—¿A dónde irás? —Le pregunta Kendall a su mejor amiga mientras salen del colegio.
—Mmm... —Piensa en una excusa que sea apropiada para la situación. —Ayer le dije a Hades que quiero recobrar mi entrenamiento físico —Miente.
—Dea, no creo que sea momento para eso. Ayer...
—Ayer fui rescatada del secuestro planeado por el chico con el que salía y su padre. Ya todo el mundo me lo ha dicho —Gira los ojos. —Amigo, debo irme —Le da un beso en la mejilla y se aleja corriendo en dirección a Hades. —Hola —Lo abraza con cuidado de no lastimar sus aún dolientes heridas.
—Hola, morena. Por lo que veo estás mejor —Le abre la puerta y está sube, él rodea el auto y sube en su lugar. —¿Cómo te fue? —Pregunta arrancando el auto.
—Bien, fue un poco estresante ya que todos los chicos estaban sobre mí y no me permitían si quiera ir al baño sola, pero estuvo bien —Sonríe. —¿A dónde iremos?
—Eres tan curiosa —Muestra una sonrisa de lado. —Vi que saliste con Kendall. ¿todo bien?
—Sí, solo me preguntó a dónde íbamos y le inventé la excusa de que recobraría mis prácticas. ¿Por qué? ¿Celos?
—Sí —Responde él como si nada provocando que el corazón de la morena se acelere.
—¿Son celos de hermano o....?
—Dea, me gustas —Detiene el auto en medio de la carretera para mirarla a los ojos. —Y aunque deseo que seas mi novia, esperaré hasta que curen tus heridas —Toma su mano y besa el dorso de esta.
—Hades... —Suspira con ilusión hasta que el claxon de los autos detrás de ellos la interrumpe. —Nos están tocando bocina —Le informa, pero este tiene la mirada fija en ella. —Debes arrancar antes de que alguien se baje de su auto y se acerque enojado.
—Tranquila —Besa nuevamente el dorso de su mano para reiniciar su viaje. Por algunos minutos maneja hasta llegar a las afueras de la ciudad, específicamente a lo alto de una montaña con vistas a toda la ciudad. La morena baja del auto con rapidez y se acerca al abismo viendo fascinada los múltiples edificios de la ciudad. —¿Te gusta? —Cuestiona acercándose a ella.
—Es hermoso —Sus ojos se cristalizan por la emoción.
—Sabía que te gustaría.
—¿Cómo descubriste este lugar? —Deja de mirar los edificios para mirar al guapo chico a su lado.
—Este ha sido mi lugar por años. Vengo aquí cuando me siento triste o herido.
—¿Si es tu lugar, por qué me trajiste?
—Porque deseo que admires la hermosa vista que hay aquí arriba, pero que recuerdes que lo emocionante está ahí abajo —Señala la ciudad. —Aunque nos fascine la vista desde aquí, la emoción está ahí abajo. Lo que nos mantiene vivos y activos está ahí abajo —La morena deja salir las lágrimas que había estado conteniendo.
—Es... es... gracias por traerme aquí —Llora sin cuidado, él se acerca y le permite llorar en su hombro.
—Tranquila, todo estará bien —Acaricia su cabello. —Traje de comer. ¿Tienes hambre? —La obliga a mirarlo y le sonríe.
—Sí —Muestra una tímida sonrisa y lo sigue a la parte trasera del auto. El castaño saca una canasta con algunos bocadillos y una manta dónde ambos se sientan. —¡Esto es tan hermoso! —Exclama mientras come un poco de fruta.
—Sabía que te gustaría —Acaricia su mejilla y se dedican a comer en silencio.
—¿Por qué no fuiste a clases?
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Hijos de la Mafia.
Teen FictionLa vida que sus padres habían escogido para ellos y los problemas que vienen con ella se encargarán de arruinar la adolescencia de los jóvenes herederos de todo, pero lo que nadie se imagina es que el amor llegaría a sus vidas aún siendo tan jóvenes...