Capítulo 26

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Llevaba dos días evitando a toda costa a Ryter y Tyson, especialmente a Ty.

Continuaba vistiendo como bebé, usaban el chupete y biberón, dejaba que me dieran la comida, pero ya no los llamaba por su apodos y evitaba tener que llamarlos si necesitaba algo siempre esperaba que ellos vinieran.

Ellos trataron de pasar más tiempo conmigo, al menos Ryt ; un día me llevó a su oficina mientras leía unos contratos y otros papeles importantes mientras yo me paseaba por todo el despacho leyendo los títulos de los libros que habían sintiendo su mirada en mí pero ninguno libros llamó mi atención y me acosté en el mueble cayendo en sueño, horas más tarde me desperté en mi habitación sin rastro de ellos.

Tyson las veces que nos quedamos solos la mayoría de las veces ni siquiera me miraba mucho y yo simplemente salía de la habitación donde estuviéramos.

Bruce no había vuelto ni había llamado, muy en mi interior algo me dice que no era culpable de nada y lo había llegado a querer en este corto tiempo, lo extrañaba y me dolía que no me haya llamado en estos días que tiene fuera de casa.

(...)

Respire profundamente el aire fresco mientras la suave brisa me golpeaba suavemente.

Me encontraba en el patio trasero siendo vigilada por Snow y Lion desde la distancia mientras estaba recostada sobre una manta para que no me molestara el césped.

Era agradable tener un respiro de la casa, pero últimamente estaba haciendo mucho calor y el día estaba un poco sofocante.

Hush había salido en uno de los carros a hacer algo.

Ryter estaba sentado cerca de la piscina leyendo un libro mientras tomaba el sol.

Y Tyson estaba en algún lugar por ahí.

Escuché los ladridos de los perros y sus jadeos acercándose a mí, segundos después sus húmedas narices acariciaron mi rostro junto a unos lametazos.

Soltando pequeñas risas me siento sobre la manta repartiendo caricias en sus panzas cuando quedaron patas arriba exigiendo que les diera un poco de amor.

— Yo también los extrañé, pequeños.

Con el dorso de la mano me secó la frente y el cuello sintiendo el sudor incómodo de repente.

Sería buena idea ir a la piscina un rato.

Miro hacia Snow y Lion quienes conversan al otro lado de la piscina, un poco lejos de mi. Alzó mis brazos para tratar de llamar su atención pero nada .

Cuando estaba apunto de llamarlos el inesperado ladrido de Mandy me hace saltar en mi lugar y agarrarme el oído cuando Polo la acompaña en su hermoso concierto de ladridos.

— Shhh, ya basta — le trato de callar cuando unas sombras se acercan a nosotros.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien?.

Asiento sorprendida por lo rápido que llegaron.

— Si, todo bien pero tengo mucho calor— me abanique con mis manos— ¿Podemos entrar a la piscina?— junté mis manos e hice un puchero con mis labios.

— Ay, que ternurita— Snow se cubre los labios ligeramente abiertos.

— No lo sé.

— Por favor Lion, está haciendo mucho calor— me acuesto sobre la manta mientras ellos me ven desde la altura cubriendo con sus sombras.

— Ross, podemos hacer muchas cosas por ti pero esa no es una de ellas. Lamento informarte que vas a tener que avisarle a Ryter.

En ese momento se me cruzo una idea por la cabeza.

Una Pequeña Princesa TraviesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora