Capitulo 18

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Un Tyson malhumorado observaba a su querido esposo guardar varias prendas de ropa en la pequeña maleta.

Hace varios días el joven doctor le informó a él y su baby que iba a tener que irse al hospital por varios días, máximo una semana, por cuestiones del trabajo pendiente.

La pequeña Ross se entristeció un poco ante la noticia tan repentina, no quería que su Papi se fuera ya que se sentía muy cómoda con su presencia y estar sola con esos grandes hombres la ponían un poco nerviosa. No le importaba mucho quedarse con Ryter, el problema era Tyson, ella sabía o más bien presentía que no le agradaba mucho su presencia.

Tyson, en cambio, estaba de malhumor con su esposo. ¿Como era posible que después de tanto tiempo que no están juntos, tiene que volver a irse?.

Es un exagerado ¿no?.

Era la segunda vez que estaban tanto tiempo separados después de dos años de matrimonio. La primera vez fue cuando Bruce y Ryter se fueron para traer a la pequeña "mocosa" como diría el.

El no lo admitía pero no le gustaba quedarse solo, aunque no estaba prácticamente solo porque Ross y Ryt se quedarían en casa, el sentía que no será lo mismo.

No quería dormir solo en las noches frías ¿quien lo calentará?.


(...)


— Ya deja de mirarme así— refunfuño Bruce irritado al seguir sintiendo la molesta mirada de Tyson, aún cuando estaban acostados en la cama.

— No quiero que te vayas— se queja cruzándose de brazos, mirándolo con el ceño fruncido.

— Tengo que hacerlo y lo sabes— se acomoda mejor en la cama —Además...-

Los labios de su amado lo interrumpen, desconcentrándolo. Las ásperas pero al mismo tiempo suaves manos de Tyson acariciaban sus brazos haciéndolo estremecer. El gran cuerpo de su esposo se cuela entre sus piernas, separándolas en el proceso.

Bruce lo empuja del pecho suavemente para aléjalo y poder respirar tranquilamente.

— Se tus intenciones.

— Te puedo follar como te gusta— sonríe acercándose a su cuello para comenzar a repartir besos y suaves mordidas.

— No, esta vez no funcionará — le da la vuelta tomando a Tyson desprevenido quedando arriba de él.

Separo sus piernas acariciando sus muslos descubiertos, cuando estaban ellos solos siempre se la pasaba en bóxers o en esas bermudas deportivas que usaba mientras hacía ejercicio en la casa sin nada debajo de estas; en este caso usaba simplemente unos bóxers negros.

Bruce subió sus manos hasta llegar a su entrepierna y pasó de largo por esta ganándose un suspiro de su esposo.

— Recuerda que yo también puedo dar y tú recibir — regreso su mano por el abdomen tatuado de Tyson hasta llegar a su miembro, el cual estaba contento por las caricias que le daban; y dejar la mano allí.

La puerta de la habitación es abierta interrumpiéndolos en el acto.

— ¿Demasiado ocupados?— preguntó Ryter desde la puerta con un tono de voz burlón.

Tyson se levanta, dejando a Bruce sentado sobre sus talones entres sus piernas abiertas aún con la mano en su miembro erecto.

— Lárgate— dijo en un tono brusco queriendo seguir con la intimidad junto a su esposo.

— ¿Creo que deberían ver esto?— dice molestando a su mejor amigo.

— Ya vamos— dice Bruce risueño.

Una Pequeña Princesa TraviesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora