La vida que sus padres habían escogido para ellos y los problemas que vienen con ella se encargarán de arruinar la adolescencia de los jóvenes herederos de todo, pero lo que nadie se imagina es que el amor llegaría a sus vidas aún siendo tan jóvenes...
—Buenos días, mami —Saluda la morena llegando al comedor donde se encuentra su madre desayunando. —¿Dónde están papá y Ajax?
—Tu padre llevó a Ajax, Liel y Hades a escoger los trajes para la graduación.
—Entiendo —Se sienta junto a ella. De repente, entra una de las empleadas muy emocionada y se detiene frente a ellas.
—Disculpe, señorita Dea. Acaba de llegar un paquete para usted —Informa con una extraña sonrisa.
—¿Un paquete? ¿Ya fue revisado?
—Sí, señorita. Necesita su firma.
—Ok —Se levanta al igual que su madre y van a la entrada de la mansión dónde ven a un repartidor con una caja en forma de corazón rellena de rosas y chocolates en su mano derecha, y una bolsa blanca de la marca Pandora en la izquierda. —Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo?
—¿Es usted la señorita Dea Harrison?
—Sí.
—Traigo una entrega para usted. ¿Puede firmar esto? —Le ofrece la Tablet en sus manos. La castaña la toma, firma y se la entrega. —Tenga buen día —Le entrega su paquete y se marcha.
—¿De qué se trata esto? —Regresan al interior de la casa, a la sala de estar.
—Aquí trae una nota —Le dice su madre algo nerviosa ya que no sabe de qué se trata. Quita el pequeño trozo de papel de las rosas y se lo entrega. —Lee en voz alta —Le ordena.
—"Espero que seas mi cita para mi fiesta de graduación. Con amor, Hades" —Al terminar de leerla, su corazón comienza a latir de forma desenfrenada. Esa nota es de Hades, su novio.
—¡Qué sobrino más romántico! —Bromea. —A ver lo de la bolsa —Le ordena y está le hace caso. Abre la bolsa de la tienda Pandora y toma el estuche blanco en su interior. Lo abre y se encuentra con una hermosa cadena.
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Es sencilla, pero lo suficientemente llamativa para ella. Hades conoce sus gustos, la conoce perfectamente.
—¡Está hermosa! —Exclama con alegría.
—Sí, muy hermosa, mi niña. Creo que alguien debe subir a ver qué se pondrá está tarde para la graduación de su novio, tío y hermano —Le guiña un ojo.
—Está bien, mamá —Corre al segundo piso y entra en su armario tratando de buscar el atuendo perfecto. Su teléfono sobre la cama comienza a sonar lo que la obliga a salir del gran armario y acercarse para contestar sin si quiera fijarse de quién se trata.
¿Si?
Esperaba un mensaje agradeciendo por la ingeniosa propuesta.
