LA SOMBRA

CAPÍTULO 11 REENCUENTRO CARLA Y RAYMOND.

Carla estaba ajena del encuentro entre su hija y su verdadero padre, ella se quedó sola trabajando en el hospital, su difunto esposo les dejó de herencia la casona, otra propiedad y dinero, Carla pudo comprobar por los gastos que tenía, que el donaba dinero a diversas fundaciones, parecía que nunca se acababa su dinero, si bien era cierto, su notario nunca mencionó la cantidad heredada, tenía otra casa en Inglaterra, sin embargo Carla seguía siendo la misma mujer, sencilla, humilde y de gran corazón.

Esa semana de estar sola, valoró más el haber tenido a su hija, ella llenaba su vida, a pesar que duró pocos años casada con Alexander, no tenían vida marital, él le decía que seguía amando a su adorada esposa muerta, Carla también fue sincera con él en decirle que seguía amando a Raymond, pero se llevaban muy bien como pareja, era un matrimonio especial, una amistad increíble.

Carla veía como Alexander se llevaba de maravilla con Anastasia, su hija siempre aprendía muchas cosas con él, pero lo que más le agradeció a Alexander, fue que la entusiasmara a seguir su carrera, terminar su especialidad, el mismo hospital le brindó estar interna sábados y domingos, ya que hay un convenio con la Universidad de Seattle, para que los médicos de ese hospital, puedan terminar su especialidad, maestrías y doctorados, sin que descuiden entre semana su trabajo. 

Terminando su especialidad una semana antes de que muriera su esposo Alexander, Carla tenía muchas cosas más que hacer, estaba el concurso de su hija, Carla tenía planeado ir con Ana a Japón, pero había ocupado sus vacaciones para poner en orden la herencia que les dejó Alexander y convivir con Ana antes de marcharse a su concurso.

El día llegó, Carla se arregló para ir a recibir a su hija en el aeropuerto, como ya tenían automóvil, se fue temprano, viajar por las calles de Seattle para llegar al aeropuerto, le traían muchos recuerdos con Raymond, suspiraba cada establecimiento donde pasaban tiempo, sobre todo, tenía que pasar forzosamente enfrente del Hotel donde siempre se amaron con pasión, estaba igual de impresionante y lujoso, aunque ya sabía que Raymond no se había casado con la chica que besó ese día de la graduación, ahora ella sentía que lo había traicionado por haberse casado con Alexander. 

Nunca le ha ocultado a su hija sobre su verdadero padre, se lo ha descrito tal y como lo recuerda.

Ahora tenía miedo de enfrentarse a él, sobre todo que Raymond ya sabe que tiene una hija, tiene todo el derecho de conocerla, aunque no confió mucho en Matus que le dijo que su suegra había cambiado, nunca ha olvidado lo desagradable que la madre de Raymond era con ella. 

Esa semana que se quedó sola sin su hija, pensaba como enfrentar a Raymond, decirle que todavía lo amaba, pero a lo mejor él no le creería, por haberse casado con Alexander, obviamente ella le explicaría que su matrimonio, no era como cualquier otro, nunca tuvo relaciones con Alexander, jamás tuvieron vida marital, pero iban a todos lados juntos como esposos.

Le preguntaría a su hija si quiere ir a conocer a su padre, porque realmente Anastasia conocía como padre a Alexander, pero también sabe de la existencia de Raymond, algún día llegará el momento de que se conozcan, Carla quería volver a verlo, pero también sentía pena, no le agradaba que le echara en la cara porque se casó, sentía nervios de solo pensarlo, tuvo que retirar de sus pensamientos como sería su encuentro con Raymond y su hija, ya que había llegado al aeropuerto, se sentía muy contenta de recibir a su hija junto con la maestra, esa bendita maestra que ha apoyado para llevar a su hija a todos los concursos, tendría que pensar en darle un buen regalo personal.

Carla reconoció a los padres de algunos niños, la maestra le mencionó el resultado de excelencia de Ana en él concurso vía telefónica, quería abrazarla ya, sus ojos se llenaron de lágrimas al verla venir por el pasillo, por ende no pasó desapercibida la figura de la maestra y otro niño.