Hijos de la Mafia.

Capítulo 11👑

—¿Hija, cómo te sientes? —Le pregunta el señor Ian a su hija mientras Hades la ayuda a subir al auto. —Jackson, llama al doctor —Le ordena a su hermano mayor

—No deseo ver a un doctor —Responde antes de que el carro arranque y durante el largo camino a casa, permanece en silencio.

—¡Dea! —Grita su madre abrazándola con fuerza. —Tuve tanto miedo... —Solloza.

—Mamá, ya estoy aquí —Siente como todo el dolor que soporto por casi veinticuatro horas se hace presente de forma violenta. —Ya estoy aquí y estoy bien —Llora en silencio.

—Hija, el doctor está aquí —Le informa su padre entrando con los demás miembros de la familia.

—No deseo ver a nadie, permiso —Se separa de su madre. Aun sintiendo el dolor de sus heridas camina hacia la escalera.

—Hermana... —Intenta hablar Ajax.

—¿Hermana? —Se gira para verlo a los ojos. —¿Ahora me llamas hermana? ¿Ahora te dignas al menos en mirarme? ¿Ahora sí soy digna de ser tu hermana? —Las lágrimas intentan caer por sus mejillas, pero ella las corta. —No deseo ver a nadie... —Intenta hablar, pero la voz de aquel chico la detiene.

—¿Puedo ir contigo? —Pregunta Hades con ilusión.

—Sí —Responde y se gira. Continúa subiendo las escaleras hasta entrar en su cuarto y derrumbarse en el piso. —¡No puedo más! —Solloza.

—Shh. Ven aquí —La ayuda a levantarse y sentarse en la cama. —Ya pasó, ya todo pasó.

—No, no pasó porque todo fue un engaño —Lo mira a los ojos. —Ryan me engañó.

—¿A qué te refieres?

—Él planeó acercarse a mí para lastimarme —Su rostro está hecho un desastre debido a las lágrimas y los golpes recibidos. —Me engañó y yo caí como una idiota.

—Tranquila, bebé —Sin darse cuenta la llama de esta manera lo que provoca que el corazón de la morena de un vuelco. —¿Por qué no te das un baño y te cambias para luego ver al doctor?

—No deseo ver a nadie.

—Accediste a verme a mí, ¿por qué? —Acaricia su mejilla.

—Porque siento que eres la única persona que me ve a mí. No ve mis heridas ni mis daños.

—Yo siempre te he visto —Sonríe. —Pero deseo estar tranquilo y solo me sentiré así cuando el doctor verifique que te estes bien.

—Está bien —Se da por vencida. Con esfuerzo va al armario para elegir ropa cómoda y luego va al baño. Al pasar unos minutos, sale ya vestida con una pijama de dos piezas en color rosa pastel.

—Te ves mejor —Se acerca a ella y la ayuda a recostarse en la cama. —Iré por el doctor y por algo de comida —Intenta levantarse de la silla, pero ella se lo impide. —¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

—Te necesito a ti —Responde con los ojos inundados.

—Volveré, solo iré por algunas cosas y volveré.

—Quiero que estés aquí conmigo, no dormiré a menos que estés aquí.

—No dormirás hasta que comas algo —Le da un toquecito en la nariz. —Volveré, te lo prometo.

—Siempre vuelves —Responde con tristeza. —Hades, no deseo ver a nadie. No permitas que nadie suba a verme más que el doctor y tú.

—Ok —El castaño baja las escaleras y ve a su gran familia sentada en los sofás.