Una Pequeña Princesa Traviesa

Capitulo 8

Si tiene alguna falta ortográfica, me avisan en los comentarios. Disfruten😊💕.

(...)

Error.

Me arrepiento.

Bruce me había cargado en sus brazos como una bebé. Tenía miedo de que me dejara caer, pero joder; el era muy fuerte.

Podía sentir sus músculos a travez de la camisa que llevaba puesta.

No podía negarlo. Mis "papis" estaban súper buenos. Gracias a Dios no pueden escuchar mis pensamientos.

Es raro llamarlos asi.

Subiendo las escaleras, con Daddy Ryter detrás de nosotros, llegamos a una puerta blanca con pequeñas flores pintadas.

— Bien pequeña, está es tu habitación de ahora en adelante— Papi Bruce abre la puerta y yo miro todo con detalles.

Hay muchos juguetes, peluches muy lindos y tiernos, pude ver que más allá cerca de una gran ventana había un área de juegos que parecía una cocina, había un cambiador y me aterraba la idea de estar ahí en algún momento, había una mecedora y un pequeño librero.

Era muy lindo pero...

Siempre hay un pero conmigo.

La gran mayoría es de las cosas eran de color rosado pastel, aunque se veía muy tierna la habitación.

Odio el rosado.

Ya estaba cansada de tanto rosado que mi madre me había dado en toda mi vida.

Con un mueca de asco miro una gran cuna en medio de todo y forzó una sonrisa hacia Papi Bruce.

— Es linda — una carcajada nos hace mirar hacia atrás y Daddy Ryter se está riendo mientras se acerca a nosotros y me quita de los brazos de Papi.

— ¿No te gusta, verdad? — niego — ¿Y porque mientes entonces? Sabes que tienes que decirnos si algo no te gusta, princesita— acaricia mi mejilla mientras me abraza mas fuerte hacia el y no dejarme caer. Asiento en respuesta.

— Es que no quería que se sintieran mal porque no me gustara después de gastar todo este dinero en mi, por así decirlo— susurro bajando un poco mi cabeza jugando con los botones de sus camisa. Se había cambio cuando llegamos por algo menos formal.

—Pequeña, esta bien, no importa cuantas veces tendremos que cambiar la habitación sino te gusta, el dinero para nosotros no es un problema— asiento — Ahora dinos que no te gusta ¿Los juguetes? ¿Los peluches? ¿Qué? — suspiró.

— No, eso está bien pero no me gusta el color— miro a Papi y el asiente mientras acaricia mi pelo, alejo su mano de mi cabello y el suspira.

—¿Cual es tu color favorito?.

—El rojo.

— Parecerá el cuarto de juegos de Cristian Grey— carcajeó Daddy Ryter.

—Nena, ¿no te gusta otro color?— pregunta Papi Bruce.

Asiento —¿Puede ser color lila?— digo insegura.

¿Desde cuando soy tan sumisa?

Me sorprendí de mi misma.

—Claro princesa, todo lo que quieras será tuyo— me besa la mejilla y me aguanto las ganas por limpiármela.

Todo por mi libertad.