Hijos de la Mafia.

Capítulo 27👑

Capítulos finales.

—El joven salió bien de la cirugía, pero debido a la anestesia es poco probable que despierte hoy. Les aconsejo que se marchen a casa y regresen mañana temprano —Les informa el doctor y se aleja.

—Creo que todos pueden irse, yo me quedaré aquí —Dice la señora Sophie.

—Tía, me disculpa, pero no me marcharé hasta no saber que mi novio este bien, hasta no escucharlo hablar...

—Hija, debes descansar —Interrumpe su padre. —Atravesaste una situación estresante y necesitas descansar.

—Papá, no me marcharé —Sentencia firme.

—Está bien, hija —Se da por vencido conociendo el carácter de su hija. —Enviaremos un bolso con ropa para ti.

—Está bien, tengan buena noche.

—Tú llámanos si pasa algo.

—Está bien, buenas noches —Todos se marchan excepto la señora Sophie y su sobrina quien rápidamente se sienta frente a la camilla recostando la cabeza en la mano de su pareja. Deja escapar las lágrimas que ha estado soportado toda la noche con leves sollozos que no pasan desapercibidos por su suegra.

—Dea, cariño, nuestro Hades es un chico fuerte, podrá con esto y con miles de cosas más.

—Suegra, tengo miedo —Levanta la cabeza. —Nos ha costado tanto estar juntos, nos ha costado tantos sacrificios que no podría soportar que se fuera. Necesito que se quede aquí, necesito más tiempo, necesitamos más tiempo —Agarra su mano. —Nos necesitamos.

—Tendrán toda la vida para estar juntos porque él no se irá, es un chico fuerte. Así que ya no llores o te aseguro que se enojará. ¿Por qué no tratas de dormir en ese sillón? —Le señala el gran sillón a sus espaldas.

—Quiero estar despierta cuando termine.

—Te prometo que a penas abra los ojos, te despertaré.

—Está bien —Deja un beso en la mejilla de su novio y se recuesta en el sofá. Poco a poco, comienza a cerrar los ojos hasta dejarse caer en los brazos de Morfeo.

—¿Ya Dea está lista? —Le pregunta el castaño a su suegra.

—Su padre y ella tienen una conversación. LA CONVERSACIÓN —Le guiña un ojo.

—Estoy tan nervioso, tía —Camina de un lado a otro acomodándose la pajarita de color negro.

—De hoy en adelante deberás llamarme suegra, no tía.

—Lo sé aunque será difícil.

—Lo sé —Sonríe.

—Tía, Dea ya está lista. Es hora —Informa una de las mellizas bajando las escaleras.

—Es el momento —Suspira con nerviosismo y sale de la mansión directo a la playa que se encuentra detrás. El ambiente está perfectamente decorado aunque nada excesivo, aquella boda romántica es solo para complacer a los mayores porque ya los chicos están casados. Sí, se casaron en un ayuntamiento como dijeron aquel día.

Mientras más minutos pasan, los nervios de Hades aumentan pensando en los posibles motivos de porque su esposa no ha salido de la mansión. Hasta que la ve, es ella. Su esposa, su mujer.

Sin poder evitarlo, sus ojos se cristalizan viendo a la mujer más hermosa de todas acercándose a él del brazo de su tío Ian.

—Cuídala con tu vida —Le aconseja su suegro. —O te lamentarás —Finaliza amenazándolo aunque no hace falta. Se está casando con la hija de un narco, es claro que las amenazas están de más. Toma la mano de la morena y la ayuda a subir el pequeño escalón.