respeto así otras personas.

Pero mi padre siempre trabajo más de ocho horas para darnos lo mejor a nosotros.

El siempre pensó en nosotros primero y después en el.

El siempre nos puso adelante en todo.

El nos amaba como su vida.

¿Por eso lo hizo? ¿No?.

¿Por eso me negocio para seguir sacando a flote nuestra familia?

Nunca le importo tener dinero o no. Pero su familia iba primero y eso significa alimentarla, cuidarla, mantenerla.

Siempre lo quise mucho. Lo amo.

Es mi padre y aprendí mucho de él.

(...)

El dolor de cabeza me estaba matando.

Estaba llorando a mares y la mordaza en mi boca no ayudaba con la situación.

Mis brazos atadas a mis espaldas y mis piernas por igual.

El sonido del motor de la furgoneta donde me transportaban me tenía harta.

Mi inmovilidad me estresaba.

Pensé que era mi final cuando escuche la voz del conductor y ¿secuestrador?.

— No te preocupes lindurita, a donde vamos te esperan desde hace tiempo ya y créeme que te cuidar bien— su voz ronca rebotó entre las paredes metálicas de la furgoneta y me iso estremecer.

¿Desde hace tiempo?.

¿Esperan? ¿Cuántas personas planearon esto?.

Y más preguntas inundaron mi mente.

Al pasar de los minutos mis ojos pesaron y mi mente se nubló, cayendo en un sueño profundo.

(..)
Advertencia ⚠️

- Puede tener faltas ortografía.

- No está editada.

- Esta historia es totalmente mía.

- No plagió.

- Y ya. Creo

Una Pequeña Princesa TraviesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora