Betty bajo las escaleras de la casa para llegar hasta la despensa.
Abrió está y tomo un paquete de papas fritas y unas tutucas a pedido del morocho,saco una botella de agua.
Cerro la despensa y cuando estaba saliendo sintió un aparato chocar contra su cabeza.
— No grites o disparo. – una voz susurró en su oído.
Su cuerpo se quedó estático,no podía moverse.
— Te doy lo que quieras por favor suéltame. – pidió apunto de llorar,estaba entrando en pánico — Por favor.
— ¿Dónde está Forysthe?. – pregunto.
— B-añandose. – mintió temblando.
La estampó contra la pared restregandose contra su trasero.
— Mientras el termina puedo divertirme contigo. – dijo sonriendo mientras con una mano apreta la cabeza de Betty contra la pared y con la otra se desprende su cinturón.
Betty se mordió su labio rompiendo en llanto — Por favor no. – sollozo.
La apretó de la cintura y dobló su muñeca provocando un pequeño grito.
El asaltante se asustó ante el grito y soltó el arma,Betty la tomo rápidamente alejándose de él.
Le saco el seguro al arma.
— ¿Acaso me dispararas?. – pregunto caminando hacia ella — Vamos tu solo eres una prostituta de Jones.
Betty retrocedió llorando — N-no te acerques. – pidió.
El chico corrió hacia ella y Betty intento disparar pero el arma no tenía balas.
— Rubia estúpida. – la tomo de su rodete tirandola al suelo.
— A-auch. – sollozo pataleando en un intento de soltarse.
— Te haré gritar. – la tiro contra la pared.
Betty cerro sus piernas haciendo fuerza con estás para que el no la abriera y le pegó una patada en la cara.
— ¡Infeliz!. – grito cubriéndose su nariz haciendo presión.
Betty se subió a su estómago y le quitó el arma lanzadola lejos,la rubia sin pensarlo empezó a golpearlo sin piedad lastimandose sus nudillos.
— ¡Linda basta!. – Jughead grito bajando las escaleras con velocidad.
Betty pareció no escucharlo y siguió golpeándolo con enojo,hasta que lo noqueó.
El chico la tomo de la cintura alejándolo de el,Betty se refugio en su pecho.
— Ya está. – beso su cabeza pero ella solo mojó el pecho del chico con sus lágrimas.
Y por primera vez Jughead sintió algo llamado culpa.
— C-crei que moriría. – dijo entre espasmos sin tener intención de soltarlo.
— No linda eso nunca. – prometió besando su frente — ¿Quieres ir a la habitación?.
Ella nego — Sin ti no.
— No te gustará ver dónde llevo a este infeliz,espérame arriba si?,dos guardias te acompañaran.
— Bueno. – hizo un puchero — ¿Besito?. – pregunto señalando los labios del morocho.
— Si dejas de llorar.
Betty seco sus lágrimas y el se inclino para besarla.
Minutos después....
Arremango sus mangas poniéndose en cunclillas frente a el.
— Mira Sccot. – suspiro — Mi chica está arriba asustada porque tú. – lo apunto con el arma — Estabas buscándome,y peor aún amenazaste de violarla. – dijo con enojo.
— Lo siento señor Jones. – se disculpo.El suspiro — ¿Porque?. – pregunto — Sabes que eso no se les hace a las mujeres,eres un infeliz y no mereces vivir. – nego — ¿Pero sabes en qué la cagaste más?.
El se quedó en silencio.
— Te metiste con mi chica. – remarcó las últimas dos palabras — Ahí la cagaste.
— L-lo siento.
— Odio que me pidan perdón. – aseguro sacándole el seguro al arma y apunto su cabeza queriendo matarlo.
— Por favor no. – pidió desesperandose — ¡Tengo una familia!.
— Eso no te importo en el momento que le golpeaste a Betty. – su sangre se calentó aún más — Hijo de puta sé que golpeas a tu mujer.
Jughead disparo.
— Llevenlo a cremar y prendan fuego todas sus cosas,que no queden rastros. – le aviso a sus guarda espaldas — Y no le digan nada de esto a Reggie. – pidió limpiándose sus manos con una toalla.
Los presentes en la sala asintieron y el morocho abandono la habitación.
Al llegar a la habitación vio a Betty dormida en la cama abrazada a una almohada.
Sonrió tiernamente y remplazo la almohada por su cuerpo acomodándola en sus brazos.
Se estaba enamorando aunque no quisiera admitirlo.
Por miedo....
A salir lastimado.
<<<<<<<<<•>>>>>>>>>
Amo,amo y amo.
ESTÁS LEYENDO
𝗧𝗼𝗴𝗲𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗢𝗿 𝗡𝗼𝘁? [𝗕𝘂𝗴𝗵𝗲𝗮𝗱] | Editando
Fanfiction[Parte uno] Un empresario y una adolescente. Solo una cosa podría unirlos definitivamente y eso ocurrió. - ¿Estarás conmigo o no?. - pregunto la rubia sentada en el borde de la gran cama. El morocho relamio sus labios tirando el cigarrillo por la ve...