Embarazado de mi mejor amigo °Kookmin°

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Jimin era ligeramente consciente de que debía prestarle atención a la forma en la que su amigo estaba reaccionando, su mirada oscurecida por el deseo del celo provocado por las feromonas, la sensación caliente del cuerpo encima y aquel atisbo de anhelo escrito directamente en cada caricia proporcionada hacia su cuerpo.

— Kook — su voz sonaba extraña, como si solo pudiese emitir el timbre de los gemidos de forma continua.

Las manos del alfa comenzaban a recorrer el cuerpo del omega en un acción que podría confundirse perfectamente como el tratar de memorizar cada centímetro de piel ajena.

Era inevitable no sentirse extraño ante el toque, su cuerpo se estaba retorciendo a medida que cada dedo de Jungkook se deslizaba sobre su piel, desde su frente rozando hacia su nariz hasta detenerse contra sus labios donde el pulgar se encargó de empujar contra el labio inferior y moverlo de forma pausada, el aliento del omega chocando contra parte de su dedo.

La mano izquierda se encargó de posarse contra parte de la cadera desnuda, un toque apoyante sin doble intención, la mano derecha retomó la tarea de seguir rozando ahora contra el mentón bajando hacia la parte frontal del cuello descendiendo hacia el inicio del pecho.

El torso de Jimin se infló ante las caricias dadas, sus ojos perseguían los dedos de Jungkook que ahora bajaban hacia la parte central de su cuerpo, nervios y algo desconocido llenaban su cuerpo a pesar del ciclo del celo, bajo los pensamientos primarios del celo su mente estaba adorando en silencio la forma en que el alfa podía expresar mucho sin decir una sola palabra.

A partir de allí solo fue besos y borrones en su memoria de caricias que fueron entregadas a cada parte de su cuerpo, no eran dulces, no, eran marcas en su piel ilustrando la excitación pura del celo del alfa.

Los dedos dejaron de rozar y ahora estaban al costado de sus caderas mientras su pelvis se encajaba con la del omega en un movimiento oportuno que permitió la penetración al instante.

Debería ser vergonzosa la forma en que la boca de Jimin se abrió en un gemido lleno de excitación y su cuerpo se arqueaba haciéndole saber al alfa lo mucho que le gustaba sentirlo dentro.

— Agh — gemido tras gemido fue soltando Jimin.

Cada embestida dentro suyo desataba miles de sensaciones que él no recordaba haber sentido antes, ni siquiera lograba concentrarse lo suficiente como para recordar en qué momento el alfa había hecho de las suyas y le había retirado la poca ropa que había ocupado minutos antes.

— No, espera — pidió Jimin cuando el placer comenzaba a ser demasiado.

Sus manos estaban detenidas por las muñecas, Jungkook sostenía sus brazos estirados y arremetía en su interior sin descanso alguno, podía ver el cuerpo de Jimin rebotar con cada golpe haciendo fricción sobre los cojines del sofá bajo suyo.

— No creo que quieras que me detenga — habló Jungkook — mírate, estás gimiendo tan alto que hasta este punto ya los vecinos lo saben todo.

Jimin no paraba de gemir, no podía hacer nada más que soportar el placer que recorría su cuerpo entero, su vista estaba nublada y a pesar de entrecerrar sus ojos distinguía la silueta encima suyo.

— Estás agh, demasiado profundo — un sollozo de placer por parte del omega hizo sonreír perezosamente al azabache.

— Te gusta, puedo verlo por la forma en que estás moviendo tus caderas hacia mi.

— Eso no es cierto, ah — Jimin frunció el ceño.

Era cierto, él mismo estaba moviendo sus caderas empalándose en el grueso miembro del alfa.

— Agh — Jungkook inclinó su torso hacia abajo — tu interior es tan apretado, me encanta — su lengua salió prófuga de su boca para arremeter contra la mejilla izquierda del omega quien se encogió ante el toquée caliente y húmedo.

— Profundo — repitió Jimin una vez — agh, puedo sentirte en mi estómago — Jungkook sonrió con sorna.

Podía ver parte del estómago de Jimin al son de cada embestida, eso le indicaba lo profundo que estaba dentro de él.

Era alucinante.

Aquello solo pareció encender más al alfa quien solo lograba empujar más y recibir más del calor húmedo del omega.

Si alguna vez alguien le hubiese dicho que tuviera sexo con su mejor amigo, se habría reído en ese instante antes de golpear a quien se atreviera a decir tal cosa.

Pero ahora era su mejor amigo quien yacía bajo su cuerpo sin poder detener cada gemido que parecía escaparse con voluntad propia de su garganta.

La sensación no dejaba de ser asombrosa, Jimin estaba tan mojado allí atrás que era fácil deslizar una y otra vez su pene en su interior.

Arremetiendo en su interior y desarmando a Jimin en queridos, sollozos y jadeos que solo lo provocaban más y es que su mejor amigo yacía llorando de placer.

— Agh — gimió Jungkook — tanto te gusta que estás llorando de placer — aun en esos momentos le excitó el avergonzar al omega quien gimió de forma muy erótica para él.

Y es que Jimin sentía que estaba siendo devorado por el alfa.

Jimin sollozó una vez más, el clímax estaba allí y Jungkook parecía saberlo porque detuvo todo movimiento para salir de su interior goteante que se contrajo a la nada.

El omega claramente lloriqueo de frustración.

Jungkook tomó asiento en el sofá una vez removió las piernas del omega para halarle del brazo y dejarle sobre sus muslos.

Las feromonas inundaban el apartamento y sus partes racionales yacían comprometidas lo suficiente como para que la vergüenza desapareciese, se habían conocido durante tantos años, pero ninguno tenía ni la menor idea de como era el otro durante el sexo del celo.

Por ello cuando Jimin se acomodó hasta empalarse de nuevo sobre la dura hombría del alfa, ambos pudieron sentir lo compatibles que sus cuerpos eran en esos momentos.

Las manos del alfa sobre cada glúteo ajeno y Jimin yacía montando al alfa con deseos de venirse, solo le bastó moverse sobre el alfa un minuto más y se descargó contra el pecho desnudo del azabache quien no detuvo el movimiento de sus caderas empujando hacia arriba.

— Agh, no, no más — Jimin se mantuvo flexible cuando los brazos del alfa le rodearon — no te hagas más grande — gimió sintiendo su interior estirarse un poco más.

A pesar de ello su vista estaba desenfocada y sus labios separados, no recordaba en su vida haber rodado los ojos hacia arriba, pero lo hizo por el placer que lo consumía, no podía concentrarse en una sola sensación porque el pene del azabache tocaba todo dentro suyo.

Era demasiado para él.

Tanto así que no le tomó más tiempo antes de descargar su lefa espesa y caliente una vez más a la vez que sentía la de Jungkook llenarle en lo más profundo.

El alfa desenfocó sus ojos y abrió sus ojos enseñando sus colmillos que hormigueaban por querer morder y marcar al omega encima suyo.

Por ello cuando su rostro avanzó hacia adelante, Jimin soltó un alarido de placer y pudo oler el hierro de la sangre deslizarse sobre la piel.

Jungkook había mordido su propia mano.

El cuerpo del omega colapsó allí mismo sobre los brazos que lo mantenían rodeado, el alfa lamió parte de la sangre que brotaba de la herida.

Había una voz en su cabeza que parecía estarle advirtiendo sobre algo, pero el sueño comenzaba a vencerlo.

Ni siquiera su cuerpo reaccionó del todo, para cuando se quedó dormido sobre el sofá aún seguía en el interior húmedo y caliente del omega.