Capitulo 17

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Tres días después

— Auch— agarro el mechón de pelo que Ryter y Tyson trataban de peinar pero hace unos minutos no hacían más que jalarme el pelo.

— Deja de llorar, mocosa— dijo Tyson ya estresado e irritado de no conseguir lo que quería hacer con mi cabello.

Se supone que Bruce y yo vamos a salir hoy donde una de sus compañeras de trabajo que tenía igualmente una baby, y quieren que nos conozcamos.

— No le hables así a la bebé, cavernícola— dice Ryter a un lado cruzado de brazos, estaban hartos de intentar hacer algún peinado con mi cabello pero no lo conseguían, aunque estaba recién lavado y húmedo.

Estaba aguantando mis ganas de decirles que ya dejaran de tocar mi cabello y hacerme un peinado yo misma, además estaba empezando a dolerme la cabeza.

— Basta los dos, me voy diez minutos y ya se están matando con perros y con mi pobre bebé hecha un desastre.

Llega Bruce al rescate después de haberse ido a terminar de prepararse para irnos.

Hago un notorio puchero con mis labios para que se acercara y me sacara de las garras de estas bestias que llamaba daddies.

— Papi— susurró, alzando mis brazos en su dirección mientras el me ve con una mirada tierna.

— Es nuestra, no solo tuya— dice Ryter receloso cuando abrazo fuerte el cuello de Bruce una vez que estoy en sus brazos.

— Mejor arreglemos este desastre, mi pequeña— besa mi frente — Además, no lo digas como si fuera un objeto— dice lo suficientemente alto cuando ya salimos de mi habitación, dejando a dos malhumoradas bestias.

(...)

Muevo mi pierna llena de nervios cuando aparcamos frente a la casa.

Esta vez Hush iba manejando mientras Snow y Lion se quedaron en casa evitando que Tyson y Ryter tomarán uno de los otros autos para perseguirnos, evitando que pasemos una tarde lejos de ellos.

Bruce me pone un chupete en los labios cuando nota lo nerviosa que me encuentro.

— Vamos pequeña— trata de tranquilizarme.

Succionó y mordisqueó la blanda tetilla en mis labios tratando de despejar mi mente.

Salimos del auto agarrados de la mano mientras Hush nos abre la puerta de este.

—Despídete pequeña— sacudo mi mano libre en dirección a Hush mientras el hace una seña en mi dirección.

Miro a Bruce con el ceño fruncido encontrándome con una ligera sonrisa en su rostro.

— Dice que te ves linda.

Estaba vestida con un overol de falda celeste, una camisa blanca con pequeños girasoles, unas medias altas y unos bonitos zapatos blancos, a elección de Tyson.

Aun más confundida que antes, vuelvo a dirigir mi vista a Hush encontrándome con una sonrisa burlona en su rostro.

— ¿Como lo sabes?— digo con un poco de dificultad tratando de que no se me caiga el chupete de la boca.

— Se lo más básico del lenguaje de señas— se encoge de hombros mientras asiento —No dice nada que ya no sepas, estas hermosa. Ahora vamos ya se nos hace tarde— vuelvo a asentir volviendo a despedirme de Hush esta vez el responde a mi despedida.

Caminamos por el pequeño sendero hazte llegar a la puerta principal, Bruce toca el timbre un par de veces escuchando pasos rápidos detrás de esta.

Una Pequeña Princesa TraviesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora