Ross
Un recuerdo de mi abuela llegó a mi mente.
Yo era pequeña, tenía dos años aproximadamente cuando le detectaron cáncer de mama por primera vez.
Estábamos en el baño mi abuela, mi madre y yo. Mi madre le ayudaba a bañarse porque estaba demasiado débil por la quimio y se iba a estar quedando unos días con nosotros mientras se terminaba de recuperar.
Tenía una cara triste y deprimida, aunque siempre tratará de mostrarse fuerte con su familia. Le había quitado uno de sus pechos, tenía heridas desde la mitad del pecho hasta debajo de su axila derecha y su cabello comenzaba a caerse. Creo que cualquier persona en esa situación estaría triste, más si eras una mujer independiente de todo.
En ese momento, como toda niña pequeña, dije una ocurrencia.
— Mami, cuidado con mi abuelita que le duele.
Y por primera vez en un tiempo la escuche reír junto a mi madre.
Años después mi madre la llevó a mi casa para que viviera con nosotros tras la muerte de mi abuelo no quería que le pasara algo sola en su casa.
Pase muchísimos momentos con ella, tanto buenos como malos pero me encariñe tanto con ella que no me lo podía creer.
¿Cómo era posible?.
Ella simplemente fue a la casa de su hija por un par de semanas quien vivía en Estados Unidos y pasó esto.
¿Ahora quién me contará su historia junto a mi abuelo mientras se enamoraban? ¿Quién me dará galletas a escondidas de mi madre? .
Oh, mi querida madre debe estar devastada. No quisiera ni imaginarme lo que estará sintiendo en estos momentos.
Espero que no me necesite tanto como la necesito yo ahora en estos momentos.
Unos toques a mi puerta me hacen dejar de sollozar sonoramente para escuchar mejor.
— Ross, princesa— comienzo a llorar aún más fuerte al recordar su traición.
¿Cómo se atreve a amenazar a mi padre con despedirlo a cambio de mi custodia sabiendo que tiene un hijo pequeño al cual tiene que mantener todavía ?
Aunque cuando tienes dinero no piensas en las necesidades del pobre.
— Vete.
— Princesa, debes comer.
— No quiero, ahora puedes irte— dije la más fuerte que mis sollozos me dejaron.
— Pero princesa tienes que...— el grito que salió de mi boca no lo dejó terminar.
—¡QUE TE LARGES! ¡¿Qué parte de que no quiero nada de ustedes no entienden?! Ojalá nunca los hubiera conocido— susurré lo último ahogándome en mis lágrimas.
En serio, ya les había agarrado cariño muy rápido y ese fue mi gran error. Me gusta el cariño con el que me tratan, al menos Bruce y Ryter, se les notaba que era genuino.
Tyson por otro lado, las palabras que dijo me dolieron y siempre supe que una parte de él no me quería aquí, que me aceptaba por compromiso pero nunca me imaginé que me lo dijera en la cara.
— Bien, volveré en unas horas— su voz se oye apagada mientras sus pasos se alejan.
(...)
Unos brazos me cargas de la cuna, la cual tenía las barras abajo para que sea más fácil subir sin ayuda; me quejo por que han interrumpido mi sueño.
— Tranquila chiquilla, necesitas un baño— Snow me deja sentada en la tapa del inodoro mientras abría el agua de la bañera para que se fuera llenando.
— Pipí — digo al sentir mi vejiga cosquillear.
— Saldré un momento.
— No, necesito ayuda— me volteo para que vea unos botones de presión desde lo alto de mi espalda hasta abajo y entre una de mis piernas.
¿Cómo hice para sobrevivir estas horas sin ir al baño? Ni idea, solamente no había tenido ganas hasta estos momentos.
Snow me ayuda con los botones mientras abrazó la prenda sobre mis pechos para que esta no caiga.
— Si quieres cuando termines entras de una a la bañera ¿o me esperas?— pregunta de espaldas a mí y me rio un poco por su reacción mientras bajo el pañal al suelo y me siento en el inodoro.
¿Estaba avergonzado y me iba a bañar? Que pensaba estar todo el tiempo con los ojos cerrados.
— Yo entro sola está bien— él asiente antes de salir del baño para buscar un cambio de ropa.
Hago mis necesidades mientras lo escucho abrir algunas gavetas.
— Ross, ¿sabes dónde está tu ropa interior?— pregunta desde la habitación.
— No uso— digo tranquilamente mientras me limpio y descargo el baño para luego ir entrando a la bañera.
— ¡¿Qué?! ¿Como que no usas?— asoma la cabeza con el rostro completamente sonrojado después de su pequeño grito.
Una pequeña carcajada sale de mis labios por su reacción.
— Si, es una de las condiciones— tomó una de las bombas de espuma y la arrojó al agua.
— Oh — dice un poco sorprendido terminando de entrar al baño .
Comienza a enjabonar mi cuerpo con ligeras caricias mientras se pone cada vez más rojo, lo cual me encuentro demasiado tierno.
— ¿Quieres que lo haga yo?— como si esperara la pregunta responde rápidamente.
— ¡Si, gracias a Dios! — suelta un suspiro muy exagerado — Te daré tu espacio, ya vuelvo— asiento mientras me paro en la bañera para utilizar la ducha y terminar de bañarme para luego retirar la espuma.
—¡Snow, la toalla!— gritó una vez ya lista luego de fijarme que no había una más grande que la que se utiliza para secarse las manos y esa no me cubre ni el culo.
— ¡Joder! ¿Tengo que entrar otra vez?
— Ni que fuera gran cosa ver a una mujer desnuda— digo una vez que vuelve a entrar con una toalla en una de sus manos y con la otra cubriendo sus ojos — Exagerado, como si no vieras porn...
—¡Ross! Deja ya de hacer esos comentarios— la voz de Tyson se escucha en la habitación.
— ¿Como si te importara ahora?
— No estamos educando a una baby con esa boca.
— Ajá, si— sigo secando mis piernas restándole importancia mientras Snow está cómo estatua evitando mirarme — Eso no decías ayer— me cubro completamente mi cuerpo caminando hacia la habitación encontrándose vacía.
(...)
Me disculpo por lo corto del capítulo pero no quería hacerl@s esperar más tiempo. Prometo que se los compensaré.
Quiera confesar también que escribí esta capítulo con lágrimas en los ojos en la parte de la abuela, literalmente es una pequeña historia que pase con la mía y fue difícil verla mal como mencioné anteriormente, pero algo que les digo que aprovechen al máximo a sus abuelos y abuelas; los que lastimosamente pasaron a mejor vida espero que hayan disfrutado su vida. Creo que no hay algo que me duela más en este mundo que ver mal a mi abuela y más cuando se olvida poco a poco de ti.
Confirmó; mi abuela está viva pero este último mes a sido todo un desafío tanto para ella cómo para nosotros y por eso he durado tanto para actualizar y me disculpo nuevamente por lo corto que es.
Espero que hayan disfrutado el capítulo.
¿Que les pareció?
Hasta el próximo capítulo.
💜
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Una Pequeña Princesa Traviesa
Diversos¿Quien diría que un extraño entraría a mi habitación en medio de la noche? ¿Quien diría que esa noche me secuestrarían? ¿Quien diría diría que tres hombres me querían para ellos? Y no de esa forma. ¿Quien diría que después de ese momento mi vida c...